Leer es un hábito que, aparte de ser bastante saludable, nos enriquece en casi todos los sentidos. Incluso, aunque parezca lo contrario, puede llegar a ser divertido y gratificante. Pero lo que no pretendo es listar las excelencias de esta afición, ni mucho menos. Quién la cultive sabrá las innumerables pinceladas que puede aportar personalmente. Lo que pretendo con esto es mostraros una ínfima parte de un género: la poesía. Tranquilos, no os echeís las manos a la cabeza....no pienso ponerme cursi ni sentimental, no es mi estilo. La poesía es un género que nunca ha llamado mi atención, es una parcela que no he cultivado apenas. Y tampoco voy a empezar a cultivarla ahora, ya que ni soy capaz ni tengo la habilidad de sacar conclusiones de la inmensa mayoría de composiciones que he podido llegar a leer. La verdad, hay otras muchas cosas que me llegan muy adentro, y todas a años luz de cualquier poemario.
Sólo quiero daros a conocer a un autor, del cual tuve conocimiento un 24 de Junio de 2003, en un recital poético que se celebró aqui, en Lorca, en el patio del Palacio de Guevara. Ha sido la primera y única vez que acudía a un recital de poesía, y la verdad es que me llevé un grato recuerdo gracias a Vicente Gallego, uno de los que allí se dieron cita para recitar algunos de sus poemas. Este valenciano, nacido en 1963 tiene tras de sí un curioso curriculum. Abandonó sus estudios de Letras para ejercer trabajos tales como portero de discoteca, go-gó, podador de pinos, repartidor de mensajería y lo que le ocupa actualmente, pesador en un vertedero de residuos tóxicos en Dos Aguas..Ahí es nada. Quizás sea esa cercanía al mundo real, esa proximidad a lo común de nuestras vidas, lo que dota a su obra de ese atractivo regusto mundano que a mí, personalmente, me llamó la atención. Los premios que ha recibido, alguno bastante importante,no le han alejado ni de su empleo, ni de su estilo, cosa digna de alabar y difícil de encontrar hoy en día, ya que los premios no añaden ni restan calidad a un libro, éste es igual de malo o bueno con o sin premio.Y esto a veces se olvida. Nada mas, os dejo con algunos de sus poemas, sobre todo los de su primera época, más rebelde, más terrenal, y en consecuencia, más atractiva.
ÉCHALE A ÉL LA CULPA
Hoy te has ido de fiesta con amigas,
y sin que tú lo sepas me regalas
un tiempo de estar solo que ya empieza
a ser raro en mi vida, un tiempo útil
para intentar pensar en ti como si fueras
lo que siempre debiste seguir siendo
cuando pensaba en ti: aquella persona,
en todo semejante a cualquier otra,
que una noche lejana tuvo el gesto
generoso y extraño de entregarme su amor.
Pero el amor nos cambia, nos convierte en espías
ridículos del otro, en implacables jueces
que condenan sin pruebas y comparten
sus estúpidas penas con el reo.
El amor nos confunde y trata ahora
de que vea en tu fiesta una traición.
Por huir de esa trampa me amenazo
con los nombres que cuadran al que cae en su vacío:
egoísta, ridículo, inseguro, celoso...
Y como un ejercicio de humildad pienso en ti
divirtiéndote sola: te imagino bailando
y mirando a otros hombres;
al calor del alcohol
confiesas a una amiga algunas cosas
que te irritan de mi sin que yo lo sospeche,
y por unos instantes saboreas
una vida distinta que esta noche te tienta
porque eres humana, aunque no me haga gracia.
Ahora caigo en la cuenta de que dudas
como yo dudo a veces, y que también te aburres,
y que incluso algún día habrás soñado
follar como una loca con el tipo que anuncia
la colonia de moda.
Para calmarme un poco
tras la última idea, yo me digo
que el amor es un juego donde cuentan
mucho más los faroles que las cartas,
y procuro ponerme razonable,
pensar que es más hermoso que me quieras
porque existen las fiestas, y las dudas,
y los cuerpos de anuncio de colonia.
Lo que quiero que sepas es que entiendo
mejor de lo que piensas ciertas cosas,
que soy tu semejante, que he pensado besarte
cuando llegues a casa; y que es el amor
-ese tipo grotesco y marrullero-
el que va a hacerte daño con palabras
absurdas de reproche cuando vuelvas,
porque ya estás tardando, mala puta.
FETICHISMO
Esclava del capricho
de tu extraño demonio,
del ornato requieres en tu entrega desnuda:
seda negra
sobre negros tacones para el descalzo amor.
Pero lo más extraño es que un demonio,
cuyos caprichos cumplo esclavizado,
ante tu negra seda truena y gime,
clavado en el arpón de la lujuria.
El color de la sombra que seremos
nos enciende en la cama y, más extrañas,
nuestras sombras propician la concordia
con que tú y yo robamos
un placer tortuoso a la inocente seda.
Seda negra en tu cuerpo
para abrigar el alma,
y en la margen del río que nos lleva,
el oasis remoto donde el instinto busca
claro cauce en su noche.
Y en la noche cerrada del deseo
mendiga nuestra fiebre su limosna de aurora.
No hay nada que entender en los antojos
de los fieles demonios que en nosotros gobiernan,
tan sólo su obediencia nos reclama
y está bien que así sea,
está bien que el misterio anteceda al misterio
negra
seda negra
sobre tu blanca carne, negra
seda negra
como el oscuro amor, como el oscuro
origen de la luz que en nuestro cielo
brilla sólo un instante y se hace oscura.
1 comentarios:
Poesía, ¿eh? Bueno, aunque no es algo que me interese, admito que el primero tiene su punto........ sobre todo la ultima frase xDDDDD
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