La decimoséptima edición del Festival de Cine Fantástico de Bilbao (Fant) está a punto de caramelo y se celebrará entre los dias 2 y 8 de mayo de este 2011. La edición de este año se presentó ayer en la Sala de Prensa del Ayuntamiento de Bilbao junto con el cartel, que este año tiene como leit motiv a nuestros queridísimos zombies. La nota de prensa comenta lo siguiente al respecto:

"Una terrible catástrofe ha asolado la Villa –no es cierto, es sólo ficción–. La Plaza Nueva está en llamas y seres extraños y desorientados deambulan por ella. En un Bilbao apocalíptico, un zombi no puede evitar repetir una de las costumbres más bilbaína. Como si de un día normal se tratara y ajeno a su nueva condición de muerto revivido, no puede dejar de cumplir con la arraigada costumbre de tomar un ‘pote’ y hacer boca con un inquietante pintxo. Hay cosas que nunca cambian.

Este personaje es el eje central del cartel anunciador de la XVII edición de FANT, el Festival de Cine Fantástico de Bilbao que se celebrará entre los días 2 y 8 de mayo. Los tonos oscuros, la terrorífica figura del zombi, la localización en Bilbao a través de un emplazamiento tan emblemática y popular como es la Plaza Nueva, junto con el toque de humor negro que destila la imagen, conforman una composición gráficamente rotunda, que entronca plenamente con el espíritu de FANT, al mismo tiempo que rinde homenaje al subgénero de las películas de zombis, que cuentan con legiones de seguidores en todo el mundo."

Además, este año la sede principal se traslada a los cines Golem de la Alhóndiga, donde tendrán lugar las sesiones de cine y el acto inaugural, (el dia 2 a las 20.00 horas) con la proyección en el auditorio del clásico de Friedrich W. Murnau “Fausto” (1926), con acompañamiento musical de la orquesta donostiarra “The Silent Band”. A ver si, como el año pasado, podemos hacernos con un pase de prensa y vivir in situ la magia del cine fantástico en Bilbao, marco sin duda incomparable. Aquí os dejo el enlace a la nota de prensa completa expoliado directamente del blog Se Acerca el Invierno, del colega Unai.

Título original: Wai dor lei ah yut ho   Género: Terror, Slasher

Duración: 96 minutos   País: Hong Kong

Era de esperar: se olía a kilómetros que el cine de terror iba a recurrir tarde o temprano a un tema tan tristemente de moda en los últimos años como el de la especulación en la vivienda y posterior crisis inmobiliaria, y los que se han atrevido a echar mano de dicho trasfondo argumental han sido los osados asiáticos, concretamente el director hongkonés Ho-Cheung Pang, que ha ambientado Dream Home justo antes del estallido de la burbuja inmobiliaria en Hong Kong, un lugar del mundo donde acceder a una vivienda es tarea especialmente complicada debido a su elevadísimo coste. El resultado es una historia dura y controvertida que pese a su brutalidad quizás no se encuentre tan distante como creemos de una hipotética realidad futura.


Para muchas personas, tener acceso a una vivienda pasa, en ocasiones, por vivir una auténtica pesadilla de números, bancos, avales e hipotecas. Nuestra protagonista lo pasa mal cuando la casa de sus sueños, aquella que siempre ha deseado, se vuelve poco menos que un imposible, pero será ella quien nos sumerja en una auténtica pesadilla de violento horror urbanita donde el drama social de la vivienda se mezcla con el más puro slasher para crear una historia ciertamente impactante y no apta para todos los públicos.

Genial Josie Ho, la actriz que da vida a Cheng Lai-Sheung, esa chica en cuyo cuerpo habitan dos personalidades bien distintas, ambas obsesionadas con cumplir su sueño de una vida mejor en un hogar que anhela pero que no puede permitirse debido a los especuladores inmobiliarios y la situación que ellos han propiciado. La actuación es brillante y supuso para Josie Ho el galardón de Mejor Actriz en el pasado Festival de Sitges, y no es para menos: ella es quien soporta el peso del film sobre sus hombros, mostrando la cara del drama y la de la locura según requiere el devenir de la historia en una dicotomía interpretativa inquietante.


Una escena inicial impactante nos deja bien claro qué es lo que nos vamos a encontrar en Dream Home, una historia cuya narración se apoya en numerosos flash-backs y elipsis temporales que nos ofrecen retazos del pasado de la protagonista, los cuales nos servirán para llegar a entender su situación actual y su radical decisión (y cuando digo "entender" quiero decir "entender", no "compartir"), en la que la locura, la brutalidad y la violencia se tornan protagonistas con una frialdad digna del más implacable psychokiller. Además, esa mirada atrás en la vida de la protagonista nos ofrece un respiro en la narración para seguir afrontando la masacre.


Poco más se le puede pedir a una película que, sin ser la maravilla que muchos proclaman, entretiene y puede incluso servir como denuncia social al  abordar de manera atrevida y sin tapujos un tema de candente y rabiosa actualidad (la situación inmobiliaria) con un director valiente y dedicado al frente del proyecto y una actriz que borda su papel en un digno ejemplo de entrega interpretativa. A eso le podemos añadir unos efectos especiales solventes y un buen maquillaje premiado también en el pasado Festival de Sitges, junto a numerosas pinceladas de humor negro y una brutalidad que en ocasiones alcanza cotas realmente elevadas. Recomendable si quieres ver el lado dramático del problema de la vivienda y la radicalidad de la solución propuesta.

