Bodom es un pequeño lago situado a unos 20 kilómetros al norte de la capital finesa, Helsinki, más concretamente en la region de Espoo. Geográficamente no tiene nada de particular. Es más, Finlandia es conocida, entre otras muchas cosas, por sus innumerables lagos, y este sólo debería ser uno más. Entonces, ¿qué hace que este lago sea el más famoso de entre los 187.888 lagos que salpican el territorio finés? Como es común, un hecho terrorífico, envuelto en un halo de misterio, y digno de una pelicula de terror, es lo que dota de popularidad a lugares que sólo deberian ser conocidos por su belleza natural. Los acontecimientos acontecieron el 4 de Junio de 1960, cuando cuatro jóvenes, las chicas Maili Björklund y Anja Tuulikki Mäki, ambas de 15 años de edad, y los adolescentes Seppo Antero Boisman y Nils Wilhelm Gustafsson, de 18, decidieron pasar el dia en las inmediaciones de un lago en el corazón de Espoo: Bodonminjärvi. Los chicos decidieron acampar en el cabo de Hästbergen, que por aquel entonces era un lugar totalmente apacible, prácticamente desconocido y apenas concurrido. El dia, al parecer, transcurrió con total normalidad. Los cuatro jóvenes disfrutaron de la agradable temperatura e incluso se bañaron en el lago. Por la tarde decidieron ir a comprar algunas cosas a un quiosco cercano y sobre las siete y media de la tarde ya se encontraban de vuelta en su tienda de campaña. A esa hora fueron vistos con vida por última vez por los pescadores y el resto de jóvenes que ya abandonaban el lago. Esa noche, entre las tres y las seis de la madrugada, alguien interrumpió brutalmente el sueño de los chicos, abalanzándose sobre la tienda y atacandolos. Los cuatro, sin excepción, sufrieron el ataque mortal del desequilibrado. Golpes, cortes y puñaladas recibieron en la oscuridad de la noche, con una ferocidad y una saña inhumanas. Una de las chicas llegó a recibir once puñaladas en el cuello... Sin embargo Nils logró salir arrastrándose de la trampa letal, momento en el cual le fue asestado un golpe con una piedra... El asesino abandonó la escena del crimen con pertenencias de las victimas, como carteras, bañadores y demás, pero nada de valor que pudiera, ni por asomo, haber motivado el asalto. Al la mañana siguiente Erkki Johansson acudió a nadar con sus hijos por las cercanías del lugar. El fué quien descubrió la tienda desmoronada y a Nils junto a ella, malherido. Cuando la policia y los medicos llegaron, Maili,Anja y Seppo fueron declarados oficialmente muertos. Sin embargo, Nils vivía a pesar de las heridas. Tenia diez heridas diferentes y la mandibula completamente destrozada. Fué el único superviviente. A excepción de una funda de almohada encontrada en los alrededores, no se encontró ninguna prueba que pudiera despejar el panorama de la investigación. La causa del asesinato era un enorme misterio, y la caza más grande de un asesino en la historia de Finlandia comenzaba... Nils fue llevado al hospital, y la policía mantenía la esperanza de que al recobrar el conocimiento pudiera aportarles algún dato sobre el agresor o cualquier indicio sobre el que comenzar la investigación. Pero nada más lejos de la realidad. Cuando Nils despertó, su estado de confusión era tal, que creía que habia tenido un accidente de automóvil. A pesar de todas las trabas, siguieron intentándolo, recurriendo incluso a métodos como la hipnosis, mediante la cual consiguieron algunos indicios, y con los que Nils llegó a evocar que el asesino tenía los ojos enrojecidos, como inyectados en sangre. El quiosquero se convirtió en el principal sospechoso, pero no habia pruebas que le incriminaran. Llegó a murmura, totalmente borracho, que él habia cometido el horrible crimen, pero nadie le creyó. Al día siguiente, se ahogó el mismo en el lago. La policía llego a la conclusión de que era totalmente imposible que él fuera el ejecutor. Por supuesto, se investigó a los pescadores de la zona y al resto de campistas, pero todas eran pistas falsas y rastros más que inverosímiles. El propio Nils vió cómo sobre el planeaba la sombra de la sospecha, pero fue descartado, al parecer, porque no consideraban la posibilidad de que se hubiera autoinflingido todas aquellas heridas que presentaba cuando fue encontrado. Hubo quien puso nombre y apellidos al asesino. Jorma Palo, profesor, trabajaba por aquel entonces como ayudante en un hospital cercano. Éste asegura que entre las 12 y las 32 horas posteriores al asesinato, un alemán, Hans Assman, llegó al hospital con las ropas manchadas de sangre y con las facultades mentales un tanto alteradas. Pronto comprobaron que la sangre no era suya, y fue llevado a la policia, la cual, incomprensiblemente, hizo caso omiso alegando que le llegaban situaciones asi muy a menudo. El súbdito alemán no hablaba finés, y pronto abandonó el hospital. La policia tuvo la oportunidad de interrogarle en el año 2003, y nuevamente descartaron a otro sospechoso. Y despúes de más de 40 años, 70 sospechosos principales, cientos de otros mucho menos probables, 37.000 personas interrogadas por la policia, y una teoría de que fueran dos los asesinos, no se había sacado nada en claro y la atmósfera de misterio seguia cercando el caso. Pero el 2 de Abril de 2004, se anunció la detención de un sospechoso. Y cuando se dió a conocer que dicho sospechoso era Nils Gustafsson, el superviviente de la matanza, toda la sociedad finlandesa volvió a conmocionarse. Estuvo más de un mes retenido, siendo interrogado constantemente, y nuevas pruebas relacionadas con el ADN fueron realizadas con la tienda de campaña y la ropa de Nils de aquella fatídica noche. Y aún hoy dia se siguen realizando pesquisas en base a nuevas tecnologias. Él se encuentra en libertad, ya que nada hay que le haya podido incrimar como autor de las muertes. Y esta es toda la historia, al menos la conocida hasta la fecha. Han pasado 46 años, y aún no se conoce ni quién ataco a estos muchachos ni el motivo. Oscuridad y sombras se ciernen todavía sobre el caso, la misma oscuridad y sombras que se tragaron a estos chicos aquella madrugada y los devolvieron muertos a las orillas del lago Bodom....