Título original: Castle Freak Género: Terror
Duración: 90 minutos País: EE.UU.
Dirección: Stuart Gordon Guión: Stuart Gordon, Dennis Paoli, basado en El Extraño (The Outsider), relato de H.P. Lovecraft
Música: Richard Band
Un matrimonio que atraviesa una grave crisis de pareja y la hija invidente de ambos se alojan en un castillo en Italia que acaban de heredar. Aunque aparentemente está deshabitado, pronto comenzarán a escuchar ruidos y ocurrirán sucesos que indican lo contrario. En las mazmorras castillo se oculta una extraña criatura...
La racha de cine fantástico y de terror made in los '80-'90 que me estoy metiendo entre pecho y espalda últimamente es importante. No me pregunteís el por qué, ya que ni yo mismo sabría responderos a ciencia cierta. No hace mucho, mientras consultaba la filmografía de Stuart Gordon, caí en la cuenta de que aún me faltaban algunos títulos que ver, entre los cuales estaba la película de hoy.
Castle Freak (que en España llegó a titularse Un Castillo Alucinante...) es una película que supera con creces el umbral de "decente" o "correcta". Yo incluso la calificaría como una buena película de terror, bastante desconocida y que en su día no gozó de la repercusión que otros productos de mucha menos calidad si tuvieron (sin duda, que fuera directa al mercado del video tuvo mucho que ver, obviamente). En esta historia coinciden varios elementos que se me antojan imprescindibles para que el resultado final fuera de cierto nivel y no otra de esas historias casposillas de serie B a las que, seamos sinceros, Stuart Gordon nos tenía acostumbrados, sobre todo después de sus tres primeras películas, a saber: Re-Animator (1985), Re-Sonator (1986) y Dolls (1987).
El primero de esos elementos de calidad es la cuidadísima y excelente ambientación. El lugar donde se desarrolla la historia es un castillo real sito en Italia, que por aquel entonces pertenecía al presidente de la Full Moon, la productora de la película. Que el film fuera rodado en unos escenarios reales tan lúgubres y llenos de misterio hace que la historia adquiera un nivel de realismo y un aroma gótico difícil de conseguir hoy en día, donde proliferan los decorados artificiales y los efectos digitales.
Las actores también son un ingrediente del que se alimenta el buen nivel general del film, con dos grandes estrellas del cine de terror de serie B que en esta ocasión dejan aparcados sus recurrentes tics interpretativos y sus clichés, cuajando dos buenas interpretaciones realmente serias y bastante centradas. Me refiero a Jeffrey Combs y Barbara Crampton. El primero ha intervenido en innumerables películas del género (más o menos en 60 películas) y puede ser considerado como el actor fetiche de Stuart Gordon. Además, siempre será recordado por dar vida al Dr. Herbert West, el mad doctor de Re-Animator, y en esta ocasión se atreve con el papel de un padre de familia que tiene ciertos problemas con el alcohol, un personaje al que despoja de cualquier atisbo de humor que hayamos visto en otros papeles anteriores.
Barbara Crampton, toda una scream queen (como ya vimos en ESTA entrada) y musa de Stuart Gordon, ofrece una actuación comedida y sin el exceso al que las reinas del grito nos tienen acostumbrados, y la verdad es que esa rebaja en el tono de histeria que suele acompañar a estas actrices es de agradecer. El resto del reparto está un peldaño por debajo de estas dos viejas glorias, puede que no a nivel cualitativo pero sí en cuanto a peso y relevancia en la historia. Quizás tengamos que mencionar a Jessica Dollarhide (única intervención en cine de su escueta carrera) en el papel de la hija invidente del matrimonio protagonista o a Jonathan Fuller dando vida a la criatura protagonista del film.
Y si hablamos de la criatura protagonista, entramos de ello en otro gran acierto y punto fuerte de la película. El diseño de Giorgio D'Orsino (la criatura a la que da vida Jonathan Fuller) es espeluznante, realista y todo un ejemplo de caracterización y maquillaje ejemplar (cerca de seis horas diarias tardaban en caracterizarlo...), dando lugar a un monstruo que, sin necesidad de articular palabra y mediante gruñidos y una potente expresión corporal, consigue intimidar y, en ocasiones, que nos apiademos de su cruel destino.