Una corporación farmaceútica llamado NewGen ha desarrollado el RAK 295, un potente complemento vitamínico para aumentar el rendimiento físico y psicológico. El producto, que está siendo probado en 30.000 voluntarios, se vuelve inestable y aparecen los efectos secundarios, aumentando la fuerza y la rapidez de los sujetos experimentales, a la par que les hace desarrollar un incontrolable apetito por la carne humana. El ex-je de seguridad de NewGen, Cole, busca a Angela, la primera de las personas que se sometieron al test y única que no ha sufrido la infección. Junto a un grupo de personas, intentarán abandonar un Londres apocalíptico infestado de estas terribles criaturas.

En el principio George A.Romero rodó La Noche de los Muertos Vivientes. Y dijo Romero: Que los muertos se levanten de sus tumbas; y los muertos abandonaron sus sepulturas para caminar sobre la faz de la Tierra. Y llamó Romero zombies a los muertos vivientes, y a los vivos los llamó humanos, y los separó en dos bandos enfrentados para siempre. También vió Romero que los zombies eran legión, y que los humanos siempre estaban en inferioridad numérica, y equilibró la contienda haciendo a los primeros extremadamente lentos y torpes, y concediendo a los segundos con todo tipo de armas. Y así, humanos y zombies, zombies y humanos convivieron durante décadas, hasta que llegó El Profeta Danny Boyle, que otorgó a los zombies el don de la velocidad y la fuerza sobrehumana a cambio de una infección, poniendo las cosas extremadamente feas para los vivos y dejando patas arriba el universo establecido por Papá Zombie...

Y hoy, nueve años después, los zombies, infectados o como queraís llamarles,siguen siendo en numerosas ocasiones auténticas máquinas de matar alimentadas por su afán de comer no ya cerebros, sino todo lo que huela a carne humana. El director de Devil's Playground, el debutante Mark McQueen, es  fiel discípulo de la doctrina Boyle, y sus infectados son aún más rápidos si cabe que los de 28 Días Después (2002). En ese sentido, esta película que hoy ocupa nuestra atención no aporta nada nuevo al género y es más de lo mismo: historia de una infección que se desata en una gran urbe (en este caso, Londres...) y el espectador siendo testigo de la propagación de la epidemia y de los esfuerzos por parte de un grupo de supervivientes para salvar sus vidas, en este caso con el añadido de que uno de ellos, inmune a la infección, puede ser la clave para la salvación de la raza humana y bla, bla, bla...


Las actuaciones son, en general, bastante pobre y limitadas y quizás debido a un guión que no deja resquicio alguno para que nadie se luzca. Todo es previsible y no hay lugar para la sorpresa. Y los efectos especiales son a todas luces escasos e insuficientes para tratarse de una película de zombies/infectados, con lo que todo eso conlleva: apenas hay sangre y el maquillaje de las criaturas es limitado.

En definitiva, película-crisol que toma elementos de aquí y allá,  recomendada sólo para fans del género zombie que estén necesitados de su dosis mensual de muertos vivientes o sucedáneos y que aquí tendrán ración extra de zombies que bien podrían participar en triatlones, maratones y demás pruebas de resistencia. Como suelo decir, corren que se las pelan (pero no viceversa).

Marchando otra suculenta ración de imágenes promocionales de Thor,  dirigida por Kenneth Branagh y a estrenar el próximo 26 de abril (con lo que falta menos de un mes...).  En esta ocasión nos ofrecen seis posters individuales de los principales personajes del film. Los pongo a escala reducida, pero si pinchaís sobre las imágenes podreís apreciarlos a mayor resolución y escala.

Tengo que reconocer que nunca he sido fan ni conocedor de la obra y milagros del Capitán América y eso que posiblemente sea uno de esos superhéroes que se encuentran en el top ten de los más seguidos y populares del universo Marvel en particular, y del mundo de los cómics en general. 

Pero igual la cosa cambia a partir del 22 de julio (5 de agosto en España), cuando se estrene Captain America: The First Avenger la película que Joe Johnston ha dirigido sobre el personaje, al que dará vida un Chris Evans que, en principio, no me parece un actor a destacar si tenemos en cuenta su currículum previo.

¿Qué es lo que ha despertado mi curiosidad por este personaje y mis ganas de ver esta película? Pues el trailer que, a decir verdad, tiene muy buena pinta: ambiente bélico clásico, un argumento interesante a priori y un villano que mola: Hugo Weaving en el papel de Cráneo Rojo. Así pues, nos toca esperar unos meses...

 

Acabo de ver este video promocional de Canal + y como me declaro fan incondicional de George R.R. Martin, su saga Canción de Hielo y Fuego,  la adaptación de la HBO para la televisión (Juego de Tronos) y también de Alex de la Iglesia, he subido raudo y veloz a colgar el video. Son apenas dos minutos y pico de metraje intercalando algunas impresiones del director de Bilbao sobre el mundo de Juego de Tronos, pero me ha encantado comprobar que Alex es fan, que se le escapa la sonrisa de satisfacción en varias ocasiones porque sabe que le espera una buena adaptación para televisión, y se hace las mismas preguntas y cuestiones que un fan normal, de la calle, se hace a estas alturas. Grande Alex de la Iglesia...

Chic@s, tranquilos que no es parte de la declaración de mis últimas voluntades, ya que yo quiero ser incinerado (aunque preferiría ser enterrado al estilo vikingo...). Ese es el título de una canción de El Reno Renardo, un grupo de Getxo que empezaran allá por el año 2006 a hacer rock festivo o, como ellos denominan, "metal estúpido" con desternillantes versiones de temas míticos o canciones de nuevo cuño, totalmente originales, como la que os traigo esta noche. Si quereís saber más, AQUI teneís una breve biografía, y en la web podeís descargar sus discos.

