Pocos minutos han de transcurrir en "Camino Sangriento", secuela de "Km. 666" de Rob Schmidt, para darnos cuenta de por qué tardaron en rodarla apenas 25 días y fué lanzada directamente al mercado del DVD. Una película así no merecía la pena estrenarla en la gran pantalla, con todo el gasto de publicidad que ello conlleva y que seguramente no iba a recuperar.
El argumento es de lo más simple y típico del genero de terror más facilón y lleno de estereotipos a diestro y siniestro. Dale Murphy es, además de un ex-coronel marine (interpretado por Henry Rollins, cantante y todo un personaje que gusta del pluriempleo), el presentador y director de un reality-show de tv titulado "The Apocalypse" en el que los concursantes deberán superar una serie de pruebas en un apartado bosque de la geografía norteamericana, mas concretamente en Virginia, así que suponemos que se trata del mismo lugar donde se desarrollan los hechos de la primera película.
Ni que decir tiene que el grupo de jóvenes participantes de este concurso tipo "Supervivientes", en su mayoría descerebrados, entumecidos por la ignorancia y sumidos en el letargo intelectual de la siempre difícil adolescencia, serán blanco perfecto de las iras y el hambre, claro está, del grupo de caníbales-mutantes-asesinos de turno, formado esta vez por toda una familia compuesta de padre, madre, hermano, hermana, abuelo y algún miembro mas que me dejo en el tintero. Incluso un bebe mutante, cosas del ciclo de la vida.
El tipo de situación planteada nos pone tras la pista de películas como "My Little Eye" o mas recientemente "Halloween Resurrection", films que también basan su argumento en un grupo de personas de lo mas variado siendo acosadas y perseguidas bien en un concurso de tv, bien siendo grabadas por cámaras. Pero si hay una película que influye en el debut de Joe Lynch como director es "Las Colinas tienen Ojos", de la que toma la atmósfera y todo lo que rodea a la familia de mutantes. Lo que llama la atención poderosamente es la escena de la cena familiar en torno a la mesa, con víctima invitada, totalmente calcada a "La Matanza de Texas", en lo que no sabríamos si considerar un homenaje o un plagio en toda regla. Vamos a suponer que el señor Joe Lynch es devoto de Tobe Hopper...
Con "Camino Sangriento" disfrutaremos de hora y media de diversión simple a cargo del cine de terror menos complicado y pretencioso que existe, basado en sangre, vísceras, adolescentes en celo y algo de humor. Humor que en esta ocasión viene de la mano de un Henry Rollins mas sarcástico que nunca, y que ante la menor adversidad no duda en enfundarse el traje de Rambo y en masacrar a todo mutante que se le ponga a tiro. Teniendo en cuenta lo que este film propone, y que el interes del mismo reside en ver de que manera la familia de canibales despedaza a este o aquel jovencito, no queda mas que recomendarla para todos los amantes del género, pasareis un buen rato...
Una gran mesa generosamente repleta de comida; luces de colores que engalanan fachadas y ponen la nota de color sobre un inmaculado fondo de nieve; familias enteras sentadas al calor de una chimenea disfrutando de afables conversaciones; regalos depositados con mimo e ilusión al pie de un abeto profusamente decorado con todo el cariño del mundo... Todo esto es la parte amable de una fiesta tan señalada y familiar como es Navidad, y más concretamente, su víspera: Nochebuena. Pero es increíble como esa bucólica estampa puede irse al garete en un simple abrir y cerrar de ojos ó tomando la decisión equivocada.
Esto es lo que le ocurre a Angela (Rachel Nichols), una mujer entregada a su profesión, que en la víspera de Navidad decide hacer horas extras en su trabajo, siendo la ultima en abandonar el edificio de oficinas. Nunca antes quedarse en el trabajo cuando todos se han ido supuso una decisión tan equivocada y dramática. Su familia le espera en casa para celebrar la cena de Nochebuena, pero Angela no es consciente de que también le esperan en otro sitio y que Thomas (Wes Bentley), el inquietante vigilante de seguridad del parking del edificio, ha decidido combatir la soledad de su puesto de trabajo cenando con ella en contra de su voluntad. Thomas esta dispuesto a todo para acabar con su soledad, incluso a encadenarla a la pata de la mesa, y a medida que avanza la noche, su obsesión enfermiza por esta chica crece a pasos agigantados...
