Pues ya está: tenemos trailer de
The Dark Knight Rises y si las ganas de que se estrene ya eran mastodónticas antes del avance, ahora ya se han elevado a la enésima potencia y necesito imperiosamente que llegue ya el 2012 y el día del estreno. Viendo el trailer, creo que Christopher Nolan lo ha vuelto a hacer y se atisba un cierre espectacular de la trilogía que comenzó en el año 2006. Christian Bale volverá a ponerse en la piel de Batman y será Tom Hardy el que le ponga las cosas muy difíciles al Hombre Murciélago interpretando a Bane. Ahora, como viene siendo habitual, sólo nos queda esperar y que el hype siga aumentando...
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The Dark Knight Rises: abriendo boca...
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Todavía faltan unos meses para el estreno de The Dark Knight Rises (verano 2012), pero yo ya he entrado en un estado de elevada ansiedad. La tercera entrega de la saga sobre Batman, dirigida por Christopher Nolan con Christian Bale en el papel del enmascarado superhéroe, promete ser un desenlace más que digno y a la altura de lo que llevamos de saga. Batman Begins (2005) supuso la toma de contacto con el punto de vista de Nolan sobre el personaje, asentando las bases del espectáculo del que fuimos testigos con The Dark Knight (2008), una pequeña obra maestra contemporánea en lo que a cine de acción y de superhéroes se refiere, además de suponer para mí una de las películas con las que más he disfrutado en una sala de cine. Fuimos testigos de cómo el tristemente desaparecido Heath Ledger construía con una soberbia y magistral interpretación uno de los mejores villanos de la Historia del Cine: el Joker, "su" Joker. Y ahora, en el verano de 2012, llega el desenlace de la saga. El punto y final de la visión de Nolan sobre Batman. Y con él llega Bane (Tom Hardy), uno de los villanos históricos de Batman que, en su día, puso al Hombre Murciélago al borde del abismo. Sea como sea, y haga lo que haga Nolan, no me cabe duda de que será algo de la más excelsa calidad y un cierre dramático a la altura de lo que se viene gestando desde el inicio de la trilogía allá por el año 2005. De momento, sólo tenemos un par de pósters y un trailer en el que todo apunta a que Batman las va a pasar canutas con Bane, pero eso es suficiente para que yo entre en modo "Dark Knight On" y cuente las semanas que quedan hasta su estreno...
In Nolan We Trust!!
Año: 2010
Duración: 144 minutos
País: EE.UU.
Género: Ciencia Ficción, Thriller, Acción
Dirección: Christopher Nolan
Guión: Christopher Nolan
Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Cillian Murphy, Marion Cotillard, Ellen Page, Joseph Gordon-Lewitt, Michael Caine, Lukas Haas, Ken Watanabe, Tom Berenger, Tom Hardy, Peter Postlethwaite.
Música: Hans Zimmer
Web: www.warnerbros.es/inception
Dom Cobb es el mejor a la hora de sustraer secretos e información de las profundidades del subconsciente mientras la mente duerme. Convertido en una pieza clave del espionaje corporativo, también se ha convertido en un fugitivo internacional, sacrificando todo lo que le importa. Pero a modo de redención le llega una oportunidad: un trabajo que podría ser el último y que le permitiría recuperar su vida anterior. Pero la tarea no es sencilla: en lugar de robar una idea, el trabajo consiste en insertar una. Ni la cuidadosa planificación ni su habilidad resguardarán al equipo de Cobb de los peligros de la mente a los que se enfrentan.
Una vez más, Christopher Nolan lo ha vuelto a hacer: ha creado una película maravillosa, inmensa, grandiosa. Se ha liado la manta a la cabeza y, pasando de la tendencia actual imperante en el mundo del cine (esa que deja a un lado la originalidad y se centra en remakes, nuevas versiones, precuelas y secuelas), ha concebido una auténtica OBRA MAESTRA del cine contemporáneo sin recurrir a terceros. Origen (Inception) es, a todas luces, la película del año y una de las mejores de lo que llevamos de siglo XXI. Y es más, servidor se atreve a decir de viva voz que con el paso del tiempo se convertirá en pieza clave del cine de ciencia ficción y en una de las películas más influyentes de la Historia del Cine (y ahora es cuando me vapulearán, sin duda...).