Por otro lado, la canción se ha convertido en un himno bastante peculiar que suena casi todos los días en el curro, así que me vais a permitir que se la dedique a todos los compañeros que tan bien nos acogieron en Siero (Oviedo) y en Barakaldo, y para todos los que estamos ahora en Santander ultimando detalles para que todo esté listo para el día D y la hora H. Nadie dijo que fuera fácil, pero es un proyecto bonito y hay un grupo bastante majo de gente trabajando duro. Lo vamos a petar seguro...

La foto es de una de las vallas publicitarias que ya pululan por todo Santander y otras muchas localidades de Cantabria, incluido Castro y Mioño. Hay gente a quien le ha molestado la campaña de publicidad, cosa que no me explico a estas alturas de siglo XXI, pero bueno, supongo que aún quedan resquicios en algunas mentes retrógradas. Se olvidan de los 70-80 puestos de trabajo que se han creado y de las oportunidades que supone la entrada de una empresa así en una capital de provincia. En fin, os dejo con la canción...

Hace unos meses os hablaba de Your Highness, película de aventuras con un trasfondo de fantasía heroica y grandes dosis de humor protagonizada por Danny McBride, James Franco, Natalie Portman, Zooey Deschanel y Justin Theroux. En aquella ocasión pudimos ver el primer póster y trailer de una producción que se estrena el 8 de abril en los EE.UU. y que llegará a España con algo de retraso, como suele ser habitual. Ahora es el turno de un nuevo trailer, de los clasificados como "red band", que sigue dejando entrever que será una película atípica y bastante divertida que, personalmente, no me pienso perder.

Pues sí, hoy sábado y para empezar bien el día y el fin de semana, nada mejor que una pequeña entrada para aumentar la barra de energía de este blog. ¿El motivo? Un par de premios que me han otorgado esta semana desde dos blogs amigos y que suponen los primeros para este pequeño rinconcito de internet. 

Ambos galardones son por tener un blog cuidado, mimado, actualizado y cool, así que es normal sentirse orgulloso. El primero de ellos (Premio al Blog más Bonito) llega desde Alma y Superficialidad, el blog de Belle, porque según ella a mi blog "no le falta detalle". ¡Muchas gracias! La verdad es que nunca estoy contento con el aspecto del blog y me gustaría actualizar más a menudo, pero me temo que el tiempo es el que manda y ahora mismo ando justo en esa parcela.

El segundo premio llega desde El Blog de Calavera, del amigo Ariakas, y comenta que este es "un blog cool donde los haya. Con un diseño genial que me inspiró para crear el mío y donde puedes estar al día de todas las novedades referentes al género del terror y la ciencia ficción, tanto en cine como en TV y literatura. Además de tener unas reseñas de libros muy completas e interesantes". 

La verdad es que ante semejantes elogios poco puedo decir. Es todo un orgullo recibir estos premios que son combustible directo para las entrañas de la bestia, para que sigamos pasándolo bien y mantener intactas las ganas como el primer día. ¡Mil gracias!

Hace un tiempo os hablé de la iniciativa de Riot Cinema Collective, sumergidos en la pre-producción de El Cosmonauta, la primera película española con licencia Creative Commons y financiada mediante "crowdfunding" en la que tú mismo puedes ser productor o inversor de un proyecto realmente precioso e intersante que comenzará a rodarse a principios de mayo. Ya hay disponible un teaser trailer a modo de introducción a la historia que contará la película, y un making of de dicho teaser. El cine, no sólo el español, necesita de este tipo de ideas e iniciativas para mirar con optimismo al futuro y establecer nuevas relaciones y experiencias con los espectadores y los usuarios de internet, presente y futuro de la industria cinematográfica, como dijo el gran Alex de la Iglesia.

Publicación: 24 de marzo de 2009

Género: Metal progresivo

Duración: 50:06

Discográfica:  Relapse Records

Productor/es: Brendan O'Brien

Una vez más, vuelvo a la carga con un disco de los Mastodon. No hace tanto que os hablé de las excelencias de dos de sus anteriores trabajos (Leviathan [2004] y Blood Mountain [2006]) en sendas reseñas donde dejaba bien claro mi devoción absoluta por este grupo de rock/metal progresivo (etiquetadlo como queraís, aunque quizás la denominación más acertada sea la de "música de altísima calidad") que poco a poco se están haciendo un hueco no ya a nivel mainstream, sino en la historia de la música de calidad. 

