La Copa del Mundo de Fútbol de Sudáfrica llega hoy a su fin con una final ciertamente sorprendente e impensable cuando se inició el campeonato: Holanda - España. Pocas veces he dedicado una entrada al fútbol, con la excepción de alguna que otra mención al FC Barcelona con motivo del partido de vuelta de semifinales de Champions contra el Inter. Esta vez, aquí y ahora, creo que es de recibo apoyar a un equipo que ha hecho historia y que está a un sólo paso de alcanzar la mayor gloria futbolística posible a nivel de selección. Se lo merecen, puesto que llevan tiempo jugando al fútbol como muy pocos equipos pueden hacerlo; porque aunque no es la panacea para los males del estado español, la victoria supondría  una gran alegría para millones de aficionados; porque qué duda cabe, será beneficioso para todos con el paso del tiempo; porque queda bien decir que tu pais (aunque no suelo ser excesivamente patriótico...) es campeón del mundo; y porque supondría la guinda a unos excelentes y maravillosos años en los que el deporte español está brillando a un nivel estratosférico (baloncesto, tenis, ciclismo...). A ver si con un poquito de suerte,  somos campeones esta tarde...