Título original: Blood Creek
Año: 2009
Duración: 99 minutos
País: EE.UU.
Género: Terror
Dirección: Joel Schumacher
Guión: David Kajganich
Música: David Buckley
En 1936, los Wollners, una familia de inmigrantes alemanes residentes en Town Creek (Maryland), son contactados por el Tercer Reich para que ejerzan de anfitriones del Profesor Richard Wirth. Necesitados de dinero, los Wollners aceptar acoger al profesor en su hogar. Lo que jamás imaginaron es que serían las víctimas de un cruel juego de supervivencia que los aislaría del resto del mundo.
Pequeña grata sorpresa la que me llevé el otro día cuando le eché un vistazo Blood Creek, la última incursión en el cine de terror, hasta la fecha, del irregular Joel Schumacher, capaz de ofrecer cosas tan interesantes como Jóvenes Ocultos (1987) y luego meter la pata hasta el fondo diez años después con un truño monumental de proporciones épicas como Batman y Robin (1997). Después de haber pasado un rato bastante entretenido, no entiendo cómo esta película se ha visto relegada al mercado del DVD sin estrenarse ni en una sóla sala de cine. Ya empezó la cosa de forma dubitativa, y en un primer momento era Creek el nombre elegido para el film, para posteriormente cambiar su título por el de Town Creek, sufriendo un nuevo cambio para llegar al definitivo Blood Creek con el que se ha estrenado. A saber los criterios de la productora y la distribuidora (Lionsgate) para estrenar unas y desestimar otras.
Lo cierto es que, como he dicho, pasé un buen rato. La película, (un buen ejemplo de lo que se considera hoy en día una película de serie B con un presupuesto medio-alto...) sabe mezclar con un mínimo de interés ingredientes a priori tan dispares como el ocultismo nazi y su constante búsqueda de fuentes de poder para conquistar el mundo (basado en hechos reales, para que os hagaís una idea de lo pirados que estaban...) con someras pinceladas de mitología y folklore pagano nórdico (los vikingos y sus runas nunca están de más), y un remate de lujo: vampirismo y zombies, aunque quizás sea más conveniente llamarles cadáveres poseidos.
La atmósfera tenebrosa del film contribuye a que la ambientación juegue a favor de la película, junto con los excelentes efectos especiales, que denotan, como mínimo, cierto interés en que el producto final sea algo decente que destaque entre la mediocridad. Así, tanto el villano de la función como las criaturas de las que se sirve para alcanzar su objetivo (como adelanto sólo diré que hay caballos zombies...) son un buen ejemplo del esmero en el apartado técnico.
Lástima que el guión no acompañe y se convierta en un pequeño lastre para el conjunto, que se estanca por culpa de una historia que, aunque interesante hasta cierto punto, bien planteada y llevada con cierta solvencia, tiene esos pequeños deslices y giros de guión que chirrían lo suficiente como para evitar que la nota final alcance el notable. Un poquito más de personalidad no hubiera venido nada mal. Del reparto poco hay que destacar, quizás a Michael Fassbender como un malo de turno un pelín soso pero intrigante al comienzo, y a un Dominic Purcell tan inexpresivo como siempre pero repartiendo estopa a diestro y siniestro en su línea habitual.
Si buscamos entretenimiento puro y duro, con un tema últimamente de moda en el cine de terror como es el nazismo y sus múltiples posibilidades (como en la divertida Dead Snow) y con una factura técnica más que digna, Blood Creek ofrece eso y un poquito más. Eso sí, nada de pedirle peras al olmo, ni un guión espectacular lleno de enrevesados giros y complejas tramas. Esto es lo que es: una granja, un demoníaco nazi-zombie-vampiro y dos yankees armados hasta los dientes. Con unas palomitas, ¿se puede pedir algo más?
1 comentarios:
Pues parece interesante, y puede estar bien ver a Lincoln Burrows actuando (desde luego en Prison Break no se prodigaba mucho xD). Me la apunto, sobre todo por eso que apuntas del caballo. Humm, interesante. ;D
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