Y una vez que me he posicionado, vamos a ver qué nos ofrecen con este Crack the Skye, un disco lanzado al mercado el 24 de marzo de 2009 (con lo que exactamente hoy cumple dos añitos) y que produjo Brendan O'Brien, habitual de bandas como Stone Temple Pilots, Pearl Jam, AC/DC, Rage Against The Machine o Bruce Springsteen, con lo que alinearon de su lado la baza de la experiencia.  El disco es totalmente conceptual, y si en Leviathan todo giraba en torno al elemento Agua (y más en concreto, alrededor de la historia de Moby Dick), y en Blood Mountain el tema principal era el elemento Tierra, (narrando una hipotética y mística ascensión a una montaña), en Crack the Skye todo se aglutina en torno al elemento Aire, y para describir la trama usaré las palabras del batería Brann Dailor:

"Un parapléjico atrapado en su cuerpo usa los viajes astrales como única vía de escape. En una ocasión sale de su cuerpo al espacio exterior y le ocurre algo similar a lo que le ocurrió a Icaro en la mitología: se acerca demasiado al Sol y el cordón umbilical dorado que estaba conectado a su plexo solar se quema, quedando a la deriva en el espacio exxterior. Es entonces cuando un agujero de gusano le absorbe y le arrastra hasta el mundo de los espíritus, a los que intenta convencer de que en realidad no está muerto. Estos le creen y deciden ayudarle depositando su alma en el cuerpo de Rasputín, quien es asesinado cuando intentaba derrocar al Zar. Así, las dos almas abandonan el cuerpo del monje ruso dirigiéndose hacia una brecha o ruptura en el cielo (de ahí el título de Crack the Skye, haciendo un juego de palabras entre "sky" [cielo] y Skye, nombre de la hermana del batería Brann Dailor que se suicidó cuando tenía catorce años...), donde Rasputín usará su sabiduría para devolver el alma del chico a su cuerpo antes de que sea demasiado tarde, ya que sus padres creen que está muerto. Pero no será tarea fácil, pues en el camino aparecerá el Diablo, que intentará robar y destruir sus almas..."

Como habeís podido comprobar, la simpleza argumental no entra en los planes de los Mastodon, y disponen para este disco una trama compleja que ellos mismos están pensando en adaptar para llevarla a la gran pantalla algún día.


En su día definía Leviathan (2004) como "una amalgama brutal de un sonido pesado y agresivo, pero muy cuidado en cuanto a composiciones, ritmos y riffs", y de Blood Mountain (2006) comentaba que "irradian potencia, velocidad y caña por doquier, pero cuando se ponen a trabajar las melodías y a pulir las composiciones, no hay quien les haga sombra de momento". Pues bien, con Crack the Skye se acaban los calificativos para esta banda. Mastodon dan otro paso adelante en cuanto a creatividad y, pese a que el nivel de agresividad se ha suavizado ganando en elegancia, el viaje enérgico y trepidante está garantizado. Sinceramente, me parece una OBRA MAESTRA no ya del metal progresivo, sino de la música en general. Es

Se abre el disco con Oblivion, primer single y perfecta declaración de intenciones, con una genial superposición de voces y riffs a medio tiempo que ejercen de marco para que Brann Dailor (batería) y Troy Sanders (bajista) se luzcan con la lírica. Divinations suena a continuación con unos buenos coros en el estribillo y frases de guitarra complejas y angulosas. El tercer tema del disco es Quintessence, una canción capicúa en cuanto a intensidad, pues empieza y termina de forma semejante, no sin antes haber pasado por un tramo de ritmo trepidante. Llegamos así a The Czar, una pieza de casi once minutos de duración y auténtico corazón del disco. Es un temazo dividido en cuatro partes donde Mastodon demuestran quiénes son y qué es lo que hacen. Rebosante de epica pura y genialidad, este tema está empapado del halo cósmico y misterioso que envuelve todo el disco. Sencillamente impresionante.

La pieza siguiente es Ghost of Karelia, donde continúan el viaje místico incrementando ligeramente la crudeza del sonido pero sin dejar de lado su densidad sonora característica. Llegamos así al tema que da título al disco: Crack the Skye, donde la voz cantante la lleva Scott Kelly, cantante de Neuosis y amigo colaborador habitual de Mastodon, y contribuye a crear un clima pesadillesco con su particular voz. El viaje culmina con The Last Baron, otra joya extensa de trece minutos de duración que reúne toda la fuerza, el virtuosismo y la complejidad exhibida durante los seis primeros cortes del disco.

Para concluir, no me cansaré de repetir que Crack the Skye es una auténtica joya, una obra maestra sin paliativos. Complejo, potente, épico, con una atmósfera envolvente, original, de fuerza inusitada y técnica que roza el virtuosismo... Es una pasada de disco y lo recomiendo a todo el mundo, seaís más de hard rock, de metal o de pasodobles. La buena música tiene que tener su rincón en todas partes y llegar a todos los oídos.

Hoy toca decirle adiós a un mito de la interpretación. Elizabeth Taylor (nacida en Londres de padres estadounidenses en febrero de 1932) ha fallecido hoy a los 79 años de edad a causa de una insuficiencia cardíaca, debido a la cual llevaba dos meses hospitalizada. 

La guapísima actriz participó en medio centenar de películas y ganó dos Oscars por sus interpretaciones en Una mujer marcada (1960) y ¿Quién teme a Virginia Woolf? (1966). Además, estuvo nominada por sus papeles en La gata sobre el tejado de zinc (1958), El árbol de la vida (1957) y De repente, el último verano (1959). Memorables fueron también films como Un lugar en el sol (1951), El padre de la novia (1950) y Gigante (1956). Personalmente, también recordaría la mítica Cleopatra (1963), mastodóntica producción que se encuentra entre los mayores fracasos de la historia del cine.

Su turbulenta vida también contribuyó a extender su fama, con una tormentosa relación con las drogas e incluyendo ocho matrimonios, dos de ellos con Richard Burton, con el que formó una de las parejas mas reconocidas del mundo del celuloide.

Hasta siempre, Reina del Nilo.

Título original: Devil   Género: Thriller, Terror

Duración: 80 minutos   País: EE.UU.

