Seguimos poniéndonos al día con estas pequeñas reseñas sobre los episodios de Game of Thrones (Juego de Tronos), ahora que sólo resta el décimo y último episodio para acabar con la primera temporada de tan tremenda serie. Epígrafe sugerente y cargado de significado el que ostenta este séptimo episodio, titulado "You Win or You Die", y que comienza de manera espectacular, con el patriarca de los Lannister, Lord Tywin, descuartizando un venado en una magnífica metáfora del futuro que le aguarda a la dinastía de los Baratheon, la actual casa regente. Magnífico Charles Dance en el papel del maquiavélico Lord Tywin, otra muestra más de la excelente labor de casting llevada a cabo para Juego de Tronos. Impagable es el discurso aleccionador que declama sobre su hijo Jaime Lannister, que asiste estupefacto a la potente oratoria de su padre. Y luego preguntan que por qué los malos y los villanos molan más...
Después de la bonita escena Lannister entre padre e hijo, volvemos a Desembarco del Rey, donde Ned Stark tiene la brillante idea de confesarle a Cersei que está al corriente de toda la verdad sobre sus hijos y su verdadero padre, y que pretende contárselo todo al rey Robert. Una vez más, Ned peca de ingenuidad, sobre todo cuando tiene enfrente un animal conspirador curtido en mil batallas como es Cersei Lannister, que básicamente le responde que está jugando a un juego en el que se gana o se muere... ¡Ay, Ned! ¡No se juega con leones!
Es en éste séptimo episodio donde el rey Robert agoniza en su lecho, después de haber sufrido un serio percance con un jabalí durante la cacería que había dispuesto para "aclararse la mente". Herido de muerte, el monarca de la casa Baratheon le confía a Eddard la regencia del reino hasta que su hijo Joffrey alcanze la mayoría de edad. Ned, impulsado una vez más por su elevado sentido del honor y el deber, redacta las últimas voluntades de su rey, pero con un ligero cambio: donde habría de estar escrito el nombre de Joffrey, la Mano del Rey escribe "hijo legítimo", cosa que no es lo mismo en este caso... Además, el rey Robert parece dar marcha atrás sobre el asunto de los Targaryen y retira las órdenes que había dado previamente de asesinar a Daenerys, a la que vemos en la escena siguiente intentando ser envenenada por un vendedor de vinos. Evidentemente, Jorah Mormont evita el desastre con presteza, para desgracia del comerciante, apresado de inmediato por los dothraki.
Mientras, en el Muro, el Lord Comandante reparte las competencias para los nuevos reclutas de la Guardia de la Noche, con sorpresa para Jon Nieve, que anhelaba ser explorador como su desaparecido tío Benjen pero al que designan como mayordomo del propio Lord Comandante. Jon y Sam realizarán el juramento de la Guardia ante el árbol corazón del bosque de los dioses del Muro, en un momento especialmente aguardado y ciertamente emotivo, hasta que hace acto de aparición Fantasma, el huargo de Jon, con lo que parece ser la mano de un cadáver entre sus fauces.
Y después de ser testigos de cómo Khal Drogo monta en tremenda cólera ante el intento de asesinato de su khaleesi y la promesa que le hace a ésta de que conquistará para ella y para su futuro hijo Rhaego los Siete Reinos, volvemos a Desembarco del Rey, más concretamente al salón del trono, donde después de la muerte del rey, Eddard ha sido convocado por la reina Cersei, autonombrada regente hasta que su hijo sea mayor de edad, para que el norteño les jure lealtad y reconozco la legitimidad de Joffrey como heredero al Trono de Hierro. Ante esta tensa situación en la que cada uno vela por sus intereses, se desata una escaramuza que acaba como todos sabemos, y es que Eddard ya había sido advertido de no confiar en quien no tenía que confiar. Punto de "no retorno" alcanzado en este séptimo episodio, todo un acelerón para la sucesión de acontecimientos que tendrán lugar en los escasos tres episodios que restan para finalizar esta tremenda primera temporada.
Mientras, en el Muro, el Lord Comandante reparte las competencias para los nuevos reclutas de la Guardia de la Noche, con sorpresa para Jon Nieve, que anhelaba ser explorador como su desaparecido tío Benjen pero al que designan como mayordomo del propio Lord Comandante. Jon y Sam realizarán el juramento de la Guardia ante el árbol corazón del bosque de los dioses del Muro, en un momento especialmente aguardado y ciertamente emotivo, hasta que hace acto de aparición Fantasma, el huargo de Jon, con lo que parece ser la mano de un cadáver entre sus fauces.
Y después de ser testigos de cómo Khal Drogo monta en tremenda cólera ante el intento de asesinato de su khaleesi y la promesa que le hace a ésta de que conquistará para ella y para su futuro hijo Rhaego los Siete Reinos, volvemos a Desembarco del Rey, más concretamente al salón del trono, donde después de la muerte del rey, Eddard ha sido convocado por la reina Cersei, autonombrada regente hasta que su hijo sea mayor de edad, para que el norteño les jure lealtad y reconozco la legitimidad de Joffrey como heredero al Trono de Hierro. Ante esta tensa situación en la que cada uno vela por sus intereses, se desata una escaramuza que acaba como todos sabemos, y es que Eddard ya había sido advertido de no confiar en quien no tenía que confiar. Punto de "no retorno" alcanzado en este séptimo episodio, todo un acelerón para la sucesión de acontecimientos que tendrán lugar en los escasos tres episodios que restan para finalizar esta tremenda primera temporada.
2 comentarios:
De este episodio me quedo con dos momentazos: Tywin despellejando el venado y Joffrey sentado en el trono con su cara de repelente y asubnormalada.
Ainsss, me vas a crear un trauma rememorando el tema de Ned una y otra vez.....
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