Hoy toca otro truñaco de los grandes, de esos que te hacen replantearte muchas cosas cuando el tormento se acaba y uno se pregunta a sí mismo cómo es posible tragarse una cantidad tan grande de películas infames sin morir en el intento... En fin, qué le vamos a hacer, alguien tiene que aguantar estoicamente para poner en aviso a los demás...

Hyenas es, claramente, carne de sobremesa en televisión y apesta a telefilme, y no sé como es posible que haya sido siquiera editada en DVD, porque no se merece ni eso. Eric Weston es el culpable de pergeñar semejante atropello, ya que la ha escrito, dirigido, e incluso editado. A tanto como poner la pasta no ha llegado, cosa que me recuerda que sí ha habido alguien con los santos bemoles de poner dinero de su bolsillo para que esto viera la luz.

Hacedle caso: él los caza...

¿El argumento? Mil veces visto, pues es la típica historia de hombres lobo y licántropos, sólo que aquí son sustituidos por una manda de hombres-hiena (que en la película reciben el ridículo nombre de criptohumanos), liderados por una hembra alfa que gusta de quedarse en cueros justo antes de merendarse a los incautos que caen en sus garras (papel que recae sobre Christa Campbell, a quien vimos en 2001 Maniacs: Field of Screams)

Esta es la que de despelota para matar...

Como pequeña sorpresa, destacar la presencia, más imponente que nunca (y lo digo por el tamaño) de Costas Mandylor, a quien hemos visto recientemente en Saw III, IV, V, VI y VII. En la saga de Jigsaw ya salía el muchacho algo rellenito, pero es que en Hyenas el que parece comerse a la gente es él. Su presencia es una sorpresa, pero relativa, porque tampoco es que este señor sea un prodigio de la interpretación ni mucho menos.

He visto episodios de Embrujadas y de Xena con mejores efectos especiales...

No podía dejar de comentar los patéticos efectos especiales, con unas hienas y unas transformaciones a base de un paupérrimo CGI. En serio, es tan cantoso, tan artificial y tan malo que he visto videojuegos de hace diez o doce años más realistas que el atropello que han cometido aquí. Poco más que comentar, pero si todo lo anterior os parece poco, añadid un argumento terriblemente insulso y lleno de tópicos y clichés y unos diálogos de parvulario que dan vergüenza ajena. Mala, mala, mala...