Dirección: John Erick Dowdle   Guión: Brian Nelson, M. Night Shyamalan

M.Night Shyamalan me parece uno de los directores más sobrevalorados de la historia, ya que con apenas un par de películas decentes (a mí me gustaron mucho en su día El Protegido (2000) y El Bosque (2004) se ha hecho con un hueco en esta jungla que es la industria del cine, donde otros con más talento luchan día a día por alcanzar una oportunidad que nunca termina de llegar. Airbender, el último guerrero (2010) no la he visto ni la pienso ver, y La Joven del Agua (2006) y El Incidente (2008) terminaron de cerrar mi grifo de confianza, quizás para siempre.  En fin, podría hablar largo y tendido de Shyamalan, pero el asunto que hoy ocupa nuestro tiempo es hablar de una película que, pese a no estar dirigida por él, lleva un cebo en forma de coletilla que dice "de la mente de M.Night Shyamalan".  

La Trampa del Mal es una historia dirigida por John Erick Dowdle, responsable de The Poughkeepsie Tapes (2007) y Quarantine (2008), aunque la historia si es cierto que nació de Shyamalan, quien también ejerce de productor, con lo que su sello está presente en todo momento. La gran diferencia estriba en la pretenciosidad, omnipresente en las películas del director indio, pero ausente en la película de Dowdle, director que se ha centrado en intentar hacer las cosas de forma sencilla y directa con los medios que le han proporcionado, con un resultado simple, pero no exento de entretenimiento. Un opresivo ascensor, cinco desconocidos atrapados dentro, y un detective que hace todo lo que está en su mano para sacarlos de ese habitáculo agobiante son los protagonistas básicos de este thriller sobrenatural que de alguna manera quiere establecer una pequeña moraleja sobre el perdón con un desenlace algo apresurado y precipitado.

Un reparto correcto, ciertos momentos de tensión, una atmósfera con dosis de intriga y suspicacia y algo de sangre completan una historia simple y despojada de las ínfulas superlativas que Shyamalan suele imprimir a sus proyectos, aunque recordemos que aquí el que dirige es otro. Tampoco me gustaría olvidarme de la banda sonora de Fernando Velázquez y de los créditos iniciales, que me han encantado y se encuentran entre lo mejor de la película. Para pasar un ratito entretenido si aceptamos su simpleza y sus reglas del juego.

Todos tenemos claro que los pósters que han salido hasta la fecha sobre esta insólita historia tienen mucha mejor pinta que la película en sí. Primero fue un cartel minimalista y luego uno con aires retro-ochenteros que no estaba nada mal, mientras que ahora es el turno de un cartel también de atmósfera retro pero bastante sangriento y explícito. La curiosidad me está matando y a pesar de que tengo la sospecha certera de que será un film súper cutre, ya tengo ganas de ver la película. Recordad que Rubber (2010) es una película escrita y dirigida por Quentin Dupieux, que se proyectó en el pasado Festival de Sitges y que narra la historia de un neumático con poderes psíquicos llamado Robert que quiere vengarse de la humanidad después de contemplar una pila de ruedas ardiendo.

El mundo de la piratería es una de mis debilidades y aficiones. No penseís mal, ya que me refiero a las historias de corsarios, bucaneros, filibusteros y piratas en general. Es por ello que, pese a que la saga Piratas del Caribe no es nada realmente del otro mundo, si que tiene la esencia justa como para que haya visto las tres primeras entregas en pantalla grande y que la cuarta, que está al caer, ya me haya tentado lo suficiente como para darle esa oportunidad. Eso y unas palomitas, y tenemos una tarde de sábado completita, así que para empezar y antes de los posters (que no los postres...), os dejo con el trailer definitivo:

La cuarta parte se titula Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas (Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides), y está dirigida  por Rob Marshall, y en ella volveremos a ver en acción al capitán Jack Sparrow, interpretado a la perfección por un Johnny Depp  que parece haber nacido para capitanear un buque pirata. Los pósters ya empiezan a centrarse en la figura de Sparrow, y también hay uno por cada personaje principal. Así, podemos ver a Geoffrey Rush y Ian McShane, que interpretan a los piratas Barbosa y Barbanegra, respectivamente, así como a nuestra querida Pe (nótese mi ironía...) en el papel de Angelica. Todos han sido sacados de comicbookmovie.com.

El cine de terror ha contado desde sus inicios con una serie de elementos propios que le han hecho desmarcarse claramente del resto de géneros. Son una lista de ingredientes que en menor o mayor medida siempre encontraremos en una película de terror: criaturas sobrenaturales de cualquier naturaleza, monstruos clásicos que chupan sangre y aúllan a la luna, psychokillers obsesionados con las máscaras y los objetos punzantes, espectros del más allá que se divierten a costa de los vivos, casas encantadas que no desean ser habitadas, horror a raudales, miedo incontrolable, sangre a borbotones, sustos a granel...y sobre todo, mujeres.

Mujeres que, según la época a la que pertenecía la historia que protagonizaban, interpretaban un rol u otro. Desde la chica inocente e indefensa con gran capacidad para gritar y dudoso estilo para morir, hasta las mujeres de armas tomar, capaces de hacer frente a cualquier situación a base de sangre fría y un buen par de ovarios, pasando por la típica dama en apuros que en última instancia es arrancada de las garras de la muerte por el héroe de turno... La mujer siempre ha tenido cierta relevancia en las películas de terror. Y el cine de zombies, todo un subgénero constantemente de moda y con un enorme impacto en la sociedad actual, no iba a constituir una excepción y en la mayoría de películas donde los muertos vivientes campan a sus anchas devorando a los vivos es frecuente encontrar la presencia de chicas que son capaces de acaparar gran parte de la atención del espectador con su valentía, sus alaridos y, en ocasiones, con su poderosa anatomía. Chicas y zombies, zombies y chicas, un binomio inseparable. Pero, ¿cómo empezó todo?.

