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Angelus Apatrida - Clockwork (2011)


Publicación: 21 de Junio de 2010
Género: Trash Metal
Duración: 47:58
Discográfica:  Century Media Records
Productor/es: Daniel Cardoso
Tracklist:
          1. The Manhattan Project
          2. Blast Off
          3. Of Men and Tyrants
          4. Clockwork
          5. Devil Take the Hindmost
          6. The Misanthropist
          7. Legally Brainwashed
          8. Get Out of my Way
          9. My insanity
        10. One Side One War
        11. Into the Storm
        12. National Disgrace
        13. Be Quick or Be Dead


Si el último disco del que me hice eco en este blog -algo abandonadillo últimamente debido a la escasez de tiempo libre- era The Menace, de los catalanes Crisix, hoy es el turno de una auténtica joya del trash metal no ya nacional, sino mundial, pero que también tiene denominación de origen nacional. Clockwork, el úlitmo disco de los manchegos Angelus Apatrida, es una obra de arte y ya quisieran muchas bandas sonar con la calidad que este disco destila por los cuatro costados.

Angelus Apatrida se formaron allá por el año 2000 en Albacete, y pronto se colocaron como uno de los grupos punteros del trash metal español, sobre todo cuando lanzaron su primer álbum, Evil Unleashed (Maldito Records, marzo 2006), considerado por la prensa especializada uno de los mejores discos debut nacionales. Poco después editaron su segundo disco, titulado Give 'Em War (Molusco Discos / Mastertrax, septiembre 2007), con el que se consolidaron como la banda con más proyección dentro del trash español y con enormes e infinitas posibilidades en el panorama internacional. Después de girar por toda España presentando su segundo álbum, firman en septiembre de 2009 un contrato con la multinacional Century Media Records, uno de los grandes sellos de la música metal mundial, y telonean a los suecos Arch Enemy durante diciembre de ese mismo año.


En enero de 2010 entraron en los UltraSound Studios de Portugal para grabar Clockwork (Century Record, junio 2010) su tercer disco y primero con Century Records. Para ello contaron con el afamado productor Daniel Cardoso y el resultado es, sin ninguna duda, su mejor disco hasta la fecha, con el que han demostrado que la banda se encuentra en una línea totalmente ascendente gracias a una progresión sin descanso y que parece no tener techo.

Arranca el disco con The Manhattan Project, una intro bestial en la que las agujas del reloj acompañan una tensa espera musical de poco más de un minuto hasta que arranca Blast Off, carta de presentación, puñetazo en la mesa y patada en el estómago que demuestra el nivel de estos Señores del Trash. Arranca con un riff brutal de David para que segundos después Guillermo dé el pistoletazo de salida a la furia con un grito escalofriante y el doble bombo de Víctor marque la senda junto al bajo de José. Of Men and Tyrants llega a continuación para no dar respiro a la velocidad desatada con el tema anterior, y lo hace a base de riffs asesinos rebosantes de velocidad y ténica. El tema homónimo que da título al disco, Clockwork, es una perfecta muestra del nivel y la madurez que han alcanzado a la hora de componer, con un buen estribillo y un bajo demoledor. Devil take the Hindmost tiene un inicio algo más pausado que los temas que le preceden, pero no tarda en alcanzar velocidad de crucero. En The Misanthropist encontramos a un Guillermo en las voces que recuerda y supera por momentos al gran Dave Mustaine, sobre todo en el estribillo, totalmente pegadizo.


Legally Brainwashed es un corte de apenas tres minutos de duración que destila ferocidad y trash por los cuatro costados. En Get Out Of My Way el bajo vuelve a sonar de lujo -a decir verdad, como en la totalidad del álbum- y aquí es la técnica y la madurez en la composición los que le roban protagonismo a la velocidad habitual. My Insanity sorprende con su estribillo algo más pausado pero aderezado con unos coros que encajan a la perfección en un tema diferente a lo que nos venían ofreciendo hasta ahora en este disco. One Side One War crece en torno a una ejecución algo más cambiante pero de nuevo con un estribillo brutal. Into the Storm es otro de esos temas endiablados, poco más de tres minutos de trash metal de la mejor calidad, en la línea de los mejores Slayer, y que enlaza directamente con el tema final, National Disgrace, que personalmente es de mis favoritos. Crítica feroz a la supuesta "fiesta nacional" que ellos mismos denominan "Desgracia Nacional" con un ritmo cambiante y un final adrenalítico. El disco, en su edición especial, cierra con una versión tremenda del Be Quick or Be Dead de los Iron Maiden, un cover sorprendente y mucho más veloz y agresivo que la original.


Con bandas como ésta el futuro del trash está más que garantizado. Y no sólo en nuestro país: Angelus Apatrida avanzan con paso firme hacia lo más alto del trash internacional y lo hacen a base de velocidad y una calidad incontestables, aprovechando al máximo las oportunidades que gracias a su trabajo les van llegando, y cimentando un futuro realmente glorioso sobre sus ganas de mejorar disco tras disco. Es tal su progresión que no me cabe duda de que su próximo disco será aún mejor, lo cual es decir mucho, pues este Clockwork se me antoja clave en lo que a las nuevas bases del trash metal del siglo XXI se refiere. Velocidad y técnica, una combinación con la que los Angelus Apatrida están grabando a fuego su nombre en la historia de la música española. Próximo objetivo: ¡el mundo!


