Vamos a retomar esta jugosa pero últimamente olvidada sección en la que pretendo compartir aquellas secuencias iniciales de películas (opening credits, si preferís el término anglosajón) que he tenido la oportunidad de disfrutar. Después de la intro de Watchmen y de un pequeño repaso a las intros del cine zombie (que dividí en tres partes que podeís encontrar aquí, aquí y aquí...), hoy es el turno de todo un maestro en este pequeño pero vital arte que suponen los títulos de crédito: Kyle Cooper no podía faltar en esta sección. 

Colaborador de Imaginary Forces (empresa totalmente dedicada a la elaboración de secuencias iniciales), Cooper intentó sin éxito realizar su tesis doctoral centrándose en este apasionante mundo de la condensación de imágenes, pero su tutor lo descartó por considerar los títulos de crédito como una parte para nada importante dentro de una película. Nada más lejos de la realidad. Cooper abandonó Imaginary Forces para fundar Prologue Films, no sin antes alcanzar tremenda fama con la intro de Se7en, la magnífica película de David Fincher. 

En cierta ocasión, el propio Cooper comentaba lo siguiente sobre esa intro y su colaboración con Fincher: "David Fincher sabía que tenía que introducir al asesino en los primeros minutos de la película, o en el peor de los casos lograr una presentación de créditos que mantuviera a la gente excitada, ya que Kevin Spacey no aparece sino después de la primera hora. En Se7en, la presentación es completamente consistente con el lenguaje que usa el director a lo largo del film. De hecho, los créditos se convierten en el inicio de la película. Allí, los modelos tipográficos se convierten en actores para mí”.

Y razón no le faltaba, ya que los cuatro minutos de títulos iniciales de Se7en, al ritmo del tema Closer, de los Nine Inch Niles, supone toda una presentación del personaje. Una declaración de intenciones que se sostiene en la fuerza de las imágenes, un verdadero concentrado de la bizarra y retorcida mente del psicópata interpretado por Kevin Spacey, el enigmático pero terrible John Doe. Os dejo con esa pequeña obra de arte, y a continuación, el tema original de los NIN, Closer (un tema, digamóslo así, bastante sensual...)