Estamos en 1968, en el cementerio de Evans City (Pennsylvania), unos cincuenta kilómetros al norte de Pittsburgh. Johnny y Bárbara son dos hermanos que se encuentran allí para depositar unas flores en la tumba de su padre. Desde un primer momento nos damos cuenta de que Bárbara no se encuentra nada cómoda en ese tétrico lugar y su hermano tiene la brillante idea de intentar asustarla con una frase que quedaria grabada a fuego en nuestras mentes para siempre: ”¡Vienen a por tí, Bárbara!”. Pero, caprichos del destino, al bueno de Johnny le sale el tiro por la culata y es atacado por un extraño ser ante la atónita mirada de su hermana que no tiene más remedio que abandonar a su desgraciado hermano y huir despavorida si quiere sobrevivir... Todos recordamos esta escena, perteneciente a The Night of the Living Dead (La Noche de los Muertos Vivientes), película de culto dirigida por George A. Romero en 1968 y clave para el devenir del cine de terror contemporáneo, ya que supuso el pistoletazo de salida para que los cadáveres despertaran, abandonaran sus tumbas y caminaran sobre la faz de la tierra. Nacía así la figura del zombie moderno, un muerto viviente que desafiaba a la muerte y con un desaforado apetito por la carne humana. 

Bárbara (interpretada por Judith O´Dea, a la que algunos preferían llamarla O´Dead en un alarde de imaginación...) es una mujer de carácter frágil y escasa fortaleza mental a la que el desarrollo de los acontecimientos la superan claramente desde el inicio de la pesadilla. Tras el shock de contemplar en vivo y en directo cómo su hermano es atacado por un zombie, se verá sumida en un estado catatónico del que no logrará zafarse durante buena parte de la película. Incapaz de valerse por sí misma y atenazada por el terror, Bárbara conseguirá reaccionar, pero demasiado tarde... El personaje de Judith O´Dea resulta ser una fiel representación del rol de la mujer en la sociedad americana de la época: mujeres dependientes de sus maridos casi al cien por cien (los cuales apenas permitían a sus esposas intervenir en la toma de decisiones) y que, resignadas, asumían su nula participación en los asuntos de cierta relevancia en la vida cotidiana. Un trato nada generoso, la verdad. 

Junto a Bárbara, el otro rol femenino clave de La Noche de los Muertos Vivientes es todo un icono del cine de terror pese a que su papel era más bien escueto y parco en palabras, pero intenso a más no poder: nos referimos a Karen, la hija del matrimonio Cooper, que resultó ser uno de los elementos más turbadores de la película, ya que por aquel entonces los espectadores no tenían la oportunidad de ver cómo una niña devoraba a sus padre en la gran pantalla. Este crudísimo hecho fué usado por George A.Romero como una metáfora de la destrucción del núcleo familiar y del manido sueño americano. Además, el rostro zombieficado de Karen se convirtió, como hemos mencionado, en un icono del cine de zombies al ser usado en varias ocasiones como portada de la película en algunas de sus ediciones.

 El tiempo transcurrió, y diez años después de dar el pistoletazo de salida al género zombie, Romero vuelve a la carga con Dawn of the Dead (1978), la segunda parte de su particular trilogía original que en España llevó el título de “Zombi”. Esta nueva entrega tiene un velo totalmente post-apocalíptico al presentarnos a una sociedad totalmente anárquica, desmoronada y sumida en el caos debido a la plaga de muertos vivientes que asola el planeta, y donde todo vale a la hora de sobrevivir. Incluso hay quienes han querido obsevar una feroz crítica al materialismo y a la sociedad de consumo de la época, plasmado en el ansia consumista post-mortem que arrastraba a los zombies hacia un centro comercial incluso después de muertos. 

Pero volvamos a lo que nos interesa, que son las mujeres. En esta ocasión el personaje principal femenino toma forma en Francine (Gaylen Ross), un estilo de mujer diferente al que vimos en The Night of the Living Dead.  Los tiempos han cambiado y la situación de las mujeres dentro de la sociedad también, asi que Francine resulta ser el primer paso de la evolución del rol de las mujeres en este género. Su personaje es una mujer con carácter e iniciativa que no duda en cargar con parte de la responsabilidad a la hora de sobrevivir, y que a pesar de estar embarazada demuestra sus agallas y su decisión aprendiendo a disparar y a pilotar un helicóptero, todo esto sin perder ni un ápice de su feminidad. Incluso se permite el lujo de dar órdenes a sus dos compañeros, los cuales las acatarían sin rechistar. Francine supuso el germen de Sarah Connor,  la mujer dura y decidida que veríamos años más tarde en Terminator 2, de James Cameron.

En 1985 llegaría a nuestras pantallas Day of the Dead (El Día de los Muertos), la tercera parte de la saga zombie de Romero, donde de nuevo el futuro se presenta bastante aciago para la raza humana, ya que de nuevo nos muestra a los muertos campando a sus anchas por la faz de la tierra y una pequeña porción de esa sociedad derruida sobrevive a duras penas en un búnker bajo tierra. Esta vez las críticas de Romero se dirigen hacia el excesivo poder de algunos estamentos (léase el ejército), la falta de escrúpulos de la ciencia que en ocasiones apela al todo vale y la ausencia de colaboración y comunicación imperante en la época, dando como resultado una sociedad cada vez más individualista. La situación entre científicos y el militares en el refugio es bastante tensa, y como mediadora tenemos a Sarah, una científica interpretada por Lori Cardille, que hará lo imposible por mantener el orden y la cordura entre las dos partes.