Crisix - The Menace (2011)


Publicación: 26 de septiembre de 2011
Género: Trash Metal
Duración: 53:01
Discográfica:  Kaiowas Records
Tracklist:

  1. A.S.F.H.
  2. Ultra Trash
  3. Internal Pollution
  4. Flesh-Collector Machine
  5. Holy Punishment
  6. Dead by the Fistful of Violence
  7. Spawn
  8. Brutal Gadget
  9. The Last Monkey
  10. Unleash the Beast
  11. Mummified by Society
  12. Electric Possesion
  13. Ultra Trash - Bonus Track

Sorpresas tan gratas como la que me he llevado con el disco debut de los catalanes Crisix contribuyen a mantener la esperanza de que la buena música en España no se ha extinguido aún y que hay muchísima vida más alla de ese vasto universo convencional que suelen pinchar a todas horas en las radiofórmulas. Estos chavales de Igualada (Barcelona) publicaron The Menace -su primer disco- el pasado mes de septiembre, pero gracias a su calidad y a su saber hacer nos teletransportan a una época que parecía olvidada, la del buen trash metal de los excelsos años '80.


Crisix nacen en 2008 con el batería Javi Carrión y el bajista Marc Torras como impulsores de la banda, aunque poco tiempo después completarían la formación los guitarristas Marc Busqué y Albert Requena y el vocalista Juli Baz. El primer nombre del grupo fue Crysis -en homenaje al famoso videojuego-, pero tuvieron que renunciar a él por problemas legales con la multinacional Sony. No tardaron en demostrar su potencial erigiéndose en ganadores del Martohell Metal Rumble 2008 y poco después triunfaron en tierras germanas al ganar en 2009 el W:O:A: Metal Battle -una “Batalla de Bandas” internacional en el Wacken Open Air-. Gracias a dicha victoria ganaron un contrato discográfico con Wacken Records para grabar su primer álbum  en los estudios Stage One Studio en Alemania y con Andy Clasen como productor. Después de numerosas idas y venidas y algún que otro contratiempo, finalmente firmaron en mayo de 2011 su primer contrato discográfico con Kaiowas Records, publicando The Menace el 26 de septiembre de ese mismo año.

El disco arranca con A.S.F.H., una introducción pausada y melódica que sirve de calmado preámbulo a todo lo que se nos viene encima, comenzando por el primer trallazo del disco que lleva por título Ultra Trash, toda una declaración de intenciones a base de velocidad, riffs de infarto y un estribillo poderoso. Internal Pollution sigue la frenética senda del anterior tema con una batería sencillamente bestial que lleva buena parte del peso de la canción. Flesh-Collector Machine es, a mi parecer, uno de los grandes temas del disco. Su comienzo enlaza directamente con el final del corte anterior y la batería vuelve a marcar el camino, convirtiendo poco a poco lo que parecía una canción mucho más "heavy" en todo un himno trasher de la nueva era con la esencia de la década de los '80. Con Holy Punishment pasa algo parecido: arranca con unas guitarras totalmente melódicas para ir acelerando poco a poco hasta alcanzar velocidad de crucero y desembocar en dos minutos finales de infarto con un solo de guitarra alucinante.  


Dead by the Fistful of Violence fue el primer single que grabó la banda en el verano de 2008. En esta ocasión, nada de intros melódicas ni nada por el estilo: el tema arranca a toda pastilla y se desata la locura cuando Juli grita aquello de "trash!!!". Estribillo brutal y unos coros que coronan lo que es un temazo como la copa de un pino. Con Spawn llega el sincero homenaje de la banda al personaje creado por Todd McFarlane, con la voz de Juli sonando más gutural que nunca. Después llega Brutal Gadget, uno de los temas más peculiares del disco, si  no el que más, totalmente inspirado en la película La Máscara (The Mask, 1994), y en el que se atreven a introducir una parte de la rumba Cuban Pete, con un resultado totalmente sorprendente. Tras este arrebato de originalidad, con The Last Monkey vuelven a demostrar su versatilidad y sacan su lado más heavy y rockero, alejándose momentáneamente del trash puro y duro que fluye por todo el disco.


Trash que, por otro lado, vuelve a escena con Unleash the Beast, un tema furioso y soberbio gracias, sobre todo, al dúo de guitarras que se complementan y llevan en volandas el peso de la canción. Mummified by Society sigue en la onda anterior, y pese a comenzar con un pasaje acústico y sosegado, acaba convirtiéndose, cómo no, en otra pieza de buen trash. Y para terminar, otro temazo que cierra el círculo: Electric Possession, otro homenaje cinéfilo, en esta ocasión a Shocker, 100.000 Voltios de Terror (dirigida por Wes Craven en 1989), auténtico lujo de canción que una vez más comienza de forma calmada para ir subiendo la intensidad hasta alcanzar las cotas de trash rabioso que impera en el disco.

En definitiva, The Menace me ha parecido un disco realmente sorprendente y que demuestra que la música en España goza de muy buena salud, siempre y cuando nos apartemos de convencionalismos. Crisix son una banda con una juventud latente y un desparpajo incuestionable, lo que les deparará, sin duda, un buen futuro en esto de la música gracias al trash metal de calidad que ponen en liza en los escenarios y que han plasmado a la perfección en éste primer disco. Velocidad, intensidad, calidad y originalidad para una de las sorpresas más gratas que me he llevado en los últimos tiempos. Darán mucho que hablar.