Dom Cobb es el mejor a la hora de sustraer secretos e información de las profundidades del subconsciente mientras la mente duerme. Convertido en una pieza clave del espionaje corporativo, también se ha convertido en un fugitivo internacional, sacrificando todo lo que le importa. Pero a modo de redención le llega una oportunidad: un trabajo que podría ser el último y que le permitiría recuperar su vida anterior. Pero la tarea no es sencilla: en lugar de robar una idea, el trabajo consiste en insertar una. Ni la cuidadosa planificación ni su habilidad resguardarán al equipo de Cobb de los peligros de la mente a los que se enfrentan.

Por eso antes de seguir quiero darle las gracias al señor Nolan por todo lo que ha hecho, hace y sin duda seguirá haciendo por el mundo del Séptimo Arte, más arte que nunca cuando es él quien lo idea, lo plasma y lo sirve para nuestro deleite. Gracias por hacer que rebrote en mí la esperanza perdida de que existieran todavía ideas originales y decentes en la industria hollywoodiense. Gracias por hilar tan fino una historia tan compleja y a la vez interesante, tan magnífica y tan perfectamente orquestada, que incluso horas después de haber abandonado la sala de cine, sus ecos aún resonaban en mi cabeza. Gracias por no tomar por tontos a los espectadores y por no insultar nuestra inteligencia al ofrecernos una película de la talla de Origen, un mecanismo fílmico engrasado con sueños que hace que la mente del espectador trabaje y despierte del letargo en el que se había visto sumido con el consumo masivo de tantas y tantas películas (unas mediocres, otras incompletas, bastantes no complacientes...) que hasta ahora nos lo daban todo bastante cocinado y apenas dejaban sitio para la imaginación y la teoría. Gracias por dedicar una mente maravillosa a la creación de historias maravillosas. Y, por favor, no nos deje...
El argumento de Origen es una auténtica obra de ingeniería que encaja a la perfección, y la grandeza del guión es debida íntegramente a Christopher Nolan, habiendo invertido casi diez años de su vida en pulir el diamante, ¡y qué resultado! Una historia de entramado complejo pero comprensible, que intenta trasladar la mente del espectador un poco más allá de lo que estamos acostumbrados, cosa que es de agradecer. Nolan juega con nosotros (cosa que le encanta...) y hace que desempolvemos las neuronas para atravesar un laberinto hipnótico y onírico, para resolver un puzzle narrativo de apariencia compleja pero sencilla resolución (siempre y cuando nos dejemos llevar y aceptemos jugar a lo que Nolan propone). Superponiendo varias realidades, varios niveles, es inevitable sumergirse de lleno en la propuesta y atravesar ese laberinto argumental jalonado de increibles efectos especiales y ramalazos de acción. La historia de Origen es refrescante, novedosa, estimulante e ingeniosa. Pero también es trepidante y las casi dos horas y media de película pasan volando, en un ejemplo del elevado nivel de entretenimiento que Nolan suele conseguir en sus últimas producciones, consiguiendo lo que poca gente ha logrado: sumar calidad narrativa con entretenimiento puro y duro. Se acercó bastante con El Caballero Oscuro (ver reseña AQUÍ), toda acción y dualidad moral, pero con Origen lo ha conseguido en un 99,99 %. Y eso tiene mérito, mucho mérito...
Y si innegable es el peso de la trama y su originalidad en el positivo resultado final, no lo es menos el mundo que Nolan recrea haciendo uso del derroche visual que disfrutamos en pantalla, de potencia y belleza inusitadas, y sirviendo de perfecto complemento, marco y apoyo para la tremenda historia que tiene detrás. Christopher Nolan consigue introducirnos en ese universo onírico donde trabaja DiCaprio y su equipo, un mundo sencillo pero hermoso, sin estridencias pero cargado de una fuerza arrebatadora. Lo mejor de todo es que consigue resultados increibles con la dosis exacta de efectos especiales que, aún siendo espectaculares, saben ser comedidos y ocupar el espacio justo para dejar que la historia, lo más importante de todo al fin y al cabo, transpire y los actores se sientan intérpretes y no marionetas delante de un ridículo fondo verde. Sin revelar nada y por poner un par de ejemplos, escenas como la de la furgoneta o el ascensor me embelesaron y he de reconocer que muchas veces me percataba sorprendido de que estaba conteniendo el aliento.
