Título original: The Human Centipede (First Sequence)
Año: 2010
Duración: 90 minutos
País: Holanda
Género: Terror
Dirección: Tom Six
Guión: Tom Six
Música: Patrick Savage, Holeg Spies
Dos chicas americanas que viajan a través de Europa tienen una avería en el coche en mitad de unos bosques en Alemania. Buscando ayuda llegan a una casa aislada y, al día siguiente despiertan atrapadas en un tétrico sótano de un hospital junto a un hombre japonés. Poco después descubren que están en manos de un siniestro médico, un alemán de avanzada edad que anteriormente era un cirujano especializado en separar a gemelos siameses. Sin embargo, para ellos tiene otro escatológico plan, en los límites de lo imaginable...
Me estoy imaginando al director y guionista de esta película, Tom Six, cómodamente sentado en su casa ante la inmaculada e impaciente pantalla de un procesador de textos cualquiera, en busca de la inspiración necesaria para redactar una buena historia. Cierro los ojos y le puedo ver, escudriñando su mente a la caza y captura de ideas, cuando de repente llega a una conclusión: "¡Voy a echarle cojones y voy a ver cuál es el disparate más grande que mi mente es capaz de concebir!". Y dicho y hecho, The Human Centipede es el original y polémico resultado de semejante osadía.
Estrenada en el Reino Unido el pasado 4 de agosto, diversos medios como la BBC , The Guardian o The Sun no tardaron en calificarla como "una de las películas más asquerosas de la historia del cine". El director español Nacho Vigalondo se declaró fan de la película y dijo de ella que "es difícil pensar en algo tan disparatado y horripilante". Y estas son sólo algunos ejemplos de los ríos de tinta que esta película ha hecho correr y que les ha servido como importante vehículo de promoción, amén de Internet, medio de difusión que el film lleva usando a su favor desde antes de su estreno.
Las preguntas surgen ante tanta expectación: ¿Es para tanto? ¿Realmente es tan escatológica y asquerosa? ¿Aporta algo nuevo al cine de terror? ¿O quizás es un disparate más de una mente enferma con ganas de provocar y de alcanzar cierta fama a toda costa? Pues si os soy sincero, quizás en este nuevo fenómeno fílmico confluyan todas o buena parte de estas conjeturas. Para empezar, está claro que si se juegan con acierto algunas bazas (una buena dosis de polémica previa, difusión en la red, publicidad viral, tremendo boca a boca...) de modo que la repercusión está asegurada, y prueba de ello es que el film tiene hasta un videojuego online.
En cuanto a su argumento, calificado como asqueroso, escatológico, polémico y novedoso, es cierto que es original hasta cierto punto, pero a su vez no explota al máximo la idea planteada y la película, finalmente, no resulta tan explícita, dura o transgresora como aparenta ser, al menos en lo que al aspecto visual se refiere. Eso sí, es innegable que la película atrae y nos motiva a visionarla debido al morbo que despierta su planteamiento. La posibilidad de compartir in situ las surrealistas aberraciones que la mente del nazi y temible Dr. Heiter es capaz de plantear (espléndido Dieter Laser como "mad doctor", del que hablaremos más adelante) y asistir a la ejecución de tan bizarra locura nos llama poderosamente la atención, nos atrae y despierta nuestro más morboso interés, así que una vez acomodados, nos disponemos a contemplar la evolución de su terrible experimento: el Dr. Heiter explica a las tres víctimas cómo creará su "ciempiés humano", cosiendo el ano de uno a la boca del siguiente.
Repugnancia, asco y auténtica repulsa aparecen cuando el científico loco consuma la aberrante operación, haciendo realidad lo que todos temíamos desde el principio y dando rienda suelta a nuestra imaginación ante el intrigante abanico de posibilidades que se abre ante el espectador, alcanzando importantes niveles de escatología. Tened en cuenta que lo que el "humano guía" ingiere es digerido y defecado, pasando a alimentar al elemento central del ciempiés, que a su vez hace lo propio con lo ingerido y pasa al tercer y último elemento. Simplemente demencial y asqueroso.
Clave en este escenario tan bizarro y extraño es el Dr. Heiter, interpretado de forma magistral por Dieter Laser, quien nos vende totalmente al personaje desde el primer contacto visual que tenemos con él. Ese rostro refleja maldad, locura, extravagancia y delirios de grandeza y notoriedad a partes iguales, y es instantáneo el sentimiento de temor que despierta su sola presencia, que llena la pantalla. Sin duda alguna, un gran malo de película ejecutado con maestría por un desconocido actor que se marca una interpretación espectacular.
Podría seguir dando detalles de esta historia tan peculiar, como deciros que pocas veces se transmite tanto con tan pocos y escasos medios a la hora de ejecutar los efectos especiales, o alabar ante vosotros el espectacular clímax final, que supone la guinda al "pastel", pero quizás lo mejor es disfrutar (o sufrir, según se mire...) de la trama llegando a la película de la forma más virgen posible. The Human Centipede: First Sequence es una de esas películas que viven en el extremo: o te gusta, o la detestas, aparte de que es original en su planteamiento, inclasificable en su desarrollo y brutal en su ejecución. La verdad es que, llegados a este punto, no sé si recomendarla o no. Qué narices, voy a echarle los mismos cojones que Tom Six, que ha tenido el valor de escribirla y rodarla. Dadle una oportunidad, a ver qué os parece el pulso psicológico que os planteará esta difícil historia. ¡Ah!, y ojo que ya está en marcha la segunda parte, con el título de The Human Centipede II: Full Sequence. Como se atreva a ir más lejos de lo que ha ido su predecesora...