Mastodon - The Hunter (2011)


Publicación: 26 de septiembre de 2011
Género: Metal progresivo
Duración: 53:01
Discográfica:  Reprise, Roadrunner, Warner Bros.
Productor/es: Mike Elizondo

Tracklist:
  1. Black Tongue
  2. Curl of the Burl
  3. Blasteroid
  4. Stargasm
  5. Octopus Has No Friends
  6. All the Heavy Lifting
  7. The Hunter
  8. Dry Bone Valley
  9. Thickening
  10. Creature Lives
  11. Spectrelight
  12. Bedazzled Fingernails
  13. The Sparrow

Más o menos todos estaís desde hace ya bastante tiempo al corriente de mi devoción y pasión por Mastodon, grupo del que cada vez que puedo cuelgo un vídeo, una noticia o una reseña, y tengo que reconocer que a veces puedo resultar pesado, pero qué le vamos a hacer: no lo puedo evitar... Pocas veces surgen bandas o grupos de música que me sorprendan e impacten tanto como estos genios de Atlanta, así que tendreís que perdonar la insistencia, pero tengo que difundir la palabra de este nueva concepción de lo que lleva tiempo denominándose "metal del siglo XXI".

De personalidad musical independiente y con un estilo personal e intransferible, Mastodon son una de esas bandas realmente inconfundibles en el panorama metálico mundial, y desde sus comienzos crearon un sonido propio sobre el que han ido trabajando y pivotando durante todos estos años, reinventándose en cada nuevo disco pero sin perder ni un ápice de la esencia que les ha hecho disfrutar de un status de particularidad como el que ahora mismo tienen en la escena musical internacional.


Su último disco, que lleva el breve título de The Hunter (en claro homenaje al hermano del cantante y guitarra Brent Hinds, que falleció de un infarto mientras cazaba durante la grabación del disco) y que está recién salido del horno (yo ya lo tengo gracias a un regalo de mi gran amigo Jac Hunter) supone para la banda un posicionamiento enfocado hacia el primigenio rock de los años '70, aunque en ningún momento han perdido la esencia que les caracteriza como grupo de cierta complejidad a la hora de componer. Ya desde el lanzamiento de los primeros avances y de los dos primeros singles, sobre todo con Curl of the Burl, esa mirada hacia los orígenes estaba totalmente presente y auspiciaba que The Hunter sería un disco diferente, y así ha sido. De hecho, están corriendo ríos de tinta en internet y el cruce de declaraciones es constante entre dos posicionamientos bien diferenciados por parte de los fans respecto al nuevo disco: están los que consideran que Mastodon han dado un paso atrás y que este disco supone un retroceso a nivel compositivo y musical, y están los que consideran The Hunter como un gran disco que sigue la lógica y constante evolución que los de Atlanta le imprimen a sus trabajos a pesar de que pueda parecer que hayan dejado (ligeramente) de lado el metal para acercarse al rock. Yo me cuento entre los segundos y es más, considero que lo que estos genios siguen haciendo es metal de calidad, música realmente compleja y de digestión pesada que, tengo que reconocerlo, no es apto para todos los oídos y que son un grupo al que para cogerle el punto se necesitan varias escuchas, pues es difícil que entren a la primera.


Se nota que en esta ocasión no se han querido enfrascar en un disco tan enrevesado y complejo como en ocasiones anteriores, y eso se plasma en canciones cortas de no más de cinco minutos de duración que dejan ligeramente de lado las trabajadas elaboraciones progresivas de los discos predecesores. Siguen introduciendo el doble bombo a destajo y riffs elaborados pero algo más digestibles, las voces han reducido el nivel de guturalidad y las composiciones, en general, son mucho más accesibles. Además, han continuado con la introducción de forma progresiva en su música de teclados y sintetizadores, lo que lleva al grupo a un nuevo nivel con múltiples posibilidades aún por explorar en futuros trabajos. Como veís, hay cosas que han cambiado: no en vano el bajista y vocalista Troy Sanders confesó en una entrevista previa al lanzamiento del disco que "necesitaban pulsar el botón de refresco", y el resultado es un disco diferente a los anteriores pero con la misma esencia y el mismo espíritu mastodontiano.