Por supuesto, un elenco de magníficos actores es un ingrediente básico para concebir un plato de la magnitud de Origen. Nolan lo sabe muy bien y por eso se rodea siempre de un grupo de intérpretes de calidad contrastada, pero también son gente de su confianza, personas en las que él sabe que puede depositar buena parte de las expectativas y no defraudarán. Es el caso del siempre correcto Michael Caine o de Ken Watanabe, quien ya tuviera su momento en Batman Begins y al que Nolan propone para un rol con algo más de peso en Origen. Marion Cotillard carga sobre sus hombros con un personaje que, aunque aparece en breves dosis, es de una importancia capital, y durante esos momentos en los que aparece, la pantalla se inunda de una fuerza notable y una belleza arrebatadora a la par que extraña. El rol de Ellen Page es complejo y lleno de matices, y uno se va del cine con la sensación de querer conocerla mucho más en profundidad y de que es un personaje al que se le podría extraer muchísimo más.
Leonardo DiCaprio sigue a lo suyo, demostrando que hace tiempo que dejó de ser una cara bonita para adolescentes y labrándose una carrera en Hollywood digna de elogio, trabajando con lo mejor de lo mejor en cuanto a directores se refiere. Y mención especial para dos jóvenes actores: el primero, un Cillian Murphy que gracias a su melancolía y ambigüedad consigue que su personaje transmita lo que tiene que transmitir, y Joseph Gordon-Lewitt quien, en mi opinión, es el actor que más sale ganando con su paso por Origen. Suyas son las escenas de acción más innovadoras y surrealistas, esas que perduran en la mente del espectador, amén de que lleva unos años demostrando que es un actor como la copa de un pino. Ojo al Oscar a Mejor Actor Secundario... El resto de secundarios rayan a gran altura también: Nolan le regala a Tom Berenger un papel cómodo y de bastante peso en la historia y éste se lo agradece con una muy buena actuación y Tom Hardy se muestra como pez en el agua transpirando socarronería y alma macarra, y Dileep Rao vuelve a meterse en la piel de un personaje con reminiscencias, a grandes rasgos, del que interpretara en Arrástrame al Infierno. Lukas Haas y Peter Postlethwaite ejecutan dos breves papeles, resultando el veterano actor más convincente que el joven Haas.
Por lo demás, el universo de Origen es un precioso mosaico de aspectos que se solapan y encajan casi perfectamente: algunos de ellos lujosos y grandilocuentes, como los escenarios (abarcando zonas tan dispares como París, Tokyo, Túnez, Los Angeles o Canadá), que aturden los sentidos por su belleza y también en ocasiones te sobrecogen por su enormidad, haciéndote sentir muy pequeño, o aquellos otros minúsculos detalles en cuanto a forma pero no en contenido, como los tótems (una serie de objetos claves en el desarrollo de la película en su fase onírica). Y qué decir de la maravillosa banda sonora de Hans Zimmer, que vuelve a colaborar con Christopher Nolan acertando de pleno con una composición que se adapta a la perfección a la historia y a las imágenes en pantalla, relajándonos por momentos para, acto seguido, sobresaltarnos en un intento de que nos demos cuenta que el sueño se termina, o que la realidad vuelve a llenar la pantalla. Es una gozada, la llevo en el Ipod y no me canso de escucharla una y otra vez, junto con el tema de Edith Piaf "Non, je ne regrette rien", clave en la historia al ser utilizado como un elemento vinculante con la realidad.
Y lo mejor de todo es, insisto, el pulso mental al que Nolan nos reta. Sera de mayor o menor envergadura, eso lo dejo para que cada cual lo juzgue según su capacidad, pero es un desafío en toda regla y una deferencia para con el espectador. Durante las dos horas y media de film se acabaron las tonterías, los planteamientos insulsos, las respuestas fáciles, vacias, y la tomadura de pelo al respetable que muchas películas ejecutan sin el mayor reparo.
