Nunca he sido gran fan de las peliculas de James Bond. Algunas de las que he visto me han parecido entretenidas sin más, y la mayoria meros aglutinamientos de gags al servicio del misticismo creado alrededor del agente secreto mas longevo de la historia del cine. Recuerdo alguna interpretacion de Seann Connery, de Roger Moore, muy vagamente a Timothy Dalton, y apenas si me fije en la cara de zapatilla de Pierce Brosnan. Mi interes hacia la saga no ha fluctuado jamas mas alla de la indiferencia y el oportunismo de alguna pelicula emitida en TV. Pero con esta nueva entrega, "Casino Royale", ha sido diferente. Es inevitable formar parte de los corrillos de opinion que suelen surgir cuando ciclicamente se decide cambiar al actor que encarnará a Bond. Por alguna razon, esta vez la expectacion era mayor. Y reconozco que yo mismo, al conocer que Daniel Craig era el elegido, llegue a pensar que no me parecia que encajara demasiado en la idea que, quizas erroneamente, yo tenia preconcebida acerca de como debia ser James Bond. Recuerdo que uno de mis comentarios era que parecia mas un agente de la KGB proveniente del otro lado del telon de acero que un britanico servidor de Su Graciosa Majestad.... El tiempo fue pasando, el film se fue rodando, y todos los detractores esperaban como agua de mayo el dia del estreno para poder verter sus criticas al respecto de la eleccion del actor protagonista. El dia del estreno muchas de esas voces dispuestas a despellejar tanto al actor como a los productores fueron silenciadas a base de interpretacion, clase y pura esencia Bond. La mayoria de detractores tuvieron que tragarse sus palabras y asistir atonitos a la actuacion de , posiblemente, el mejor James Bond de la historia. Yo mismo pude comprobarlo algun tiempo despues....rectificar es de sabios, y chapeau para Craig y para "Casino Royale". La nueva entrega esta basada en la novela homonima de Ian Fleming, primera de las aventuras de Bond. Nos lleva a como obtiene su status de doble cero, su famosa "licencia para matar", de como hace frente a un villano carismatico en el Casino Royal de Montenegro de una forma original. Readaptada a nuestro tiempo, los productores presentaron a un James Bond totalmente diferente, un Bond del siglo XXI. Un Daniel Craig genial en las escenas de accion, sobre todo en la escena inicial , 10 minutos de acrobacias y descarga constante de adrenalina que te dejan sin respiro; un Bond sarcastico a mas no poder cuando procede, y con una mirada que transmite que esta realizando un trabajo que no le permite mostrar ni el mas minimo sentimiento. Pero no solo se quedan ahi, y deciden mostranos mas facetas del personaje. A esta faceta de espira puro y duro que se respira en la primera parte de la pelicula, va unida la del Bond gentleman durante la partida del poker en Montenegro, con algunas escenas realmente atractivas dado el ambiente y glamour que transpiran. Esta fase da paso al del Bond romantico y enamoradizo, quizas donde Craig/Bond no se desenvuelven tan alegremente, pero necesaria para comprender el caracter de Bond que ha trascendido en el resto de entregas de la saga. Que estamos ante un nuevo Bond es un hecho visible a lo largo de toda la pelicula. El personaje suda, sufre, sangra, se despeina, no hay reparos en mostrarlo magullado y machacado, como es propio de alguien que se juega la vida dos o tres veces en pantalla con solo sus manos como arma: en el siglo XXI, los puñetazos y golpes duelen. Todo un acierto el rejuvenecimiento del personaje y el acercamiento a la realidad que nos presentan. Acercamiento a la realidad al que tambien ayudan las escenas de accion. Nada de inverosimilitudes, la accion aqui es totalmente fisica, muchisimo mas creible, y aunque suene raro, aun asi resulta efectista y realmente espectacular, sin necesidad de sobrecargarlas de FX. Como ejemplo, la ya mencionada persecucion inicial, o el genial prologo, rodado en blanco y negro, donde Bond comete sus dos primeros asesinatos, lleno de violencia explicita, pero genialmente mostrada y para nada gratuita. La ausencia de esa retahila de gadgets que solian acompañar a Bond en anteriores aventuras tambien humanizan y proporcionan realismo al film. Aqui ya no hay estilograficas lasers, ni zapatófonos, ni tan siquiera gemelos radiotransmisores. Toda la tecnologia mostrada es parte tangible de los tiempos que corren, y nadie tiene dudas de que es totalmente propia de un servicio de investigacion secreto a estas alturas de siglo. La chica Bond tambien es un acierto en esta pelicula. Vesper Lynd se muestra como una mujer inteligente, sarcastica, ironica, una mujer de su tiempo, moderna, pero tambien con un halo de fragilidad y misterio. El complemento perfecto para el nuevo arquetipo de Bond que se nos empieza a mostrar en "Casino Royale". El romance que mantiene con Bond esta bien tratado, no resulta para nada empalagoso, y es piedra de toque donde se cimenta el caracter posterior de Bond. La relacion de Bond-Lynd es otra vuelta de tuerca a la humanizacion del agente secreto. Tiene derecho a enamorarse, ¿no? En resumen, una muy buena pelicula, entretenida (quitando algo de metraje del final, es divertida de principio a fin...), y que deja con ganas de ver de nuevo a Craig en el smoking de 007. Con escenas memorables, con una partida de poker durante la cual disfruto una y otra vez cada vez que la recuerdo y un agente secreto que merecera todos mis respetos cada vez que sea interpretado por el britanico del telon de acero. PD: muchas veces el encanto de una pelicula va unido a las circunstancias y al contexto, donde y con quien la ves. En este caso, es asi. Siempre recordare esta pelicula por ser la primera.