Rob Zombie es todo un personaje. Músico aficionado al cine de terror y de serie B, sus canciones y videoclips siempre han reflejado un elevado grado de ese mundo oscuro de horror y tinieblas que tanto motiva a Rob. Fundador en sus comienzos del grupo White Zombie en 1985, con el que consiguió un éxito considerable, en 1998 decidió dar el pistoletazo a su carrera en solitario, que continúa aún hoy en la actualidad. 

Pero Rob no se conformaba con la música, y fruto de su pasión cinéfila debutó en el año 2003 como director con La Casa de los 1000 Cadáveres, extraña pero apreciable mezcla de terror, violencia, sátira y humor negro. En el 2005 lanzaría The Devil´s Rejects, la secuela de su primera película, ofreciendo un espectáculo mucho más maduro, oscuro y serio, como una especie de híbrido entre un western y una road movie con pinceladas de terror. En el 2007 ofrecería al  mundo su particular visión de Halloween, el clásico de Carpenter, con críticas dispares.

Personalmente, me declaro un fan incondicional de Rob Zombie, que desde siempre me ha entusiasmado tanto con su música como con su forma de ver el cine. Salvando las distancias y las metas conseguidas, no cabe duda de que ambos bebemos de las mismas fuentes: cine de terror y de serie B, cómics, rock duro, contracultura... Y buena muestra de ello es su mansión, que la cadena MTV decidió mostrarnos en su espacio MTV Cribs, cuando las casas motradas en dicho programa pertenecían a famosos y artistas en lugar de a niños pijos norteamericanos, que es lo que muestran hoy en dia. 

La casa me encantó: una mansión tétrica, lóbrega, con un estilo muy freak de acorde con su dueño, más o menos uniforme, y con algunas partes dignas de mencionar, como el bar pirata, la sala de tv, la sala de cine (porque Rob Zombie diferencia entre ambas actividades), y ese pequeño cuartito repleto de películas de terror, oscuro objeto del deseo para un coleccionista empedernido como yo. Los cientos de pósters de cine de terror que decoran las paredes de toda la casa también me encantan. En fin, una casa que sólo los elegidos pueden permitirse...Mejor os dejo con el vídeo para que contempleís el motivo de mi envidia...