Suena Black Tongue, primer corte del albúm, y nada parece haber cambiado: es una canción metalera directa y potente, y tiene mucho de esa fuerza contenida que se atisbaba en Oblivion, el tema que inauguraba su anterior disco (Crack the Skye). Tremenda la parte en la que la letra nos advierte: "You can run to the sea, You can run to the forest, You can hide, But you'll never escape". Curl of the Burl es, en mi opinión, el tema que mejor define los nuevos derroteros que han tomado los Mastodon. Con un buen riff y un videoclip realmente divertido, la canción es de las más pegadizas y la más "mainstream" de todo el disco, pero no por ello exenta de calidad. Blasteroid es un tema furioso de apenas dos minutos y medio de duración, un auténtico trallazo acelerado en el que sobresale la labor del batería Brann Dailor, uno de los mejores en la actualidad. El juego de palabras de Stargasm deriva en un tema en el que vuelven los Mastodon de siempre, los que intercalan pasajes de auténtica velocidad con medios tiempos mucho más progresivos, con una nueva exhibición de Dailor en la batería. El cómico título Octopus Has No Friends esconde un buen tema de rock progesivo con estribillo potente y pegadizo y riff galopante. All the Heavy Lifting es una canción de recorrido totalmente in crescendo con una atmósfera que se va oscureciendo a medida que avanzan los minutos y con otro estribillo a tener en cuenta ("Just close your eyes, And pretend that everything's fine, Just close your eyes, I'll tell you when"). Llegamos a The Hunter, el tema que da nombre al disco, y nos encontramos con un auténtico temazo, una canción hipnótica llena de sentimiento con una atmósfera envolvente de la que resulta difícil desprenderse. Dry Bone Valley es un tema que vuelve a pisar el acelerador y cuyas guitarras nos transportan a los paisajes desérticos propios del género stoner. Thickening se revela como un tema casi instrumental de intro curiosa a base de un bajo totalmente protagonista y un buen solo de guitarra. Llegamos así a Creatures Live, la auténtica ida de olla del disco, un tema totalmente experimental de manifiesto carácter psicodélico: las risas del comienzo y los efectos de sintetizador dejan paso al bajo, de nuevo protagonista, y a una voz clara y limpia que, acompañada de coros, completa una canción que podrían haber firmado los mismísimos Pink Floyd. Temazo sin paliativos, muy diferente a lo que nos tenían acostumbrados. Después, Spectrelight irrumpe con furia desatada y un nuevo riff marca de la casa, en un retorno a la agresividad propia del albúm Leviathan. En Bedazzled Fingernails parecen deambular entre melodías y estilos, con el apoyo de la voz sintetizada. Y así llegamos al tema The Sparrow, broche de oro para un gran disco y momento realmente mágico, de evocadora atmósfera y sugerente melodía, casi instrumental y con apenas un par de párrafos susurrados para dejar todo el protagonismo a la música. Guitarras contundentes que encajan a la perfección en el misticismo del tema y una breve parte vocal final que te deja helado y casi te teletransporta a otro mundo, a otra dimensión. Tremendo.


Como comentaba anteriormente, The Hunter es un disco que está haciendo correr ríos de tinta en la red y está originando acaloradas discusiones sobre el camino que han decidido tomar estos genios de Atlanta en este su último (hasta la fecha) trabajo de estudio. Para mí, The Hunter es uno de esos álbumes que escasean últimamente en el panorama musical mundial, con trece temas que puedes escuchar uno tras otro una y otra vez. Queda claro que Mastodon jamás harán un disco igual al anterior, y que disfrutan desarrollando nuevas posibilidades, variando los matices pero no el estilo ni la esencia, y que tienen cuerda para rato. Sinceramente, les considero una de las grandes bandas no ya del futuro (que lo tiene, y bastante prometedor...), sino de la historia de la música. Imprescindibles sin ninguna duda. Unos putos genios de la música. Tiempo al tiempo...

(Pulsa en las portadas para echar un vistazo a anteriores reseñas de Mastodon)

 



Pantera - Vulgar Display of Power (1992)


Publicación: 25 de febrero de 1992
Género: Metal (heavy, trash, groove)
Duración: 52:50
Discográfica: Atco Records
Productor/es: Terry Date

Tracklist:
  1. Mouth for War
  2. A New Level
  3. Walk
  4. Fucking Hostile
  5. This Love
  6. Rise
  7. No Good (Attack the Radical)
  8. Live in a Hole
  9. Regular People (Conceit)
  10. By Demons Be Driven
  11. Hollow

Han pasado ya casi veinte años desde que Pantera sacudiera el mundo de la buena música (llamadlo heavy, metal o rock duro, da igual...) con un disco eterno, clave en la construcción de un nuevo sonido dentro del metal e influencia básica para una ingente cantidad de grupos no sólo a principios de los '90, que es cuando publicaron este Vulgar Display of Power, sino durante bastantes años después de su publicación. Sin duda, esta obra maestra de Pantera constituye uno de los discos de metal más importantes de la historia, clave para el devenir del género durante los años posteriores a su lanzamiento. No en vano la revista Q lo incluyó entre los 50 mejores álbumes de heavy metal de todos los tiempos, y la revista IGN lo colocó en el undécimo puesto de los discos más influyentes de la historia.



Así es como cuatro tipos de Texas obraron el milagro de concebir y parir un disco realmente imprescindible con un estilo totalmente propio y nunca visto hasta la fecha, contando para ello con bazas seguras tales como la potente voz de un Phil Anselmo en estado de gracia y todo un maestro de la guitarra como fue y será siempre el tristemente desaparecido Dimebag Darrell (asesinado a tiros por un fan el 8 de diciembre de 2004), además del excelente trabajo de Rex Brown en el bajo y de Vinnie Paul en la batería, configurando una de las bases rítmicas más contundentes del momento. Con semejantes ases en la manga, no es de extrañar que la producción de Terry Date terminara de pulir el diamante en bruto que ya empezó a atisbarse en el anterior disco del grupo y quinto de su discografía: Cowboys from Hell (1990).