Lori Cardille es Sarah (Day of the Dead, 1985)

De nuevo Romero opta por un personaje femenino fuerte y decidido, una mujer valiente y segura de sí misma que se erige como líder del bando de los científicos. Sarah tendrá sus más y sus menos con los militares a la hora de exponer sus decisiones, enfrentándose no sólo a una postura opuesta a la suya, sino también a un grupo de hombres que no aprueban que un puesto de semejante responsabilidad recaiga en una mujer. Como podeís ver, hay cosas que nunca cambian...

Dejando de lado (por el momento) al director George A. Romero, es inevitable detenerse en Return of the Living Dead (El Regreso de los Muertos Vivientes), entretenida y divertidísima película dirigida en 1985 por el recientemente fallecido Dan O´Bannon donde el humor está por encima del terror en este clásico del cine de zombies, los cuales corren que se las pelan (y no al contrario...), mostrándose ágiles y, por lo tanto, mucho más peligrosos.  La scream queen por excelencia, Linnea Quigley, interpreta en esta cult movie a Trash, una jóven punk que, empujada por la bizarra fantasía erótica de ser mordida hasta la muerte por una jauría de ancianos salvajes, se encarama a una tumba en un cementerio y, tras desnudarse, se pone a bailar el tema Tonight (We´ll Make Love Until We Die) de SSQ, protagonizando uno de los desnudos más célebres y celebrados del género. 

El papel estaba destinado en un principio para Jewel Shephard, quién lo rechazó debido a los numerosos desnudos que el guión exigía. La escena del cementerio permanecería para la posteridad en las retinas de miles de adolescentes cuyas hormonas danzaban al son que marcaban las caderas de Trash y permitió a Linnea Quigley iniciar una longeva carrera como scream queen dentro del cine de serie B. Había nacido todo un mito sexual.

Tres años después, en 1988, la comedia de O´Bannon tuvo una secuela titulada Return of the Living Dead 2 (La Divertida Noche de los Muertos Vivientes) que pese a contar con algunos momentos desternillantes, resultó ser inferior a la propuesta original. Esto no impidió que en 1993 Brian Yuzna dirigiera Return of the Living Dead 3 (Mortal Zombie), una tercera entrega que poco tiene que ver con las anteriores y donde tanto el humor como la diversión de sus predecesoras se esfuma para dejarnos una película diferente, una especie de revisión de la historia de Romeo y Julieta en versión gore-punk que generó numerosos debates  entre los amantes del cine de zombies debido al comportamiento novedoso que los muertos muestran en el film. Pero centrémonos en la protagonista femenina de la película, que es lo que nos interesa...

Mindy Clarke interpreta a Julie Walker, la novia del prota, que muere y es resucitada por su chico con un gas, el Trioxin, usado por el gobierno para crear muertos vivientes al servicio del ejército. Julie se convierte en un zombie un tanto especial que es capaz de comunicarse de forma natural y que sigue estando enamorada de su novio, al que respeta y no ataca. Lo mejor del personaje es su apariencia, y vamos a explicar el por qué: a medida que avanza la historia, la chica descubre que la automutilación y el dolor frenan considerablemente sus ansias de comer carne humana, con lo que comienza a decorar su cuerpo mediante agujas, alfileres, cristales, trozos de metal y todo aquello que encuentra en su camino que le pueda ser de ayuda en su espectacular body-tuning. El resultado es una zombie realmente sexy, con un cierto aire de cenobita hellraiseriano en versión erótica, que haría las delicias de los aficionados al sadomaso. De nuevo una película de zombies nos regalaba un mito erótico, esta vez en los´90.

Los ´90 nos trajeron un inesperado regalo en forma de remake. El maestro de los efectos especiales y el maquillaje Tom Savini osaba meterle mano al clásico de Romero rodando su particular versión de Night of the Living Dead (La Noche de los Muertos Vivientes), consiguiendo una versión moderna y actualizada de la pelicula que destapó la caja de los zombies. Con un esquema y un argumento prácticamente calcados al de la original, el remake de Savini no defraudó a nadie con este film en color (una de las diferencias con el original) donde los efectos de maquillaje alcanzan el status de genialidad. Además, otra de las grandes diferencias respecto al film de George A. Romero la encontramos en la protagonista femenina que poco o nada tiene que ver con la original. 

Patricia Tallman es la encargada de dar vida a la nueva Bárbara, una mujer que, pese a que al inicio de la película parece un clon de su predecesora (insegura y atenazada por el pánico), sufre una evolución radical durante el metraje, ganando valentía y confianza en sí misma, y convirtiéndose en toda una heroína. La gran aportación de esta  Bárbara irreconocible es su evolución y su capacidad de adaptación ante semejante crisis apocalíptica. Hasta ahora veíamos en pantalla dos tipos enfrentados de rol femenino: mujeres en estado de shock incapaces de reaccionar y que suponían un lastre para la supervivencia y, por contra,  mujeres duras que eran capaces de tomar las riendas del asunto desde el inicio. Pero nunca antes habíamos sido testigos de un personaje femenino que fuera capaz de sufrir una evolución tan bestial en apenas hora y media de película, pasando de ser una completa mema a una heroína al más puro estilo Ripley. Las chicas, muy a pesar de los zombies, comenzaban a ser guerreras de verdad.

