Duración: 89 minutos País: Canadá
Tucker y Dale, dos amigos que deciden pasar unos dias de vacaciones en una cabaña en las montañas, vivirán en sus propias carnes un tremendo malentendido generado por los prejuicios de un grupo de jóvenes universitarios que deciden acampar en los alrededores. Pronto se desatará el caos y los adolescentes creerán que este par de simpáticos rednecks son aesinos en serie que pretenden acabar con ellos...
Después de unas cuantas semanas sin colgar una entrada de esas en las que vierto mis opiniones sobre una película desde mi humilde posición de cinéfago aficionado, vuelvo a la carga de nuevo. Y me alegra hacerlo con una película que ha supuesto una grata sorpresa para mí y una bocanada de aire fresco para ese maltrecho género híbrido que cabalga entre la comedia y el cine de terror.
Tucker & Dale vs. Evil se mueve como pez en el agua como comedia de terror y buena parte de ese mérito recae en su pareja protagonista, que despierta las simpatías del respetable desde su primera aparición y se meten al público en el bolsillo con su naturalidad, su espontaneidad y, por qué no decirlo, su gran corazón. Tyler Labine y Alan Tudyk se merecen una buena dosis de reconocimiento público por su fresca interpretación de Tucker y Dale, dos buenos colegas incapaces de hacerle daño a una mosca y cuyo único delito es ser un poco "paletos" y lucir un aspecto que no invita a la confianza. Es ese contraste entre lo que parecer ser y lo que finalmente es lo que se erige en la gran baza de la película. El director debutante Eli Craig lo sabe y apuesta claramente por situaciones ambigüas en las que las apariencias engañan y las malinterpretaciones están a la orden del día. En el otro lado del prisma se sitúan los típicos y tópicos universitarios de turno, esos que suelen mirar por encima del hombro a gente como Tucker y Dale por el simple hecho de llevar camisas de franela.
De paso, y como aliciente para los cinéfilos empedernidos, el film contiene innumerables detalles, diálogos y momentos que sirven de homenaje al cine de terror más clásico (el momento motosierra es simplemente genial...) y que elevan esta historia a película de culto. Además, contamos con la inestimable presencia de dos compañeros de viaje que no pueden faltar en este tipo de cine: la sangre y el gore.
Pero (porque siempre hay un "pero"...), también debemos detenernos a mencionar un par de detalles que estropean el resultado final. Uno de ellos es la parte final de la película, que se desinfla un poco en su último tercio y nos ofrece un desenlace bastante descafeinado y que no le hace justicia al planteamiento y al desarrollo de esta divertida historia. La otra objeción que podemos apuntar es la poco creible relación romántica entre dos de los protagonistas, que resta algo de contundencia y credibilidad al conjunto, llegando a frenar la historia en algún que otro momento.
Por lo demás, película imprescindible dentro de lo que denominamos "comedia de terror" y propuesta original y divertida que demuestra que, pese a que existen voces críticas que opinan lo contrario, el cine de terror tiene cuerda para rato y aún contiene ideas innovadoras dispuestas a ser plasmadas en la gran pantalla.
Tucker & Dale vs. Evil se mueve como pez en el agua como comedia de terror y buena parte de ese mérito recae en su pareja protagonista, que despierta las simpatías del respetable desde su primera aparición y se meten al público en el bolsillo con su naturalidad, su espontaneidad y, por qué no decirlo, su gran corazón. Tyler Labine y Alan Tudyk se merecen una buena dosis de reconocimiento público por su fresca interpretación de Tucker y Dale, dos buenos colegas incapaces de hacerle daño a una mosca y cuyo único delito es ser un poco "paletos" y lucir un aspecto que no invita a la confianza. Es ese contraste entre lo que parecer ser y lo que finalmente es lo que se erige en la gran baza de la película. El director debutante Eli Craig lo sabe y apuesta claramente por situaciones ambigüas en las que las apariencias engañan y las malinterpretaciones están a la orden del día. En el otro lado del prisma se sitúan los típicos y tópicos universitarios de turno, esos que suelen mirar por encima del hombro a gente como Tucker y Dale por el simple hecho de llevar camisas de franela.
De paso, y como aliciente para los cinéfilos empedernidos, el film contiene innumerables detalles, diálogos y momentos que sirven de homenaje al cine de terror más clásico (el momento motosierra es simplemente genial...) y que elevan esta historia a película de culto. Además, contamos con la inestimable presencia de dos compañeros de viaje que no pueden faltar en este tipo de cine: la sangre y el gore.
Pero (porque siempre hay un "pero"...), también debemos detenernos a mencionar un par de detalles que estropean el resultado final. Uno de ellos es la parte final de la película, que se desinfla un poco en su último tercio y nos ofrece un desenlace bastante descafeinado y que no le hace justicia al planteamiento y al desarrollo de esta divertida historia. La otra objeción que podemos apuntar es la poco creible relación romántica entre dos de los protagonistas, que resta algo de contundencia y credibilidad al conjunto, llegando a frenar la historia en algún que otro momento.
Por lo demás, película imprescindible dentro de lo que denominamos "comedia de terror" y propuesta original y divertida que demuestra que, pese a que existen voces críticas que opinan lo contrario, el cine de terror tiene cuerda para rato y aún contiene ideas innovadoras dispuestas a ser plasmadas en la gran pantalla.
2 comentarios:
Ganas le tengo, a ver si esta semana la puedo ver por fin ;)
que buena pinta!!! a ver si consigo verla pronto ^^
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