El parisino residente en Miami Franck Khalfoun debuta como director en la pantalla grande después de dirigir videoclips musicales de artistas tales como Busta Rhymes, y se ayuda de un guión firmado por Alexandre Aja y Gregory Levasseur, la pareja responsable de "Alta Tensión" y del remake de "Las Colinas Tienen Ojos". Ambos pusieron en marcha el proyecto después de leer en un periódico un suceso acerca de una mujer y su traumática experiencia al quedarse encerrada en un parking. El resultado es una película inferior en muchos aspectos a estos dos precedentes, cosa lógica por otro lado, ya que las dos películas mencionadas dirigidas por Aja son pequeñas joyas del cine de terror.
"Parking 2" no pasará a la historia ni como obra de culto ni como genial obra maestra, pero de lo que estoy seguro es de que no decepcionará a los amantes del terror, entre los cuales me incluyo, pues contiene los ingredientes básicos y necesarios para no defraudar y formar parte del elenco de películas correctas del género de terror. Se consigue mantener más o menos la tensión hasta el final, y a los habituales sobresaltos de las películas de este tipo, se une una atmósfera enfermiza, claustrofóbica y agobiante a más no poder, en gran parte debida al oscuro y para nada acogedor parking donde se desarrolla la acción, lugar que acaba por convertirse en un protagonista más de la historia. Sin ninguna duda, la fotografía ayuda a que ese parking ya de por si sórdido y turbador vaya más allá y mute en un paraje terrorífico, donde la oscuridad es a la vez enemiga y aliada.
En cuanto a interpretaciones, todo el peso recae en la pareja protagonista. Rachel Nichols se lleva la mejor parte puesto que su personaje de mujer en situación desesperada resulta mas creible que el de Wes Bentley como perturbado, aunque éste tambien resulta creible. La diferencia es que el personaje de Angela sufre una transformación a lo largo del film. Una vez superado el shock inicial y valorado sus opciones, demuestra ser una mujer de armas tomar que al menos decide luchar e intentar darle la vuelta a la tortilla, con el consiguiente cambio de roles que resulta de agradecer. A Wes Bentley se le nota cómodo con su papel de perturbado y psicópata, y al menos su actuación no resulta tan limitada y decepcionante como la que nos ofreció en "Ghost Rider", aunque indudablemente queda lejos de su también inquietante papel en "American Beauty".
Si a lo original y novedoso del lugar donde transcurre la acción le añadimos la buena actuación de Rachel Nichols, un nivel de tensión más o menos constante y algún que otro momento gore de los que Alexandre Aja suele dejar caer en sus peliculas, tenemos como resultado que "Parking 2" se constituye como una buena pelicula de terror, muy recomendable para los devotos del género.
La actitud correcta ante "Jumper" es contemplarla como lo que es: simple y llana película de escasos 90 minutos de duración y que no cuenta con otra pretensión que no sea la de hacernos pasar un rato ameno, quitándonos de la cabeza todo tipo de divagaciones y atribulados pensamientos, dándole de paso un descanso a nuestras neuronas durante esa hora y media. Si acudimos a la sala de cine y esperamos esto de ella, acertaremos de pleno, no nos decepcionaremos y puede que incluso nos hayamos divertido.
La historia es la siguiente: un chiquillo norteamericano descubre un buen día que tiene la capacidad de teletransportarse en el espacio. Después del genial descubrimiento, decide abandonar todo aquello cuanto conoce hasta la fecha para ganarse la vida de forma dudosa "visitando" bancos. Años después, descubrirá que hay otros como él y que son perseguidos por quienes detestan y creen peligroso ese curioso don.
Con este argumento sencillo a la par que descabellado y nada profundo, con un guión repleto de altibajos y lagunas argumentales, y con unas interpretaciones que dejan mucho que desear, a "Jumper" no le queda otra opción que valerse de su escasa duración, su ritmo frenético y unos excelentes efectos especiales para salvarse de la quema total.
En cuanto al reparto, pocos personajes aportan algo positivo. Tan solo Jamie Bell (que ya ha crecido desde "Billy Elliot" y ahora ya no quiere bailar, sino saltar...) y un hiperactivo Samuel L. Jackson (al parecer, algo necesitado de dinero...) muestran algo de su indudable talento interpretativo. En el lado contrario, Hayden Christensen sigue en el mismo punto de siempre. No es buen ni mal actor: simplemente, no deberia dedicarse a esto. Es uno de los peores inventos de Hollywood de los últimos tiempos, introducido en un mundo que le viene muy grande de la mano de George Lucas. Rachel Bilson casi está empezando en esto del cine, y no es lo peor del film, pero sin duda alguna se ve perjudicada gravemente por su pésimo partenaire y por la ridícula historia de ¿amor? protagonizada con más pena que gloria por ambos. No merece ser juzgada ahora, y sí en adelante, cuando se vea libre de rémoras. Michael Rooker aparece fugazmente pero con sentido en pantalla, como despreocupado padre del protagonista. Quien aparece un par de minutos en la película de forma surrealista es Diane Lane, cuyo papel es tan efímero que acaba resultando ridículo. Triste para una actriz otrora nominada al Oscar.