A todo lo mencionado hasta ahora le podemos añadir, entre otras cosas, un guión sencillo que aunque en realidad no aporta novedades al género, sí mantiene un ritmo decente y que no aburre en ningún momento, con un inicio realmente espectacular y un no menos meritorio final valiente, junto a un buen puñado de escenas que aportan tensión, algún que otro susto logrado y un par de momentos truculentos y escabrosos que los amantes del gore y la sangre disfrutarán. Rematamos la jugada con otra buena y acertadísima banda sonora de Richard Band, y tenemos como resultado una película realmente digna si tenemos en cuenta los medios que Stuart Gordon tuvo a su disposición y muy meritoria para el género de terror que, sin duda, merece un mayor reconocimiento internacional.
Las actores también son un ingrediente del que se alimenta el buen nivel general del film, con dos grandes estrellas del cine de terror de serie B que en esta ocasión dejan aparcados sus recurrentes tics interpretativos y sus clichés, cuajando dos buenas interpretaciones realmente serias y bastante centradas. Me refiero a Jeffrey Combs y Barbara Crampton. El primero ha intervenido en innumerables películas del género (más o menos en 60 películas) y puede ser considerado como el actor fetiche de Stuart Gordon. Además, siempre será recordado por dar vida al Dr. Herbert West, el mad doctor de Re-Animator, y en esta ocasión se atreve con el papel de un padre de familia que tiene ciertos problemas con el alcohol, un personaje al que despoja de cualquier atisbo de humor que hayamos visto en otros papeles anteriores.
Jeffrey Combs/Barbara Crampton |
Barbara Crampton, toda una scream queen (como ya vimos en ESTA entrada) y musa de Stuart Gordon, ofrece una actuación comedida y sin el exceso al que las reinas del grito nos tienen acostumbrados, y la verdad es que esa rebaja en el tono de histeria que suele acompañar a estas actrices es de agradecer. El resto del reparto está un peldaño por debajo de estas dos viejas glorias, puede que no a nivel cualitativo pero sí en cuanto a peso y relevancia en la historia. Quizás tengamos que mencionar a Jessica Dollarhide (única intervención en cine de su escueta carrera) en el papel de la hija invidente del matrimonio protagonista o a Jonathan Fuller dando vida a la criatura protagonista del film.
Y si hablamos de la criatura protagonista, entramos de ello en otro gran acierto y punto fuerte de la película. El diseño de Giorgio D'Orsino (la criatura a la que da vida Jonathan Fuller) es espeluznante, realista y todo un ejemplo de caracterización y maquillaje ejemplar (cerca de seis horas diarias tardaban en caracterizarlo...), dando lugar a un monstruo que, sin necesidad de articular palabra y mediante gruñidos y una potente expresión corporal, consigue intimidar y, en ocasiones, que nos apiademos de su cruel destino.
A todo lo mencionado hasta ahora le podemos añadir, entre otras cosas, un guión sencillo que aunque en realidad no aporta novedades al género, sí mantiene un ritmo decente y que no aburre en ningún momento, con un inicio realmente espectacular y un no menos meritorio final valiente, junto a un buen puñado de escenas que aportan tensión, algún que otro susto logrado y un par de momentos truculentos y escabrosos que los amantes del gore y la sangre disfrutarán. Rematamos la jugada con otra buena y acertadísima banda sonora de Richard Band, y tenemos como resultado una película realmente digna si tenemos en cuenta los medios que Stuart Gordon tuvo a su disposición y muy meritoria para el género de terror que, sin duda, merece un mayor reconocimiento internacional.
1 comentarios:
Pues esta me suena haberla tenido bajada, no recuerdo ahora si la he visto o no.... ;) Si te ha gustado le echaré un vistazo!
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