Aquí la historia traspasa la pantalla y sigue viva aún cuando abandonamos el cine, todavía late en nuestra conciencia mientras conducimos de vuelta a casa, y duerme con nosotros al intentar conciliar el sueño, leit motiv de la joya que Nolan ha creado y que nos sirve para que la disfrutemos como en pocas ocasiones ocurre en el mundo del cine. Giros, frases con doble sentido, personajes que rayan en la ambigüedad moral y existencial, realidades que convergen, que cohabitan, como matrioskas rusas... En fin, una auténtica gozada visual y argumental, y nunca antes había experimentado la sensación que me invadía al salir del cine: unas ganas tremendas de repetir lo vivido una y otra, y otra, y otra vez, como un sueño sin fin...Una y mil veces más, gracias señor Nolan.
Leonardo DiCaprio sigue a lo suyo, demostrando que hace tiempo que dejó de ser una cara bonita para adolescentes y labrándose una carrera en Hollywood digna de elogio, trabajando con lo mejor de lo mejor en cuanto a directores se refiere. Y mención especial para dos jóvenes actores: el primero, un Cillian Murphy que gracias a su melancolía y ambigüedad consigue que su personaje transmita lo que tiene que transmitir, y Joseph Gordon-Lewitt quien, en mi opinión, es el actor que más sale ganando con su paso por Origen. Suyas son las escenas de acción más innovadoras y surrealistas, esas que perduran en la mente del espectador, amén de que lleva unos años demostrando que es un actor como la copa de un pino. Ojo al Oscar a Mejor Actor Secundario... El resto de secundarios rayan a gran altura también: Nolan le regala a Tom Berenger un papel cómodo y de bastante peso en la historia y éste se lo agradece con una muy buena actuación y Tom Hardy se muestra como pez en el agua transpirando socarronería y alma macarra, y Dileep Rao vuelve a meterse en la piel de un personaje con reminiscencias, a grandes rasgos, del que interpretara en Arrástrame al Infierno. Lukas Haas y Peter Postlethwaite ejecutan dos breves papeles, resultando el veterano actor más convincente que el joven Haas.
Por lo demás, el universo de Origen es un precioso mosaico de aspectos que se solapan y encajan casi perfectamente: algunos de ellos lujosos y grandilocuentes, como los escenarios (abarcando zonas tan dispares como París, Tokyo, Túnez, Los Angeles o Canadá), que aturden los sentidos por su belleza y también en ocasiones te sobrecogen por su enormidad, haciéndote sentir muy pequeño, o aquellos otros minúsculos detalles en cuanto a forma pero no en contenido, como los tótems (una serie de objetos claves en el desarrollo de la película en su fase onírica). Y qué decir de la maravillosa banda sonora de Hans Zimmer, que vuelve a colaborar con Christopher Nolan acertando de pleno con una composición que se adapta a la perfección a la historia y a las imágenes en pantalla, relajándonos por momentos para, acto seguido, sobresaltarnos en un intento de que nos demos cuenta que el sueño se termina, o que la realidad vuelve a llenar la pantalla. Es una gozada, la llevo en el Ipod y no me canso de escucharla una y otra vez, junto con el tema de Edith Piaf "Non, je ne regrette rien", clave en la historia al ser utilizado como un elemento vinculante con la realidad.
Y lo mejor de todo es, insisto, el pulso mental al que Nolan nos reta. Sera de mayor o menor envergadura, eso lo dejo para que cada cual lo juzgue según su capacidad, pero es un desafío en toda regla y una deferencia para con el espectador. Durante las dos horas y media de film se acabaron las tonterías, los planteamientos insulsos, las respuestas fáciles, vacias, y la tomadura de pelo al respetable que muchas películas ejecutan sin el mayor reparo.
Aquí la historia traspasa la pantalla y sigue viva aún cuando abandonamos el cine, todavía late en nuestra conciencia mientras conducimos de vuelta a casa, y duerme con nosotros al intentar conciliar el sueño, leit motiv de la joya que Nolan ha creado y que nos sirve para que la disfrutemos como en pocas ocasiones ocurre en el mundo del cine. Giros, frases con doble sentido, personajes que rayan en la ambigüedad moral y existencial, realidades que convergen, que cohabitan, como matrioskas rusas... En fin, una auténtica gozada visual y argumental, y nunca antes había experimentado la sensación que me invadía al salir del cine: unas ganas tremendas de repetir lo vivido una y otra, y otra, y otra vez, como un sueño sin fin...Una y mil veces más, gracias señor Nolan.
