Muchos estamos felices y contentos. Otros realmente decepcionados y defraudados con el desenlace. Mucha gente sorprendida, y montones de fans que se olían el final...Qué duda cabe de que cada espectador es un mundo, una muestra del enorme abanico de sensaciones que ha provocado el final de la que es, en mi humilde opinión, la mejor serie de la Historia de la Televisión: LOST. En lo que posiblemente si estaremos de acuerdo es en que os haya gustado o no el final de la serie, ha despertado, justo ahora que ha terminado, un sentimiento común en sus fieles seguidores: nostalgia... Un enorme vacio repleto de nostalgia hacia un grupo de personajes, unos queridos, otros odiados y algunos realmente idolatrados, que iniciaron un viaje hace seis años de la manera más extraña y contradictoria posible: perdiéndose en una isla. Y hoy el viaje ha llegado a su fin, y no dudo en reconocer y admitir que han sido 6 años realmente intensos de esperas, teorías, momentos delicados, tensión, incertidumbre, esperanza, rabia, ilusión y, finalmente, paz. 

Porque junto a esa nostalgia, un gran sentimiento de paz embriaga mi alma. Por fín sé como acaba todo, ya no tendré que seguir especulando (o sí, quién sabe...) con el final de Perdidos. Hoy se ha cerrado una etapa de mi vida de la cual me siento orgulloso de haberla compartido no sólo con los personajes de la serie, sino con muchos amigos y familiares con los cuales he tenido la suerte de charlar, departir y conspirar animosamente sobre los mil y un detalles de la serie. Es evidente que Lost ha sido una de las series más "vivas" de la historia, dado la enorme cantidad de controversia, teorías y suspicacias que ha levantado. Y eso, señores, es sinónimo de vida. A la par que viva, la serie se ha destapado como técnicamente brillante y narrativamente excelente, y no dudo de que marcará un antes y un después a la hora de filmar cualquier trabajo televisivo de ahora en adelante. 

No quiero por ahora desvelar nada más, ya que tendremos tiempo, largo y tendido, para teorizar y enfrascarnos en polémicas acerca de lo bueno o malo que ha sido el final, y no quiero destriparle el desenlace a nadie que aún esté inmerso en la serie, o a aquellos que aún ni han comenzado a verla. De momento, es tiempo de reflexionar y de reposar lo vivido, a ver si unas cuantas horas de perspectiva nos aclaran la mente, aunque yo lo tengo claro: a mí el final me ha gustado mucho. 

Un último apunte: Cuatro se había volcado en la retransmisión del último episodio de Perdidos, y no han podido tener peor suerte. Subtítulos desincronizados, imágenes que se congelaban, momentos en que no había texto en pantalla e incluso casi seis minutos de metraje que han volado por arte de magia...Desde luego, no ha sido la mejor de sus transmisiones. En el blog de mi amiga y colega Sonix teneís una entrada que habla acerca de las metaduras de pata de los señores de Cuatro, que pretendían cerrar de forma grandiosa una serie que lo merecía, y que han perpetrado una soberana chapuza. AQUÍ os dejo el enlace a dicha entrada.