El disco abre de manera bestial aún sin que llegue a sonar ni un sólo acorde, con una portada impactante que anuncia la inminente avalancha de ritmo, agresividad y adrenalina que se nos viene encima, constituyendo una excelente metáfora de lo que va a suponer el disco para el oyente: una ostia brutal en toda la cara. Así, sin más, sin rodeos y sin paños calientes...  Mouth for War supone el pistoletazo de salida musical y es toda una declaración de intenciones, con un ritmo in crescendo que en su parte final casi podríamos calificar como trash metal. A New Level continúa con la descarga de potencia con un ritmo mucho más pesado que su predecesora, y en el tercer corte llega uno de los himnos de la banda: Walk, quizá uno de sus temas más comerciales y conocidos pero no por ello menos potentes, que al parecer es todo un clásico en los locales de strippers del estado de Texas. Fucking Hostile arranca con Phil Anselmo escupiendo "one, two, three, four!" antes de dar paso a casi tres minutos de velocidad y descarga sonora a una velocidad endiablada. El siguiente tema, This Love, es uno de mis preferidos y juega con nosotros al arrancar de forma pausada, como si de una nostálgica balada se tratase, para cambiar radicalmente de tercio en su estribillo, donde Pantera vuelven a demostrar la contundencia del metal que proponen. Rise pone de nuevo las cosas en su sitio a base de más velocidad, justo antes de que No Good (Attack the Radical) deje entrever algunas partes rapeadas de la letra, en lo que muchos consideran una clara influencia para el género nu-metal que ya se atisbaba en el horizonte. Live in a Hole es, en mi opnión, una de las canciones más flojas del disco. Regular People (Conceit) tampoco es del agrado de gran parte del espectro musical seguidor de Pantera, pero en lo que a mí respecta me parece un tema correcto con un ritmo ciertamente penetrante y no es ni mucho menos la peor canción del disco. By Demons Be Driven es un tema que recupera vagamente el consistente tono del disco, que termina con Hollow, una canción triste y melancólica sin la rudeza que invade al resto de composiciones, pero con un halo de misterio y un tramo final que parece tratar de recordarnos que estamos escuchando a Pantera. Buen tema para finiquitar tan tremenda obra de arte.


Vulgar Display of Power es un clásico básico, un disco clave en la historia de la música rock y una colección de temazos imprescindible para cualquier aficionado al metal que se precie, piedra angular y fuente de inspiración para una larga lista de grupos que surgieron y crecieron a la sombra de Pantera y que aún hoy día suenan como suenan debido a la poderosa influencia de estos gigantes de Texas. Obra maestra del género, sin paliativos.

NOTA: os dejo con el videoclip de This Love, una de mis canciones preferidas de Pantera, dirigido por Kevin Kerslake.


Violadores del Verso - Vivir para Contarlo (2006)


Publicación: 2 de noviembre de 2006
Género: Hip-Hop
Duración: 72 minutos
Discográfica: Rap Solo
Productor/es: Violadores del Verso, masterizado por Tony Dawsey

Tracklist:
  1. Filosofía y Letras
  2. Asómate
  3. Pura droga sin cortar
  4. Información Planta Calle
  5. A las cosas por su nombre
  6. Nada más
  7. Resistencia arrogante
  8. Ocho Líneas
  9. Cantando
  10. Alergia
  11. Vivir para contarlo
  12. No somos ciegos
  13. Zombis
  14. Dale tiempo al rumor

Cómo no sólo de rock vive el hombre, ya iba siendo hora de dedicarle una entrada a un estilo musical que siempre me ha gustado y al que últimamente le estoy dedicando bastante tiempo: el hip hop en castellano, concretamente con los zaragozanos Violadores del Verso como máximo exponente y auténticos referentes del género no ya a nivel nacional, sino superando barreras internacionales. Cosa lógica, por otro lado, si se marcan discos como este Vivir para Contarlo, una auténtica enciclopedia del hip hop ibérico donde se superan a sí mismos y consuman un LP imprescindible, compuesto de temas memorables de cabo a rabo.


Entrando directamente al número uno en las listas de ventas y consiguiendo ser Disco de Oro en apenas una semana, Vivir para Contarlo es, como bien reza la página web del grupo, perfecto ejemplo de que se puede conseguir un hito "sin el apoyo de las radiofórmulas, ni los medios masivos y solamente elevados por una legión de fieles seguidores". La escalada del grupo ha sido brutal desde sus tempranos comienzos a finales de 1997, consiguiendo un estilo propio único e inconfundible basado en las fuertes personalidades de los tres MC's (Kase-O, Lírico y Hate) y el funk en los platos de R de Rumba, productor y Dj del grupo.


¿Destacar una canción? Complicado: R de Rumba se luce una vez más en las bases y beats y en las letras curtidas se aprecia el poso de la experiencia, siendo éstas más elaboradas y menos crudas que en los inicios del grupo. Aún así, Pura droga sin cortar es el temazo por excelencia del disco, donde el flow de Javier Ibarra (Kase O) se deja sentir durante más de seis minutos, demostrando por qué está considerado el mejor MC de España. También destacaría Filosofía y Letras, que abre el fuego en este Lp; Sho-Hai llama A las cosas por su nombre en un tema que deja las cosas bien claras, mientras que Ocho Líneas y Vivir para Contarlo son madurez pura y dura mostrando la cohesión de los tres MC's. Simplemente imprescindible, seas o no fan del hip hop en general, y hay que vivirlo para contarlo.

Nota: y qué mejor que una muestra en directo de lo que estos genios son capaces de hacer micrófono en mano, con especial atención a la entrada de Kase O en el minuto 3:50 aproximadamente. Impresionante la respuesta de la gente...

