Título original: Wrong Turn 3: Left for Dead

Año: 2009

Duración: 90 minutos

País: EE.UU.

Género: Terror, Slasher

Dirección: Declan O´Brien

Guión: Connor James Delaney, Alan B. McElroy

Intérpretes: Tom Frederic, Janet Montgomery, Gil Kolirin, Charles Venn, Tammer Hassan

Música: Claude Foisy

Hay ocasiones en las que me sorprendo a mí mismo viendo películas tan bizarras y casposas que me digo: ¡Eh, tío! ¿Qué haces? Y la respuesta es bien sencilla: el cine de terror es mi debilidad, y muchas veces, he de reconocerlo, me trago auténticos bodrios. Y la otra noche fue uno de los gordos, ¡oh yeah!. Víctima del insomnio (el trabajo me está cambiando los hábitos de sueño...), me dispuse a ver alguna peliculilla en mi Nokia 5800, ideal para verlas en la cama y no molestar a nadie más. Elegí  Camino Sangriento 3 debido a su duración (apenas hora y media), pensando que si me gustaba, no me iba a mantener despierto mucho tiempo y que si resultaba un fiasco (como así fue) la tortura no se extendería más de lo estrictamente necesario.

Como su nombre indica, el film es la tercera parte de una saga irregular que ha ido claramente de más a menos. La película que abrió fuego en el año 2003 se tituló por estos lares Km.666 (Wrong Turn), resultando ser una cinta a camino entre el slasher y el survival horror que funcionó a las mil maravillas. Jóvenes, bosques frondosos y mutantes caníbales con muy mala leche fueron los ingredientes de la más que correcta película. Poco después, y dado el éxíto de dicho film, en el año 2007 se lanzó directamente al mercado del DVD la secuela, titulada Wrong Turn 2: Dead End, cuya traducción al castellano se quedó en Camino Sangriento 2. Recuerdo que en este mismo blog le dediqué una entrada hace un par de años... ¡Qué tiempos! 

Esta película no hay por donde cogerla sin pringarse. Para empezar, el guionista pasaba por un mal momento, de eso no me cabe ninguna duda. Fruto de ello, la historia es una colección sin orden ni concierto de situaciones absurdas que derivan en decisiones absurdas y que dan como resultado situaciones más absurdas aún. Además, mil y un tópicos del cine se dan cita en este despropósito: un grupo de presos con un infiltrado entre ellos, el funcionario de prisiones que iba a dejarlo para ser abogado, lo que queda de un grupo de adolescentes idiotas que han sido masacrado... En definitiva, personajes vistos infinidad de veces con anterioridad. Y el desarrollo de la historia es pésimo y se limita al "corre que te pillo, ahora sí, ahora no, ahora nos persiguen a los dos...".

Pero la cosa no acaba ahí, y es que esas escenas gore donde la sangre es protagonista y que, bien filmadas, pueden salvar de la quema a más de una pésima historia, brillan por su ausencia. En su lugar, las muertes son ridículas y aderezadas con unos efectos especiales fruto de un CGI casposo y cutre a rabiar.  ¡Y qué decir del villano de la función! Donde en las dos anteriores entregas teníamos a un grupo de salvajes mutantes bien organizados y capaces de ponernos mal cuerpo, en esta ocasión han sido sustituidos por un único superviviente de esa familia caníbal, cuya caracterización deja mucho que desear y que más que un personaje de película de terror parece una parodia de circo: prótesis que cantan dese lejos, un pelo ralo que parece la peluca de un payaso y todo un repertorio de gorgoritos y ruidos varios que le envuelven en un halo de ridiculez máxima. Una pena. Huid de ella como de la peste, a no ser que seais ultra fan del cine de terror o simples y puros masocas.