Cuando una película cuasi perfecta embriaga de tal modo los sentidos hasta envolverlos en un brillante halo de éxtasis visual y argumental que te nubla la mente; cuando la gran pantalla te muestra una historia tan redonda como un dólar de plata y sin fisuras cuyo eco sabes que va a resonar en tu cabeza durante mucho tiempo, incluso para siempre; cuando descubres que hay actores que se toman su trabajo en serio y hacen creíble cualquier rol, por disparatado que parezca, con actuaciones memorables que quedarán grabadas a fuego en la historia de las interpretaciones...es en ese momento cuando agradeces que el cine se inventara y que gente apellidada Nolan, Ledger, Oldman, Eckhart o Bale se dedicaran a ello.
The Dark Knight ( o "El Caballero Oscuro", en su traducción al castellano ) constituye una película enorme, una maravilla sin precedentes, dos horas y media de acción al servicio de un guión brillantísimo (cosa muy poco corriente en este tipo de cine) lo cual hace que trascienda más allá del género de persecuciones, tiroteos y explosiones y se convierta no sólo en un espectáculo visual (que lo es, y realmente fastuoso...) sino también en un deleite para el intelecto merced a esa brillante historia trazada de forma magistral y contundente por los hermanos Nolan y ejecutada con genialidad por todos los actores del proyecto, algunos de los cuales rozan lo sublime y ya han alcanzado el status de leyenda del cine.

Y es que The Dark Knight es tan grande, que cohabitan en ella varias peliculas, a cual mejor, que se entrelazan sutilmente entre sí hasta crear un tapiz magistral, obra insigne de lo que a partir de ahora debería ser el Séptimo Arte, denominación que empiezo a comprender ahora. Evidentemente, es una película de acción sorprendente. Y sorprende a pesar de la monstruosa campaña de publicidad y la ingente cantidad de trailers e imágenes que han pululado por la red previo a su estreno. La verdad es que se puede llegar a pensar que se ha visto todo lo que se tenia que ver merced a tan abrumadora lluvia de promoción, pero nada mas lejos de la realidad. Yo lo ví todo, y después de disfrutar este banquete de exquisito cine, comprendo que no ví nada... Un par de minutos de trailers no empañan ni spoilean las dos horas y media de apabullante acción sin respiro, de adrenalina vertida no con cuentagotas, pero sí inteligentemente, todas esas escenas impresionantes y sorprendentes engarzadas con precisión en la joya que la pelicula constituye, desde la escena del atraco que sirve de apertura para el espectáculo que se avecina, rodada con cámara en mano y con un ritmo y estilo que beben de la inspiración de Michael Mann, pasando por las vertiginosas panorámicas de Gotham y Hong Kong que no son más que un aperitivo que adelanta la grandiosidad en la que el film va adentrándose, y sin olvidarnos de la acción más obvia representada por combates cuerpo a cuerpo, explosiones titánicas, persecuciones frenéticas donde el caos, tan presente en toda la película, se hace más latente y alcanzando momentos tan impactantes como el del camión volcando, donde Nolan maneja a su antojo el tempo de una forma realmente magistral y soberbia.

Todo el metraje está jalonado de momentos que serían verdaderos climax en cualquier otra pelicula, pero no aqui. The Dark Knight es una autentica montaña rusa de sensaciones, donde apenas te estas sobreponiendo de un momento álgido de tension argumental, cuando te tienes que preparar para el siguiente. Y esta superposición de sensaciones va in crescendo durante toda la pelicula, lo que hace que las dos horas y media transcurran de forma vertiginosa y sin apenas percatarnos del paso del tiempo. Pero no sólo de acción vive el hombre, y también trasciende en este film una gran historia de mafia, crimen organizado y lucha por el poder, a la altura de clásicos como "Heat", "Infiltrados" o "Los Intocables", con una atmósfera de ciudad decadente en la cual fermenta el crimen e impera la ley del que más corrompe. Un escenario perfecto para introducir lineas argumentales tales como la a simple vista decrépita moral humana, la trascendencia de determinados actos en un baile orquestado donde el bien y el mal se necesitan el uno al otro, apenas separados por una delgada linea muy fácil de sobrepasar, e incluso el enfrentamiento del ser humano consigo mismo, tratando de dilucidar que comportamientos separan al hombre normal del héroe y del psicópata.