Las preguntas surgen ante tanta expectación: ¿Es para tanto? ¿Realmente es tan escatológica y asquerosa? ¿Aporta algo nuevo al cine de terror? ¿O quizás es un disparate más de una mente enferma con ganas de provocar y de alcanzar cierta fama a toda costa? Pues si os soy sincero, quizás en este nuevo fenómeno fílmico confluyan todas o buena parte de estas conjeturas. Para empezar, está claro que si se juegan con acierto algunas bazas (una buena dosis de polémica previa, difusión en la red, publicidad viral, tremendo boca a boca...) de modo que la repercusión está asegurada, y prueba de ello es que el film tiene hasta un videojuego online.
En cuanto a su argumento, calificado como asqueroso, escatológico, polémico y novedoso, es cierto que es original hasta cierto punto, pero a su vez no explota al máximo la idea planteada y la película, finalmente, no resulta tan explícita, dura o transgresora como aparenta ser, al menos en lo que al aspecto visual se refiere. Eso sí, es innegable que la película atrae y nos motiva a visionarla debido al morbo que despierta su planteamiento. La posibilidad de compartir in situ las surrealistas aberraciones que la mente del nazi y temible Dr. Heiter es capaz de plantear (espléndido Dieter Laser como "mad doctor", del que hablaremos más adelante) y asistir a la ejecución de tan bizarra locura nos llama poderosamente la atención, nos atrae y despierta nuestro más morboso interés, así que una vez acomodados, nos disponemos a contemplar la evolución de su terrible experimento: el Dr. Heiter explica a las tres víctimas cómo creará su "ciempiés humano", cosiendo el ano de uno a la boca del siguiente.
Repugnancia, asco y auténtica repulsa aparecen cuando el científico loco consuma la aberrante operación, haciendo realidad lo que todos temíamos desde el principio y dando rienda suelta a nuestra imaginación ante el intrigante abanico de posibilidades que se abre ante el espectador, alcanzando importantes niveles de escatología. Tened en cuenta que lo que el "humano guía" ingiere es digerido y defecado, pasando a alimentar al elemento central del ciempiés, que a su vez hace lo propio con lo ingerido y pasa al tercer y último elemento. Simplemente demencial y asqueroso.
Clave en este escenario tan bizarro y extraño es el Dr. Heiter, interpretado de forma magistral por Dieter Laser, quien nos vende totalmente al personaje desde el primer contacto visual que tenemos con él. Ese rostro refleja maldad, locura, extravagancia y delirios de grandeza y notoriedad a partes iguales, y es instantáneo el sentimiento de temor que despierta su sola presencia, que llena la pantalla. Sin duda alguna, un gran malo de película ejecutado con maestría por un desconocido actor que se marca una interpretación espectacular.
Podría seguir dando detalles de esta historia tan peculiar, como deciros que pocas veces se transmite tanto con tan pocos y escasos medios a la hora de ejecutar los efectos especiales, o alabar ante vosotros el espectacular clímax final, que supone la guinda al "pastel", pero quizás lo mejor es disfrutar (o sufrir, según se mire...) de la trama llegando a la película de la forma más virgen posible. The Human Centipede: First Sequence es una de esas películas que viven en el extremo: o te gusta, o la detestas, aparte de que es original en su planteamiento, inclasificable en su desarrollo y brutal en su ejecución. La verdad es que, llegados a este punto, no sé si recomendarla o no. Qué narices, voy a echarle los mismos cojones que Tom Six, que ha tenido el valor de escribirla y rodarla. Dadle una oportunidad, a ver qué os parece el pulso psicológico que os planteará esta difícil historia. ¡Ah!, y ojo que ya está en marcha la segunda parte, con el título de The Human Centipede II: Full Sequence. Como se atreva a ir más lejos de lo que ha ido su predecesora...
3 comentarios:
Gñññññ, tengo que verla cuanto antes!! Algunos párrafos de la crítica me los he leído por encima para saber lo menos posible, pero pinta muy bien!!
Yo la ví y tengo que decir que parece mucho mas asquerosa de lo que termina siendo. Eso si, hay que estar enfermo de cojones para idear semejante argumento....
A mi me pareció aburridilla pero bueno, echadle un vistazo...
Sí, o te gusta, o la detestas, o las dos cosas al mismo tiempo!. Es un pulso psicológico al espectador, donde se muestra un comportamiento absolutamente demencial y extremo(bordado por el actor este, joder qué miedo...). Y sin mostrar demasiado (sin rozar el gore, ni tripas volando, no hace falta) ya solo la idea dibujada en la pizarra, hace que automáticamente la imaginación se dispare y TODOS pensemos "¿A quién coño se le ocurriría esoo??". Y lo cierto es que esta idea ya tenía precedentes!!. No creo que el objeto sea el morbo puro tras una idea salida del aburrimiento...es mi impresión, parece cuidada y pensada de otro modo.
Ahora bien, segundas partes... jejeje... Ahí seguro que sí vemos cómo se destruye la idea original, seguro!!.
Aún así... habrá que verla y sufrir un ratooo....
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