Mastodon - Crack the Skye (2009)


Publicación: 24 de marzo de 2009
Género: Metal progresivo
Duración: 50:06
Discográfica:  Relapse Records
Productor/es: Brendan O'Brien

Tracklist:
  1. Oblivion
  2. Divinations 
  3. Quintessence
  4. The Czar (I.-Usurper, II.-Escape, III.-Martyr, IV.-Spiral)
  5. Ghost of Karelia
  6. Crack the Skye
  7. The Last Baron
Una vez más, vuelvo a la carga con un disco de los Mastodon. No hace tanto que os hablé de las excelencias de dos de sus anteriores trabajos (Leviathan [2004] y Blood Mountain [2006]) en sendas reseñas donde dejaba bien claro mi devoción absoluta por este grupo de rock/metal progresivo (etiquetadlo como queraís, aunque quizás la denominación más acertada sea la de "música de altísima calidad") que poco a poco se están haciendo un hueco no ya a nivel mainstream, sino en la historia de la música de calidad. 

Y una vez que me he posicionado, vamos a ver qué nos ofrecen con este Crack the Skye, un disco lanzado al mercado el 24 de marzo de 2009 (con lo que exactamente hoy cumple dos añitos) y que produjo Brendan O'Brien, habitual de bandas como Stone Temple Pilots, Pearl Jam, AC/DC, Rage Against The Machine o Bruce Springsteen, con lo que alinearon de su lado la baza de la experiencia.  El disco es totalmente conceptual, y si en Leviathan todo giraba en torno al elemento Agua (y más en concreto, alrededor de la historia de Moby Dick), y en Blood Mountain el tema principal era el elemento Tierra, (narrando una hipotética y mística ascensión a una montaña), en Crack the Skye todo se aglutina en torno al elemento Aire, y para describir la trama usaré las palabras del batería Brann Dailor:

"Un parapléjico atrapado en su cuerpo usa los viajes astrales como única vía de escape. En una ocasión sale de su cuerpo al espacio exterior y le ocurre algo similar a lo que le ocurrió a Icaro en la mitología: se acerca demasiado al Sol y el cordón umbilical dorado que estaba conectado a su plexo solar se quema, quedando a la deriva en el espacio exxterior. Es entonces cuando un agujero de gusano le absorbe y le arrastra hasta el mundo de los espíritus, a los que intenta convencer de que en realidad no está muerto. Estos le creen y deciden ayudarle depositando su alma en el cuerpo de Rasputín, quien es asesinado cuando intentaba derrocar al Zar. Así, las dos almas abandonan el cuerpo del monje ruso dirigiéndose hacia una brecha o ruptura en el cielo (de ahí el título de Crack the Skye, haciendo un juego de palabras entre "sky" [cielo] y Skye, nombre de la hermana del batería Brann Dailor que se suicidó cuando tenía catorce años...), donde Rasputín usará su sabiduría para devolver el alma del chico a su cuerpo antes de que sea demasiado tarde, ya que sus padres creen que está muerto. Pero no será tarea fácil, pues en el camino aparecerá el Diablo, que intentará robar y destruir sus almas..."

Como habeís podido comprobar, la simpleza argumental no entra en los planes de los Mastodon, y disponen para este disco una trama compleja que ellos mismos están pensando en adaptar para llevarla a la gran pantalla algún día.


En su día definía Leviathan (2004) como "una amalgama brutal de un sonido pesado y agresivo, pero muy cuidado en cuanto a composiciones, ritmos y riffs", y de Blood Mountain (2006) comentaba que "irradian potencia, velocidad y caña por doquier, pero cuando se ponen a trabajar las melodías y a pulir las composiciones, no hay quien les haga sombra de momento". Pues bien, con Crack the Skye se acaban los calificativos para esta banda. Mastodon dan otro paso adelante en cuanto a creatividad y, pese a que el nivel de agresividad se ha suavizado ganando en elegancia, el viaje enérgico y trepidante está garantizado. Sinceramente, me parece una OBRA MAESTRA no ya del metal progresivo, sino de la música en general. Es

Se abre el disco con Oblivion, primer single y perfecta declaración de intenciones, con una genial superposición de voces y riffs a medio tiempo que ejercen de marco para que Brann Dailor (batería) y Troy Sanders (bajista) se luzcan con la lírica. Divinations suena a continuación con unos buenos coros en el estribillo y frases de guitarra complejas y angulosas. El tercer tema del disco es Quintessence, una canción capicúa en cuanto a intensidad, pues empieza y termina de forma semejante, no sin antes haber pasado por un tramo de ritmo trepidante. Llegamos así a The Czar, una pieza de casi once minutos de duración y auténtico corazón del disco. Es un temazo dividido en cuatro partes donde Mastodon demuestran quiénes son y qué es lo que hacen. Rebosante de epica pura y genialidad, este tema está empapado del halo cósmico y misterioso que envuelve todo el disco. Sencillamente impresionante.

La pieza siguiente es Ghost of Karelia, donde continúan el viaje místico incrementando ligeramente la crudeza del sonido pero sin dejar de lado su densidad sonora característica. Llegamos así al tema que da título al disco: Crack the Skye, donde la voz cantante la lleva Scott Kelly, cantante de Neuosis y amigo colaborador habitual de Mastodon, y contribuye a crear un clima pesadillesco con su particular voz. El viaje culmina con The Last Baron, otra joya extensa de trece minutos de duración que reúne toda la fuerza, el virtuosismo y la complejidad exhibida durante los seis primeros cortes del disco.

