Intérpretes: Josh Stewart, Michael Reilly Burke, Madeline Zima, Daniella Alonso, Juan Fernández, Andrea Roth.

The Collector supone el debut en la dirección de Marcus Dunstan, el guionista de las últimas entregas de la famosísima saga de Saw y de Feast, otra saga menos conocida con un marcado carácter de road movie de terror. Con estos precedentes queda claro que en este film encontraremos el sello de Dunstan en forma de sangre, escenas gore y un guión con ciertos giros como ya es costumbre en las películas de Saw, con un resultado realmente aceptable a pesar de lo que pudiéramos presuponer.


Marcus Dunstan plantea una historia en la que Arkin, un presunto cerrajero con una familia a la que mantener y alguna que otra deuda, decide entrar en la casa en la que trabaja para hacerse con el contenido de la caja fuerte ante la usencia de la familia. Pero no todo sale según lo previsto: la familia aún sigue en la casa, pero contra su voluntad, y es que El Coleccionista se ha adelantado a Arkin y ha sembrado la casa con un buen puñado de trampas mortales y sádicas....


La primera palabra que me viene a la mente para definir este film es tensión, ya que durante casi todo el metraje asistiremos a una sucesión de situaciones empapadas de suspense y de incertidumbre, amén de la ingente cantidad de violencia y sangre, mencionado anteriomente. La película deviene en un frenético ir y venir de los personajes principales a lo largo y ancho del claustrofóbico escenario (la mansión), como en un macabro juego de persecución entre el gato y el ratón.


El villano de la función opta por cubrirse la cara, como en todo buen slasher que se precie, para evitar así que sus víctimas, todas ellas estereotipadas tal y como mandan los cánones en este tipo de cine, puedan tener la más mínima oportunidad de reconocerle, amén de porque con máscara da una mayor sensación de ser un asesino implacable y ajeno a cualquier tipo de atadura terrenal o personal.


Por desgracia, la trama tiene algunos fallos que hacen que el resultado final no sea satisfactorio al 100%, dejando sin responder numerosos interrogantes, a priori básicos y necesarios para entender el comportamiento y el modo de actuar del asesino y sus motivaciones. La única excusa que contemplo es que hayan querido dejar cosas en el aire para continuar con la historia en una segunda parte, cosa para nada improbable... En definitiva,lo pasareís medianamente bien si os gusta la saga de Saw y disfrutaís con esos asesinos ochenteros con máscara que son aficionados a jugar al "corre que te pillo" con sus víctimas antes de darles la estocada final.