Y hablando de remakes, el visionario Zack Snyder llevó a cabo su particular visión de Dawn of the Dead de Romero con El Amanecer de los Muertos en 2004. Snyder se desmarca desde el inicio de las referencias romerianas y ejecuta con maestría una de las mejores películas de zombies de la historia, sin críticas al consumismo generalizado aunque con un centro comercial como escenario de lujo donde un puñado de supervivientes tendrá que agudizar el ingenio y poner toda la carne en el asador para evitar ser devorados por una horda de muertos vivientes extremadamente rápidos y feroces. Los primeros minutos del film son simplemente geniales, con unos títulos de crédito que muestran imágenes reales de la violencia en el mundo al son del When a Man comes Around, del eterno Johnny Cash. 

 

Es ahí cuando se desata la tragedia que vive en primera persona Ana (Sarah Polley), una enfermera que contempla horrorizada cómo su marido, junto con prácticamente todo su vecindario, se han convertido en zombies dispuestos a devorarla viva. Ana no tiene otra salida más que la huida, abandonar su hogar sin dirección aparente para sobrevivir al horror. Una vez más seremos testigos de la transformación del personaje, de su evolución, ya que Ana, una vez superado el trauma inicial, encontrará su sitio entre unos variopintos supervivientes, donde actuará con dotes de mando y un sentido común vital para el devenir y la superviviencia del grupo, tomando el control de la situación junto a Michael, un simple vendedor que también se convertirá en su amigo, mano derecha y amante en un mundo desolado.

A finales del siglo XX, la fiebre por el género zombie expandió sus tentáculos y éstos llegaron al mundo de los videoconsolas, surgiendo un nuevo género de videojuegos denominado survival horror, en donde la atmósfera opresiva y aterradora es básica para el devenir del juego. La saga de Resident Evil se convirtió en el máximo exponente de dicho género, aderezándolo con zombies surgidos de los experimentos que la Corporación Umbrella llevaba a cabo como parte de su investigación en el campo de las armas biológicas. Curiosamente, Resident Evil fué uno de los primeros videojuegos de acción que otorgaba un gran protagonismo a las mujeres. 

En la adaptación de los videojuegos al cine, cuya primera entrega fué Resident Evil (2002), Milla Jovovich fué la elegida para ser Alice, la gran protagonista del film (no así en los videojuegos...). Sin entrar mucho en detalles argumentales podemos afirmar que Alice es la teniente Ripley del siglo XXI. En la primera entrega de la saga nos encontramos con una mujer amnésica que lucha por recordar su pasado, descubriendo a medida que avanza la película que en realidad es una especie de soldado altamente cualificado con unas habilidades excepcionales para el combate y capaz de patearle el culo a cualquiera que se interponga en su camino. Con el resto de entregas de la saga (Resident Evil: Apocalypse en 2004, Resident Evil: Extinction en 2006, y Resident Evil: Afterlife en 2010) seguimos confirmando lo que nos temíamos, y es que pocas veces hemos tenido la oportunidad de ver en pantalla a una tia tan sexy dando tanta caña a unos muertos vivientes como con la señorita Jovovich, a la que incluso le han atribuido poderes sobrenaturales fruto de la experimentación genética.

Pero Alice no está sola en la saga de Resident Evil, sino que ha sabido rodearse de algunas compañeras de viaje que tampoco se quedan cortas a la hora de repartir estopa. Michelle Rodriguez encarnó a la durísima y todoterreno Rain Ocampo, perfecto ejemplo de mujer-soldado que no tiene nada que envidar al género masculino y que destacaba por su fortaleza y su preparación (cliché que ha seguido interpretando a lo largo de su carrera). 

Ali Larter es Claire Redfield

Siena Guillory es Jill Valentine

Jill Valentine es otra de las chicas guerreras de Resident Evil, cuya intepretación corrió a cargo de la explosiva Sienna Guillory y por la cual recibió numerosas críticas. El parecido físico entre ambas era evidente, pero no supo imprimirle a su personaje el carácter que Jill tenía en los videojuegos. Junto a ésta, Claire Redfield es la otra gran protagonista que en los videojuegos llenaba de plomo las cabezas de todo muerto viviente que se le acercara. Ali Larter fué la elegida para este personaje, a pesar de su nulo parecido físico. En esta ocasión la cosa salió algo mejor que con la elección de Sienna Guillory, y la joven Larter no recibió tantos varapalos por parte de la crítica.

Cuarenta años han pasado desde que los muertos vivientes de Romero, aquellos que desafiaban a la muerte y la putrefacción para devorabar a sus otrora congéneres, dieran el pistoletazo de salida al cine zombie moderno. Cuarenta años donde hemos visto desfilar por la gran pantalla un amplio abanico de protagonistas femeninas: esas féminas que entran en estado de shock en cuanto se desata la locura, ese tipo de mujeres agueridas que no dudarán en meterte una bala entre ceja y ceja si te atreves a ir a por su cerebro, chicas sexys que esconden un feroz caracter debajo de ese halo de belleza...En definitiva, cuarenta años de chicas y zombies, de zombies y chicas, un binomio explosivo que, sin duda, seguirá haciendo las delicias de los aficionados al género durante mucho tiempo. Y una recomendación: si quereís sobrevivir cuando se desate el apocalipsis, arrimad vuestro culo a una tía. Seguramente sea lo más conveniente...