Para concluir, no me cansaré de repetir que Crack the Skye es una auténtica joya, una obra maestra sin paliativos. Complejo, potente, épico, con una atmósfera envolvente, original, de fuerza inusitada y técnica que roza el virtuosismo... Es una pasada de disco y lo recomiendo a todo el mundo, seaís más de hard rock, de metal o de pasodobles. La buena música tiene que tener su rincón en todas partes y llegar a todos los oídos.

    Kvelertak - Kvelertak (2010)


    Publicación: 21 de junio de 2010
    Género: Rock & Roll, Black Metal, Punk, Hardcore
    Duración: 42:19
    Discográfica: Indie Recordings
    Productor/es: Kurt Ballou

    Canciones:

    Confieso que llevaba ya un tiempo con cierto estancamiento en lo que a descubrimientos musicales se refiere, y que mi lista de reproducción de Spotify empezaba a resultar algo anodina y/o repetitiva, teniendo que recurrir a inundar mi mp3 de clásicos. Pero he aquí el milagro, cuando entro un día en el blog del colega Unai (Se Acerca el Invierno) y me encuentro con una entrada recomendando a los noruegos Kvelertak y el clip de su tema "Mjød" como vídeo de la semana. Y yo, que soy muy bien mandado sobre todo en cuanto a recomendaciones que provienen de fuentes fiables, ni corto ni perezoso le doy al play y alucino... Alucino con el vídeo y flipo con la fuerza y la potencia desmesurada de estos noruegos. No tardo nada en agenciarme su primer y único disco homónimo  y sigo alucinando de tal forma que me trago los 11 temas del tirón no una, ni dos, sino hasta tres veces.



    Kvelertak, que en noruego significa algo así como "estrangulamiento", han debutado con este disco homónimo con el que se postulan como grupo revelación no ya del pasado 2010, sino de este recién estrenado 2011, en el que están pegando con fuerza gracias a la frescura y a la potencia de su música, pero también al boca a boca que los ha convertido en la sensación musical noruega del momento. Con un estilo difícil de calificar que algunos ya definen como "black 'n roll", los Kvelertak [Erleèd Hjelvik (voz), Vidar, Maciek y Bjarte Lund Rolland (guitarras), Marvin (bajo) y Kjetil (percusión)] conjugan hard rock, stoner, punk, black metal y thrash creando una amalgama sonora realmente atractiva, que se encarama a los hombros y te agarra y sacude con fuerza inusitada.


    Sería injusto, además de harto complicado, destacar un tema por encima de otro, puesto que este disco es una descarga de tralla realmente cohesionada y con una pegada descomunal que es de recibo disfrutar del tirón ya que no hay ni una sóla canción de relleno. Riffs frenéticos y solos de nivel, una batería a modo de ametralladora y una garganta vikinga que rasga sus cuerdas vocales sin reparo: ¿alguien da más? Discazo y directamente a mi lista de imprescindibles.

    Nota: os dejo con el clip oficial del tema Mjød (el que colgó Unai en su blog), un vídeo oscuro y tenebroso con una buena factura técnica. No tengo ni idea de noruego, pero algo sobre Odín comenta en el estribillo...

    Y el disco más vendido en los últimos 20 años en EE.UU. es...


    ...el "Disco Negro" de Metallica, conocido con ese nombre ("The Black Album") debido a su ausencia de título y a su portada casi completamente negra. La banda de trash y heavy metal californiana encabeza, con más de 15 millones y medio de discos vendidos de su disco homónimo la lista de los discos best-sellers en los EE.UU. según Nielsen SoundScan, una compañía que mide las ventas de discos de todo Estados Unidos, así como los artistas que más venden dentro de este territorio.

    Top Ten Selling Albums Of SoundScan Era (1991 - January 2, 2011):

    01. "Metallica" - METALLICA (15,620,000)
    02. "Come On Over" - SHANIA TWAIN (15,499,000)
    03. "Jagged Little Pill" - ALANIS MORISSETTE (14,673,000)
    04. "Millennium" - BACKSTREET BOYS (12,115,000)
    05. "Bodyguard" soundtrack - Various Artists (11,823,000)
    06. "Supernatural" - SANTANA (11,709,000)
    07. "Beatles 1" - THE BEATLES (11,703,000)
    08. "Human Clay" - CREED (11,563,000)
    09. "No Strings Attached" - 'N SYNC (11,117,000)
    10. "Falling Into You" - CELINE DION (10,785,000)

    Además,  Metallica también ocupa un meritorio cuarto puesto en el top-ten de artistas que más han vendido en la misma franja temporal con más de 52 millones y medio de discos vendidos, casi nada:

    Top Ten Selling Artists Of SoundScan Era (1991 - January 2, 2011)

    01. GARTH BROOKS (68,513,000)
    02. THE BEATLES (62,066,000)
    03. MARIAH CAREY (53,185,000)
    04. METALLICA (52,672,000)
    05. CELINE DION (51,162,000)
    06. GEORGE STRAIT (42,396,000)
    07. EMINEM (39,643,000)
    08. TIM MCGRAW (39,396,000)
    09. ALAN JACKSON (38,275,000)
    10. PINK FLOYD (36,429,000)

    Evidentemente, es un buen disco. Incluso diría que un gran disco, a pesar del manifiesto giro comercial que les supuso, entre otras cosas, convertirse en una banda multitudinaria y conseguir cifras de ventas como las que hoy reflejo en esta entrada. Para mi el DISCO, con mayúsculas, de Metallica, será siempre el Master of Puppets. Heavy rancio que es uno...

