La historia está ambientada en el programa de Gran Hermano en su versión inglesa. Todo transcurre con total normalidad en los estudios donde se rueda el popular reality-show. El director del programa supervisándolo todo y tratando de ofrecer en pantalla lo que la audiencia desea; el equipo de producción ultimando detalles antes de entrar en directo; los concursantes de la casa aguardando con impaciencia los resultados de las nominaciones y una multitud de enfervorecidos fans y seguidores del programa que se agolpa en el exterior del plató para recibir al expulsado de la noche...Un dia cualquiera en el rodaje del famoso concurso.

Pero, de repente, el caos se desata. Un extraño virus se propaga con rapidez e infecta a gran parte del público expectante. Los gritos y los ataques se suceden entre la multitud, que huye despavorida sin saber realmente qué es lo que ocurre, mientras las personas que aparentemente tenían que estar muertas merced a las heridas que les habían inflingido los causantes del desastre se levantan y echan a correr enfurecidos tras los supervivientes con la intención de desgarrarles las entrañas y devorarlos vivos. El caos se extiende al interior de los estudios de grabación mientras los concursantes, encerrados en la casa de Gran Hermano, duermen ajenos al apocalipsis zombie que se ha desatado en el exterior.

A la mañana siguiente los concursantes despiertan y perciben que algo va mal. Se ha perdido todo contacto y comunicación con la dirección del programa y llegan incluso a plantearse que todo es una prueba del concurso, hasta que descubren la terrible verdad y contemplan el horror que se está viviendo en el exterior. Cuando los zombies aciertan a penetrar en la casa, comienza una verdadera masacre televisada de la que los concursantes intentarán escapar.

Como podeís observar, la premisa argumental es ciertamente innovadora ya que es la primera ocasión en que una historia de ficción se desarrolla ambientada en un reality-show y, para añadirle más originialidad aún, con el ingrediente añadido de un apocalipsis zombie en el horizonte y unos toques de humor negro, dando como resultado una historia de horror entretenida, macabra e ideal para los fans de los zombies. Los creadores de la serie decidieron reirse de ellos mismos con esta historia, pues la productora es la misma que la del famoso Gran Hermano en su versión inglesa. Además, la serie cuenta con diferentes cameos de los propios participantes del concurso y de su presentadora, Davina McCall, quien se interpreta a si misma.

Dead Set: Muerte en Directo me sorprendió, ya que no esperaba un producto televisivo de tanta calidad y con ese realismo que realmente perturba y llega a incomodar (incluso puede que por momentes aterre...), al mostrarnos que es lo que podría ocurrir en caso de un apocalipsis de origen zombie en ese pequeño trozo de realidad retransmitida en directo por televisión. La dureza de algunas de las escenas, el uso en abundancia del gore y la casquería y el malsontante lenguaje que usan algunos de sus protagonistas no hacen sino acrecentar la sensación de realidad que envuelve la historia.


Como anécdota, Simon Pegg (guionista y protagonista de  la célebre comedia zombie Shaun of the Dead) mostró su beneplácito con la serie, y la única disconformidad que mostró fue que los zombies de Dead Set corrieran, alejándose de los zombies clásicos de Romero y acercándose a la idea de los infectados mostrados en 28 dias después. Yo, sin ningún género de duda, la recomiendo para todos en general, y en particular para aquellos que disfruteís en pantalla de cualquier historia con hordas de muertos vivientes, sean rápidos o lentos, acosando a un puñado de supervivientes que luchan por salvar su vida.