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El Sargento Hartman


"Soy el Sargento de Artillería Hartman, vuestro instructor jefe. A partir de ahora únicamente hablareis cuando se os hable; y la primera y la última palabra que saldrá de vuestros sucios picos será señor. ¡¿Me entendéis bien, capullos?!"

A lo largo de la Historia del Cine, y más concretamente en las películas bélicas, hay un personaje al que siempre se ha recurrido para mostrar en pantalla lo tremendamente duro que resulta alistarse en el ejército de los EE.UU, sobre todo al principio, cuando los marines y soldados apenas son unos recién llegados. Nos referimos, cómo no, a los altos mandos militares, y más concretamente, a los sargentos. Tipos duros donde los haya, curtidos en mil batallas y con la única misión de convertir a esos tiernos reclutas en máquinas de matar para que entren a formar parte del engranaje de la máquina de guerra yankee. Y en el cine norteamericano tenemos varios ejemplos: desde el Sargento Emil Foley (Louis Gosset Jr.) de Oficial y Caballero, hasta el Sargento Thomas Highway (Clint Eastwood) de  El Sargento de Hierro, pasando por el personaje que hoy centra nuestra atención: el Sargento de Artillería Hartman, que aparece en La Chaqueta Metálica, del gran Stanley Kubrick.


Ronald Lee Ermey es el actor que interpreta al Sgto. Hartman, aunque al comienzo del rodaje el director tenía planes muy diferentes. Stanley Kubrick había contratado a Lee Ermey, un veterano de la Guerra de Vietman que había estado en el frente durante 14 meses, para que enseñara al actor elegido en un principio los avatares y el comportamiento de un auténtico militar respecto a los reclutas a su cargo, además de aconsejar al equipo de rodaje en aspectos bélicos.


Después de contemplar atónitos como Lee Ermey soltaba un rapapolvo de más de diez minutos de duración, lleno de improperios y obscenidades, en una de las clases prácticas para el actor que supuestamente iba a encarnar al personaje, Kubrick y su equipo quedaron asombrados y decidieron darle el papel a Lee Ermey después de semejante exhibición de dureza verbal castrense. Incluso le dejaron libertad para escribir parte de los diálogos e improvisar durante la película, logrando en ocasiones que los rostros de los actores reflejaran realmente sorpresa, miedo y nerviosismo en varias de las secuencias. Tan enorme y convincente fue la interpretación de Ermey que estuvo nominado ese año a los Globos de Oro en la categoría de Mejor Actor Secundario. 


Lo cierto es que hoy día todos recordamos ciertos momentos de la película que tienen como protagonista a este tiránico militar amante de las vejaciones verbales y de la estricta vida castrense, capaz de soltar improperios y exabruptos por su boca como auténticas rágafas de ametralladora. Y nada como el mismísimo discurso inicial que el Sargento Hartman dedica a los reclutas y que abre el genial film de Kubrick. Un comienzo de película de lujo, dejando bien claro quién es quién y qué es lo que les espera a estos pobres ilusos.... Sin ningún género de duda, el Sgto. Hartman es, por méritos propios, uno de los militares más duros de la Historia del Cine. ¡Señor, si Señor!

3 comentarios:

alcorze dijo...

Personalmente el comienzo de la película es de lo mejor del film y su actuación es de sobresaliente. No tenía ni idea de la anécdota.

Genial explicación!!!

alcorze dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
:::::: dijo...

Estoy con Alcorze, hay personajes que son clave para un film, que sin ellos y el actor que los interpreta simplemente no serían trascendentales. Este es un caso que lo ilustra

Me parece interesantísima la forma en la que nos compartes detalles de este persojae.
Un beso Diegui

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