Título original: Shutter Island
Año: 2010
Duración: 138 minutos
Dirección: Martin Scorsese
Guión: Laeta Kalogridis, basado en la novela de Dennis Lehane.
Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Ben Kingsley, Mark Ruffalo, Max Von Sydow, Michell Williams, Emily Mortimer, Ted Levine, Jackie Earle Haley, Elias Koteas
Martin Scorsese es uno de esos directores que no suelen decepcionar y cuyo cine, como mínimo, siempre ofrece detalles interesantes y aspectos dignos de elogio, y no es casualidad que sus películas destilen cantidades ingentes de calidad y constituyan, en la mayor parte de las ocasiones, brillantes ejercicios cinematográficos y demostraciones contundentes de cómo se debe rodar una película para que ésta adquiera el calificativo de "excelente".
La historia cuenta como en el verano de 1954 los agentes federales Teddy Daniels (DiCaprio) y Chuck Aule (Ruffalo) son enviados a una isla del puerto de Boston donde se halla el hospital psiquiátrico Ashecliffe, una especie de centro penitenciario para asesinos y psicópatas dementes dirigido por el doctor John Cawley (Kingsley) para investigar la extraña desaparición de una de las internas. Y como dirían en el "Un, Dos, Tres", hasta aquí puedo leer para no desvelar detalles de la trama y dejar que disfruteís de la película al cien por cien.
Shutter Island supone la vuelta al thriller y al suspense psicológico de Scorsese, género que no visitaba desde 1991 cuando nos regaló la excelente El Cabo del Miedo. En esta adaptación de la novela de Dennis Lehane titulada Ashecliffe, el director neoyorquino dota a la historia de una serie de ingredientes que transforman al film en un clásico instantáneo. En primer lugar, el estilo y la estética de la película beben de los grandes clásicos y pueden recordar en ocasiones a las grandes obras de Hitchcock. Ese exquisito gusto por el clasicismo se ve reforzado por la experiencia de Scorsese detrás de las cámaras, rodando con la mastría a la que nos tiene acostumbrados. Escenas redondas, una puesta en escena excepcional y ángulos perfectos en todo momento. Se nota cuando un director ama el mundo del cine y vuelca en todas y cada una de sus películas todo el esfuerzo y la pasión que alberga su corazón, a la par que todos los conocimientos y la experiencia que ha atesorado durante su prolífica carrera, dando como resultado una obra de una calidad muy por encima de lo que últimamente nos ofrece Hollywood.
Otro tanto que se anota el bueno de Martin es el acertadísimo modo de narrar los hechos, conviertiendo un argumento ya de por sí interesante en una historia que engancha al espectador desde el principio gracias a las dosis adecuadas de terror psicológico, thriller policial, drama contenido y paranoia alucinatoria. Ingredientes todos ellos muy jugosos que terminan por componer una mezcla explosiva a manos del excelso Scorsese. La montaña rusa de sensaciones y experiencias oníricas, en ocasiones de pesadilla, que componen el desarrollo del film hace que el espectador camine a lo largo de un sendero abrupto y amenazador, que discurre por un oscuro bosque desconociendo que es lo que acecha tras el siguiente árbol y anhelando llegar al próximo claro. La sensación de agobio y la espesa atmósfera opresiva suponen el toque final, el pegamento que da cohesión a todo el film y que hace que una vez sentado no abandones la butaca hasta el final de la función.
Y el reparto? Genial, un elenco de actores y actrices casi perfectos al servicio de un gran director y de una gran historia: no se puede pedir más. Scorsese consigue sacar lo mejor de todos y cada uno de ellos, con Leonardo DiCaprio, su actor fetiche, al frente. Es la cuarta colaboración entre ambos y quizás ésta sea la mejor interpretación de DiCaprio, que lleva años experimentando una metamorfosis importante, evolucionando desde aquel muchacho que revolucionaba a las adolescentes hasta el consistente y consagrado intérprete que es hoy en día, capaz de soportar sobre sus hombros el peso de toda una película de envergadura. No cabe duda de que pronto, con una pizca más de esa experiencia que dan los años, se convertirá en uno de los grandes. Dos leyendas vivientes, Sir Ben Kingsley y Max Von Sydow, bordan sus enigmáticos roles con la sutileza y la consistencia a la que nos tienen acostumbrados, y la demencia y la locura inundan la pantalla con los personajes interpretados por Elias Koteas y Jackie Earle Haley, dando vida a dos de los internos del psiquiátrico con una credibilidad y un realismo sobrecogedor.
Shutter Island es un excepcional ejercicio de paranoia, un film bizarro y atenazador de agobiante atmósfera que te paraliza en la butaca y no te suelta hasta que, tras una abrumadora sucesión de pesadillas e imágenes de otro mundo, asistes extenuado al previsible, aunque magistral desenlace. Un peldaño más en el ascenso de Scorsese hacia la leyenda.
5 comentarios:
es una película que voy a ver sí o sí, me recuerda el trailer un poco a un suceso que pasó hace tiempo, pero hasta que no vea la película no sé si son cosas mías...:P
Estaba esperando a hacer mi crítica para entrar a leer la tuya. Y veo que coincidimos en lo más importante (aunque tu calificativo en el ka-tet de "peliculón" ya me dio pistas ;D ). Pues eso, creo que esencialmente estamos de acuerdo en todo, y DiCaprio ha sido una muy grata sorpresa en esta peli. Me encantó, y no dudo que vovleré a verla.
Un abrazo!
Es una peli buenísima... geniales interpretaciones, sobre todo de Ben kingsley y de DiCaprio, y lo mejor, su ritmo. No decae ni aburre en ningun momento, ademas de tener un twist final espectacular.... de diez!
Estaba deseando ver lo nuevo de Scorses y... simplemente Scorsese. Incluso ha conseguido que me guste la actuación de DiCaprio, un actor al que no he soportado nunca.
Saludoss
Diegui, apenas vi esta peli el fin de semana y me encantó, hacía tiempo q no disfrutaba tanto una película como esta. No es nada predecible, muy bien actuada y en general llena de sorpresas de principio a fin.
Besos
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