La pelicula está basada en la novela homónima de Steven Gould publicada en 1999 y es la primera de una trilogía dedicada a los "saltadores", continuada por "Reflex" (2004) y "Jumper: The Griffin Story" (2007). Así pues, no seria de extrañar que la pelicula dirigida por Doug Liman ("El Caso Bourne", "Sr. y Sra Smith") fuese también el inicio de una trilogía cinematográfica. Esperemos pues que la cosa mejores en sucesivas entregas, aunque ya se sabe: segundas partes...
Después de que el señor Burton, con maestria y saber hacer, salpicara "Charlie y la Fábrica de Chocolate" con unos numeros musicales acertados y enriquecedores para dicha pelicula, no quedaba otra opción que no fuera frotarse las manos impacientes y estar dispuestos a saborear ese mismo acierto pero elevado al cubo en un musical completo. Los ingredientes del coctel "Sweeney Todd" no podrían ser mas sugestivos: el tandem formado por un director tan personal y sin errores de bulto en su filmografía como Tim Burton, y un actor que se desenvuelve como pez en el agua en la mayoría de sus papeles y que rara vez decepciona, como es Johnny Depp, en una historia trágica de amor, con un barbero asesino diestro en el arte de apurar al máximo al que no hay cuello que se le resista, con canciones por doquier, y todo bajo un encuadre típico burtoniano de atmósfera onírica y febril, tétrica y desalentadora como en la peor de nuestras pesadillas.
Sin embargo, no todo ha salido como cabría esperar, y aunque "Sweeney Todd" resulta ser un musical con varias pinceladas positivas dignas de mención, cuenta con un borrón importante, agujero negro que casi engulle todo lo destacable del film, y que no es otra cosa que la falta de sentimiento y la repetición musical en casi todo el metraje. La pelicula peca de falta de fuerza musical, algo imprescindible en una pelicula de este género, al igual que se echa de menos una exageración de los sentimientos, extremarlos para hacerlos creibles entre tanto número musical.
Esta falta de fuerza no se extiende al plano visual, donde Burton es Burton al 100% e imprime su particular sello a cada plano del film. La puesta en escena de los personajes y la recreación de Londres resulta fascinante, oscura, tenebrosa, y como marco resulta incomparable. Vestuario, maquillaje y fotografia se empapan del estilo impactante de Tim Burton como viene siendo habitual y no defraudan en ese sentido. Dignos de mencionar son los titulos de crédito iniciales que auguran algo que, por desgracia, posteriormente no llega a desarrollarse con plenitud. Una lástima.
Los actores se muestran en todo momento al pie del cañón, destacando la pareja protagonista formada por Depp-Bonham Carter pero por separado, ya que el "feeling" entre ellos brilla por su ausencia, y a secundarios correctos, como Alan Rickman, en el papel de villano y Baron Cohen poniendo la nota de color y quizás la más humorística de la pelicula. El duelo de barberos entre Todd y Pirelli es una de las secuencias a recordar, casi tanto como la escena en la que Sweeney Todd ve completada su particular anatomía de asesino con sus viejas amigas, las navajas con las que desempeñaba su trabajo. A Johnny Depp se le nota una vez más comodísimo a las órdenes de Burton, aunque no tan expresivo como nos tiene acostumbrados. Musicalmente hablando, no se desenvuelve nada mal. No sería de extrañar que ganase el Oscar al Mejor Actor, puesto que Hollywood es muy dado a conceder galardones a actores que se lo tienen merecido, pero por obras en las que su talento no alcanza las mismas cotas que en actuaciones que quedaron sin premiar.
Así pues, ligera decepción por mi parte, que esperaba al mejor Burton narrando con maestría una historia en un lienzo de los que a él le encanta llenar con sus particulares trazos de humor, ironía, horror y sangre, y me encuentro con que a duras penas consigue transmitir emoción alguna, y se queda en lo puramente visual. Al menos tenemos una ingente cantidad de sangre vertida (descaradamente roja, como pintura, suponemos que para salvar la censura...) para entrar en calor a lo largo de las dos frías horas de duración...