Pero este cóctel basado en un tremendo guión, sólido y narrativamente brillante, que cuenta con una generosa dosis de acción y puesta en escena sin precedentes, de complejidad muy pocas veces vista con anterioridad en la historia del cine y que apuesta por la grandiosidad a todos sus niveles, no sería lo mismo sin un elenco de actores totalmente entregado a la causa de Nolan, que no es otra que maravillar al mundo con su creación, un híbrido mezcla de puro espectáculo y terremoto para la mente que golpea con fuerza en las bases de la condición humana. Y sin ellos no habría sido lo mismo.

En primer lugar, Christian Bale esta correcto (como siempre que actúa...) en la piel de Bruce Wayne y de Batman. Su actuación sigue en la misma linea que en la anterior "Batman Begins", con la excepcion de que en dicha pelicula solo Liam Neeson podia restarle algo de protagonismo, mientras que en "El Caballero Oscuro" tanto Heath Ledger como Aaron Eckhart se meriendan al justiciero interpretativamente hablando, y por mucho. El Batman de esta entrega es un personaje más maduro, más participativo. Colabora con la policia abiertamente y quizas eso le resta algo de misticismo al personaje esquivo y nocturno que siempre ha constituido. Al ser un personaje ya construido del cual lo conocemos casi todo merced a la anterior entrega, "The Dark Knight" no cultiva demasiado la figura de Batman, sino que se limita a mostrarnos su titubeante deambular entre una crisis plagada de dudas internas acerca de lo que debe o no debe hacer. Como anécdota, el nombre de Batman no aparece en el titulo de la pelicula, adelantando ya que no tiene todo que girar en torno a él. Aun asi, Batman/Bale es una de las patas de esta mesa en lo que a interpretaciones se refiere.

Por otro lado, el fiscal del distrito Harvey Dent, interpretado por Aaron Eckhart y que durante la cinta verá como se transforma en el villano Dos Caras, constituye otro vértice importante del plantel interpretativo. Su personaje se podría considerar como una mezcla de Batman y El Joker, un híbrido entre el bien y el mal, el mayor exponente de la duda, la capacidad de eleccion y el azar como fuerza que rige el mundo. La evolución del personaje a lo largo de las dos horas y media de película es un gran acierto, sin duda cimentada en la gran actuación de Eckhart de quien, personalmente, esperaba mucho menos. Harvey Dent/Dos Caras tiene la enjundia suficiente para erigirse como uno de los tres personajes principales. El personaje rebosa seguridad y fuerza al servicio de la ley y el orden al comienzo de la historia, para poco a poco ir mostrando sintomas de debilidad, fisuras en su aparentemente solida moralidad, para devenir en un agente del caos y el azar surgido tras el dramatico suceso que cambiara no solo su aspecto, sino tambien algo en lo mas profundo de su ser. Al igual que Batman, Dos Caras anhela la justicia, solo que el la vincula al azar y a su dolar de plata.

