DICEN QUE LOS POLOS OPUESTOS SE ATRAEN... Ja! Esa teoría de que personas con caracteres realmente distintos se complementan está muy extendida. Y, francamente, no entiendo por qué. Una cosa es la complementación, básica en cualquier tipo de relación, y otra muy distinta es que cada mañana al levantarte te cueste más y más encontrar una junta de unión en la que apoyarte para seguir adelante. Si la balanza que nos debe acompañar en nuestras decisiones llega a un punto de desequilibrio tan evidente, la débil estructura de los polos opuestos se va al garete rápidamente. Cosa totalmente lógica y perfectamente asumible, en teoría. Tampoco es necesario reducirlo todo a un puzzle de dos piezas, que encajan limpiamente. Basta con que esas dos piezas encajen por un lado. La inteligencia emocional de ambas personas acabará haciendo que las pequeñas diferencias que puedan existir se limen, llegando incluso a convertirse en alicientes y acicates de la relación. Porque otra parte importante es asumir y aceptar las diferencias. Incluso si ambas partes ceden un poco, todo se hace más llevadero, y esa teoria de los opuestos tendría cierta credibilidad. Pero no, nada más lejos de la realidad en mi caso. La dependencia enfermiza es algo realmente negativo, para el sumiso y para el dominador. Es un camino de autodestrucción que puede llegar a causar verdaderos problemas y quebraderos de cabeza. Una persona débil, insegura e inmadura a tu lado vive para esa relación y con el miedo día a día de que se rompa. Quien asume todo el peso de la convivencia siente la dependencia extrema de la otra persona como una carga, y hay cargas que se pueden sobrellevar hasta cierto punto. Habrá gente que lo soporte durante más tiempo, y gente que grite ¡Basta ya! a las primeras de cambio. Bravo por esa gente: no hay que cargar sobre los hombros con nada que no quieras cargar. A mi me costó bastante tiempo. Mi cabeza a veces se empeña en darle vueltas una y otra vez a pensamientos e ideas que no merecerían más que un rápido vistazo, y pasar página rápidamente, pero estaba impregnado de inseguridad, y , por qué no decirlo, de comodidad. Llevaba mucho tiempo sin ser yo mismo. En el intercambio estaba perdiendo, y comportamientos y actitudes impropias en mi se estaban filtrando en mi interior con una facilidad pasmosa, cuando casi siempre he sido una persona con bastante personalidad. No hay nada negativo en que una persona te transforme, te aporte cosas, modele tu personalidad un poco, siempre y cuando sea para bien. Pero claro, si esa persona poco a poco está haciendo que dejes de ser tu mismo, y pierdas tus señas de identidad....: Houston! Tenemos un problema!! Más bien eran varios los problemas: rutina, responsabilidad incompartida, ausencia de diálogo y comunicación, ninguna afición en común....Suficiente verdad? Yo mismo me sorprendo del tiempo que me ha costado. Por qué? No lo sé, quizás, como he dicho antes, me había acomodado demasiado, quizás tenía un exceso de responsabilidad insana a mis espaldas..... El caso es que el momento llegó, y haciendo uso del sentido común, no fue especialmente dificil, nada duro para el tiempo que llevaba rumiando la decisión. La sensación de liberación fue sublime. El sentir que el peso que oprimía tu mente, tu personalidad, tu forma de ser, tu vida, se esfuma es una victoria inconmensurable de todo tu ser. La tan ansiada vuelta a la identidad que jamás se debe perder sabe a gloria. Aunque claro, mejor no tener que pasar nunca por esa sensación de alivio. DICEN QUE SEGUNDAS PARTES NUNCA FUERON BUENAS... Y aqui es cuando mi experiencia personal asiente vehementemente. No, no suelen ser buenas, sobre todo, si están basadas en el chantaje emocional por sorpresa. Porque así fue, por sorpresa, un ataque furtivo a la tranquilidad y el positivismo del que yo disfrutaba en aquel momento. Un golpe certero a los cimientos de mi reencuentro conmigo mismo, un derrumbe brutal del intento de recuperar mi vida. Y lo que es mas flagrante, apoyado por el error de personas tan, tan cercanas a mí, que jamás me lo hubiera imaginado. Si, me sentí traicionado. Me "obligaron" a deshacer el camino que yo habia andado con paso firme y decidido, me hicieron volver sobre mis pasos y regresar a la situación que tanto esfuerzo me habia costado abandonar. El chantaje emocional es de una violencia psicológica tremenda, más aún cuando el chantajista se envuelve en un halo de victimismo y te golpea donde más duele. Si conocen tus puntos débiles cala hasta el tuétano, y eso fué lo que ocurrió. El famoso "divide y vencerás" se vistió de "crea culpa y ganarás", y yo, la verdad, no estuve muy hábil. Todo lo contrario. Caí en la trampa, y cuatro meses después me veía en la misma situación. Consciente de que aquello no era lo que yo quería, pero incapaz de sacudirme aquello de encima. Y se pasa mal, es una mezcla amarga de impotencia, de culpabilidad, de incapacidad de reacción. Además, es jodido cuando aparte de verte envuelto tú, sufren otras personas que no deberían de hacerlo en absoluto. Pero si tienes las cosas claras, tarde o temprano sales del fango. Asomas primero la cabeza, y luego, poco a poco, consigues sacar el resto del cuerpo. Máxime si cuentas con ayuda de personas que ven la situación desde fuera y te echan una mano cuando lo necesitas. Aunque estuviera ciego, aunque estuviera casi inconsciente, una luz tan brillante es dificil de olvidar, y más dificil aún el evitar buscarla con la mirada en la noche más oscura. Y esa luz estaba ahí, siempre presente desde que apareció, y ninguna nube negra y espesa iba a ser capaz de ocultar su fulgor, ni mucho menos. Estrellas así no abundan, y hay que aprovechar la claridad que te proporcionan. Porque también... DICEN QUE TODOS MERECEMOS OTRA OPORTUNIDAD... Y esa oportunidad es la que no estoy dispuesto a desperdiciar...