    Mastodon - Blood Mountain (2006)


    Publicación: 11 de septiembre de 2006
    Género: Metal progresivo
    Duración: 68:09
    Discográfica: Warner Bros. Records, Relapse Records
    Productor/es: Matt Bayles, Mastodon

    Canciones:
    1. The Wolf is Loose
    2. Crystal Skull
    3. Sleeping Giant
    4. Capillarian Crest
    5. Circle of Cysquatch
    6. Bladecatcher
    7. Colony of Birchmen
    8. Hunters of the Sky
    9. Hand of Stone
    10. This Mortal Soil
    11. Siberian Divide
    12. Pendulous Skin
    Recuerdo que a principios de agosto de este 2010 escribí una entrada dedicada por entero al disco Leviathan, de los Mastodon, y os comentaba la profunda huella que estos tipos de Atlanta habían dejado en mi interior musical, habiéndolos escuchado apenas un par de veces. Sobre ese disco comenté textualmente que era "uno de los mejores discos que he escuchado en mucho tiempo. Una amalgama brutal de un sonido pesado y agresivo, pero muy cuidado en cuanto a composiciones, ritmos y riffs". Pues bien, estos señores lo volvieron a hacer apenas un par de años después, sacándose de la manga este tremendo "Blood Mountain".


    Mastodon ha conseguido en muy poco tiempo lo que a otras bandas les lleva años de esfuerzo y sacrificio: se han convertido, por méritos propios y calidad, en uno de los mejores grupos del metal del siglo XXI. Después del aclamado Leviathan, Warner Bros. llamó a su puerta y no desaprovecharon la oportunidad, justificando su fichaje por dicha multinacional con otra vuelta de tuerca al rock innovador y al metal contundente del que hicieran gala en su disco anterior.  

    Blood Mountain es la confirmación de que Mastodon llenan  con su denso estilo un hueco enorme dentro del panorama musical actual, y son una banda a tener muy en cuenta. Si en Leviathan todo era potencia, agresividad y leves atisbos de rock progresivo, Blood Mountain es un paso adelante, y supone el perfeccionamiento de lo anteriormente expuesto. Conservan la energía y la potencia, pero a eso le han sumado un mayor dominio de la técnica y un plus de calidad en las melodías. En una palabra: se han enriquecido, y ahora son un monstruo de proporciones gigantescas que aglutinan en torno a sí lo mejor de varios estilos, y lo amasan hasta conseguir un sonido propio e inconfundible.


    Blood Mountain es, de nuevo, un disco conceptual. Si en Leviathan todo giraba en torno al elemento Agua (y más en concreto, alrededor de la historia de Moby Dick), en esta ocasión el tema principal es el elemento Tierra, y el disco bascula en torno a una historia que ellos rellenan de misticismo: el leit motiv es la hipotética ascensión a una montaña con una serie de acontecimientos que pueden ocurrir durante la escalada: hambre, cansancio,  falta de oxígeno... Todo eso se une para producir alucinaciones, y las letras reflejan un mundo más allá de lo tangible en el que extrañas criaturas y visiones acechan al ser humano, que se topa de bruces con la verdadera naturaleza. Puede parecer un tema extravagante y denso, pero aún así es una gozada la imaginación de estos músicos.


    La tremenda The Wolf is Loose abre el disco con un ritmo endiablado que hunde sus raíces en el más puro trash metal, para enganchar casi sin tregua con Crystal Skull, donde también hacen gala de una velocidad y potencia tremendas. Sleeping Giant es el tercer corte del disco, donde empieza a hacer acto de presencia esa perfección alcanzada en las melodías y a partir de ahí es recomendable dejarte llevar: estás en plena ascensión y no hay marcha atrás. Un temazo imprescindible. Capillarian Crest es pura torsión en la guitarra y una sucesión de constantes cambios de ritmo. En Circle of Cysquatch y Bladecatcher toman cuerpo el metal progresivo complejo que inunda las mentes de los miembros de Mastodon, dand paso a Colony of Birchman, otro de esos temazos de obligada escucha. Es inevitable sentirse en mitad de ese misterioso bosque, hogar de los Hombres-Abedul. Hunters of the Sky y Hand of Stone demuestran la influencia del metal ochentero, y con This Mortal Soil parecemos hallar un resquicio de sosiego y paz en esta dura ascensión... Siberian Divide es la coronación, el golpe de gracia final que nos aguarda en la cima, y Pendulous Skin cierra el disco de manera bizarra, etérea, casi queriendo poner fin a algo más que el viaje a la "montaña sangrante".

    Un disco único e imprescindible para los sibaritas del buen metal, sea progresivo o no, y con el que se demuestra una vez más que tienen un sitio reservado en la historia del rock  y de la música en general. Irradian potencia, velocidad y caña por doquier, pero cuando se ponen a trabajar las melodías y a pulir las composiciones, no hay quien les haga sombra de momento...
    Todo un acierto el nombre de la banda: Mastodon te cogen, te aplastan, te digieren en vida, y para cuando te han liberado, has cambiado de forma y casi de plano existencial. Esto dentro de cinco o diez años será todo un clásico.
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