Y el vértice más afilado, el que más sobresale entre todos los personajes y de forma meritoria, es Heath Ledger interpretando a El Joker. Sin duda alguna, el alma de la pelicula. Es el personaje mas cuidado, sobre el que más se profundiza, al que mas cantidad de registros se le pretende dar, consiguiendolo de largo, y el mejor interpretado por el malogrado Heath. El Joker es un personaje que inunda la pantalla por completo cada vez que entra en escena. El tiempo parece detenerse ante la tetrica y siniestra figura del payaso, exponente del caos y la anarquia, capaz de lo malo y lo peor. Cualquier cosa es capaz de salir de la brillante y caotica mente de este psicopata de retorcido sentido del humor, despidadado y desprovisto de toda carga moral, lo cual le convierte en uno de los mejores villanos de la historia del cine sin lugar a dudas. Todo lo que hace lo lleva a cabo por simple y pura diversion. No busca poder, no quiere dinero, tan solo anhela ver a la sociedad sumida en el caos mas absoluto, desea ver arder el mundo, como se dice acertadamente en la pelicula. Protagonista del genial prólogo que nos muestra atisbos del villano que recorrera la pelicula de cabo a rabo, El Joker brilla con luz propia en cada una de sus apariciones, ya sea en su escena de presentacion (genial truco de magia incluido...), en las escenas de acción donde el se involucra como un esbirro más o en cada una de sus brillantes frases que demuestran con creces que es el personaje mas pulido y un pilar tremendo sobre el que se cimenta toda la historia. Sin duda, la interpretacion de Ledger es de las que catapultan una muy buena pelicula al status de obra maestra. El rumor de un Oscar postumo para Heath Ledger lleva meses surcando todas las conversaciones sobre cine, y espero que lo consiga, aunque no pueda estar para recogerlo.
No puede faltar la chica, siendo Maggie Gyllenhaal la actriz que dara continuidad al personaje de Rachel Dawes, papel que interpretara Katie Holmes en la anterior "Batman Begins". Maggie cumple con su cometido y supera con creces (lo cual no es nada dificil...) la actuacion de la señora de Tom Cruise, la cual lleva muchos años con la vitola de actriz sin saber muy bien por que. Es un papel pequeño, pero contundente y clave en la historia, ya que Rachel es un nexo de union entre Bruce Wayne/Batman y Harvey Dent/Dos Caras, cuyo destino sera vital en la creacion del villano otrora fiscal del distrito.
El resto de secundarios de lujo no hacen otra cosa que enriquecer y multiplicar hasta el infinito las posibilidades interpretativas de sus compañeros y catapultar al film con una variedad de registros y actuaciones de calidad pocas veces vista en una pelicula coral con tal cantidad de personajes, todos con su importancia y demostrando que no hay papel pequeño. Gary Oldman aprovecha la oportunidad que le brinda el guion de lucirse aun mas que en la pelicula predecesora y borda un papel lleno de matices como el comisario Gordon, quizas el unico policia decente que queda en Gotham. Michael Caine sigue en su linea de magnifico actor dando vida a Alfred, el mayordomo-mentor de Bruce Wayne, con escasas lineas de dialogo pero de un peso aplastante y dignas de recordar. Morgan Freeman sigue siendo el proveedor de tecnologia de Batman, Lucius Fox,quien tambien cuenta con escasas pero contundentes apariciones en pantalla, aportando algo de humor, moralidad y gadgets, muchos gadgets. Eric Roberts, Nestor Carbonell, Cillian Murphy (quien encarna de nuevo al Espantapajaros durante breves instantes), Anthony Michael Hall o William Fichtner completan el lujoso plantel de actores que serán recordados por haber participado en tan mastodóntica producción.
Mucho se esta hablando acerca de si "The Dark Knight" es o no una de las peliculas mas grandes de la historia del cine. Yo no soy quien para dilucidar nada. Lo unico que puedo decir es que las grandes peliculas son aquellas que te hacen pensar sobre quienes somos, aquellas que te invitan a reflexionar sobre la condicion humana, aquellas que te muestran comportamientos del ser humano que, aun siendo extraños, raros, inapropiados o escalofriantes, debemos conocer porque son reales. Y "The Dark Knight" es una pelicula que hace pensar y reflexionar, y este trasfondo no se empaña porque grandes escenas de accion y tension la recorran de principio a fin, sino que queda enriquecida y al alcance de todo tipo de espectador. No se si es mejor o peor que "El Padrino", no se si supera a "Ciudadano Kane", no sé si es la cuarta, la quinta o la primera...A mi me encantó, es una pelicula que no se puede olvidar, la vi dos veces en el cine (una de ellas en pantalla Imax, simplemente impresionante...) y en cuanto salga en DVD ire a por ella y estoy seguro que la vere muchas veces más. Lo unico que puedo hacer es recomendarla fehacientemente. Y no me importa, lo voy a decir: una maravilla sin precedentes. He dicho.
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